Es Virgo: aparca su Plan B para no perder tiempo y prepara a fondo exámenes y el TFG. Hace nueve meses comenzó a dar vida a los cuatro personajes principales, a escribir un guion y a crear fondos y animación. El resultado de su encierro voluntario durante el segundo confinamiento ha sido ocho capítulos de Plan B publicados en YouTube.
-¿Qué es Plan B?
-Cuatro chavales de barrio que desde el banco de un parque nos sirven de reflejo de cómo son los jóvenes hoy.
-En un momento de abundancia de contenido visual, ¿qué aporta tu serie?
-Actualidad y, sobre todo, una visión sobre los vicios de los jóvenes. Cada personaje tiene su personalidad y su dependencia.
-¿Cómo son?
-Ya te digo, son chicos dependientes que, forzados por determinadas circunstancias, a veces se plantean que hay cosas que deben cambiar. Jay fuma porros y es drogadicto, por lo que se mete en problemas con la Luna, que es su camella. Puka es una choni de catálogo y muy dependiente de los tíos. Jhona solo se plantea ser famoso yendo a programas de televisión y está enganchado a las redes sociales. Travi es violenta al tiempo que muy protectora y le cuesta encontrar curro.
-¿Ves a tu generación y a los que vienen detrás muy dependientes?
-Sí, cada vez más, porque somos más ambiciosos, en parte, por la facilidad para conseguir las cosas, desde drogas hasta echar un polvo. Con las aplicaciones cada día somos más egoístas.
-¿Quiénes son tus referentes?
-En cuanto a animación y guion, South Park, La niña repelente, Cálico electrónico y, por supuesto, Los Simpson.
-Entonces, ¿es una copia de copia o aporta algo nuevo?
-Claro que aporta. Una cosa son las fuentes y lo que he visto de pequeño y otra mis personajes, chicos de barrio en los que cualquier joven se puede ver reflejado.
-¿A qué personas va dirigida?
-A gente de 16 a 35 años, incluso 40, no más. Está pensada para jóvenes, pero también para los padres que no ven lo que hacen sus hijos cuando están fuera de casa. No son conscientes de cuánto se drogan o de que el sexo forma más parte de sus vidas de lo que imaginan. Tampoco, de cuánto dinero deben a quien les pasa droga ni de que pueden estar manipulados por ellos. Te lo cuento y parece exagerado, pero no lo es.
-¿Tan protagonistas son las adicciones ?
-Más de lo creemos. Para empezar, somos adictos a los problemas.
-¿Entre tus personajes no hay adictos a la lectura, al cine, al arte?
-Hay jóvenes que dedican su tiempo a hacer cosas saludables para la mente y el cuerpo, pero lo malo hace más ruido que lo bueno y quería dar un toque de atención reflejando lo que hace la mayoría.
-¿Qué tienen los personajes de ti?
-¿De mí? Cada uno, un poco. Son parte de mis vivencias con mis amigos de Cuenca: la choni, la protectora, el pijo. Aunque bueno, más del 90% de las voces son la mía.
-¿Puede llegar a molestar tu Plan B?
-Si te molesta, es que te sientes identificado con algo tuyo que no te gusta.
-¿Pretendes aportar alguna enseñanza?
-Vivimos en un mundo donde solo nos importamos nosotros. No prestamos atención a cuatro niñatos que vemos en el banco de un parque, pero todos tenemos una vida única y diferente y quizá tienen mucho que mostrarnos. Ellos viven en la seguridad de su parque y su banco. ¿Qué pasará cuando algunas de estas cosas corran el riesgo de desaparecer? ¿Qué pasará cuando cada vez sea más difícil vivir en el planeta? El banco desde el que ellos contemplan su mundo es un símil. No estamos viviendo un tiempo de cambio, están cambiando los tiempos. ¿Hacia qué? Todavía no lo sabemos. ¿Estamos preparados para asumirlo? Mis personajes viven en esa constante incertidumbre. Yo, entre Madrid y Valencia: a veces siento que vivo en un BlaBlaCar.
Javier Bellot.