José Luís Ramos Romo es periodista cultural y asesor especializado en artes escénicas y comunicación, ha desarrollado una extensa carrera en el ámbito de la cultura contemporánea.
Además, José Luís Ramos Romo ha entrevistado a grandes artistas como Angélica Liddell y Peter Brook y ha formado parte durante trece años de la redacción del diario El Mundo y además, ha participado como conferenciante o jurado en actividades organizadas por instituciones como el Centro Dramático Nacional, la Fundación Juan March, el Festival de Mérida, el Festival Eñe, el Festival de Otoño y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Nos brinda en exclusiva para Urban Beat , una entrevista que desgrana los entresijos y contradicciones que vive el arte contemporáneo de nuestros días a través del prisma de Matadero Madrid, el más importante centro de creación contemporánea de la capital.
Entrevista José Luís Ramos Romo.
¿Cómo han sido el origen y desarrollo de tu carrera profesional? Cuéntanos un poco acerca de tu historia vital.
Comencé mi carrera como periodista cultural en La Luna de Metrópoli, el suplemento de los viernes de El Mundo. Durante casi 15 años, estuve escribiendo sobre artes escénicas en las diferentes cabeceras de Unidad Editorial, lo que me dio una visión bastante extensa del mundo del teatro, la danza, la performance o el circo. Tuve la suerte de poder entrevistar a grandes como Ivo Van Hove, Romeo Castellucci, Angélica Liddell o Peter Brook, y también de conocer cómo funcionaba el sistema de las artes escénicas en Madrid y el resto de España. Todo ello, me fue muy útil cuando comencé como asesor de artes escénicas en el Área de Cultura del Ayuntamiento en 2019. En esa etapa trabajé en el rediseño de los teatros municipales y también en los nuevos planes de subvenciones, entre otros proyectos. Encontrarse con la pandemia al poco de comenzar la andadura municipal fue todo un reto, pero creo que estuvimos a la altura. En 2023 me nombraron Director General de Cultura y Actividades Culturales y eso me ayudó a poder expandir mi conocimiento mucho más allá del ámbito de las escénicas. Con todo este bagaje, llego a Matadero con mucha ilusión por dar forma a un nuevo proyecto cultural para uno de los grandes centros de cultura contemporánea de Madrid.
Danos pistas acerca de tu labor en el día a día de un centro cultural tan importante como es Matadero Madrid ¿Cómo se consigue cerrar proyectos tan interesantes con artistas tan disímiles?
Bueno, en ese sentido trabajamos de dos maneras. A veces, los proyectos están impulsados desde el propio centro y apostamos por artistas o gestores culturales con los que queremos trabajar porque creemos que tienen una trayectoria que encaja con el centro o que son especialmente idóneos para nuestros proyectos por alguna razón. Pero también estamos abiertos a propuestas. A mi email y al del resto de responsables de programas o directores artísticos que trabajan en Matadero a menudo llegan propuestas de todo el mundo que evaluamos con cuidado por si pudieran encajar en algunas de las líneas de programación.
¿Cómo se estructuran las diferentes vertientes artísticas en la programación del Matadero?
Matadero es un centro único en España porque en él están representadas prácticamente todas las disciplinas artísticas (artes escénicas, cine, literatura, diseño, música, ciencia…) y, además, cuenta con una estructura en la que se dan la mano lo público con socios privados, como La casa del Lector, Central del diseño o Madrid Artes Digitales. Con todos estos socios, que enriquecen el centro con sus propuestas, se habla a menudo para buscar formas de colaboración. Además de mí, hay otros directores artísticos trabajando en Matadero como Luis Luque o Luis Parés que llevan la nave 10 y la Cineteca, respectivamente, o Eduardo Castillo, responsable Comisarial de Medialab. Entre todos, y con los responsables de programas del Centro de Residencias, Intermediae y Oficina de Coordinación, buscamos formas de colaboración para tratar de hacer una programación coherente entre todos. Por ejemplo, si yo apuesto por recuperar el Día de la Música a lo grande, con varios días de conciertos, Cineteca lo apoya exhibiendo documentales de música en esa semana. Creo que trabajar en red es importante para un centro tan diverso como es Matadero, en el que no existe una sola voz sino una polifonía de propuestas que ayudan a que los madrileños tengan un gran escaparate en el que elegir.
En Matadero confluyen las artes visuales, escénicas, la literatura, la cultura digital, la arquitectura y el diseño, en definitiva hay una búsqueda de propuestas interdisciplinares. ¿Cuál es la influencia del centro cultural Matadero Madrid en el panorama artístico del Madrid contemporáneo?
Matadero es un espacio que lleva como subtítulo: “Centro de Creación Contemporánea”. En el Centro de Residencias acogemos a artistas plásticos, audiovisuales o sonoros para desarrollar sus proyectos y les ofrecemos un espacio en el que puedan trabajar y en el que se creen sinergias entre ellos. Con más de 10 años a sus espaldas, este centro ha forjado una auténtica comunidad de artistas (te recomiendo que eches un ojo a su Instagram, por ejemplo) en la que muchos llevan con orgullo haber pasado por Matadero, porque somos un referente. De hecho, paseando hace un par de días por ARCO daba mucha satisfacción ver el trabajo de muchos de ellos en las galerías seleccionadas. Además de esto, espero recuperar para la nave 0 el proyecto Abierto x obras que fue fundamental para lanzar la carrera de muchos artistas, que ahora triunfan en otros espacios, como Tere Solar. Volver al site specific y a encargar artistas obras para este lugar tan singular creo que va a ayudar a posicionarnos de nuevo en un espacio destacado en el arte contemporáneo.
¿Cuáles son los retos o disyuntivas a las cuales se enfrenta el arte contemporáneo en la España actual?
Creo que no sólo del arte contemporáneo, si no de la cultura en general, el reto al que nos enfrentamos es el de eliminar la precariedad en la que se mueven muchos creadores de nuestro país. Los artistas necesitan que, desde las instituciones, ayudemos a sostener sus carreras y les acompañemos en sus procesos. Para crear en libertad deben poder desarrollar sus carreras sin los agobios que supone estar en un terreno laboral tan inseguro como lo es la cultura.
¿Qué papel juega la cultura y el arte contemporáneo a la hora de cambiar conciencias?
Aunque parezca un poco ingenuo, yo sigo creyendo que el arte puede ayudar a despertar conciencias. En el teatro se ve muy claramente, hay montajes reivindicativos en los que notas que el público se contagia de una energía muy especial. Me viene a la cabeza, por ejemplo, Jauría, de Miguel del Arco, sobre el caso de la Manada. Es difícil que alguien que ha visto esa obra no salga de alguna forma conmovido y concienciado contra los abusos a las mujeres. Sin embargo, también me da mucha pereza el teatro telegráfico, esa cosa de mandar mensajes al público como si estos no fueran capaces de pensar por sí mismos. Hay que tener cuidado con cómo se plantean estas cosas, los mensajes sin emoción o inteligencia no creo que sirvan de nada.
¿Entiende el arte de colores políticos?
Estamos en un momento en el que todo es político. Abordar unas líneas de programación u otras es político. Otra cosa es si los artistas deben señalarse políticamente. En mi opinión, todos debemos ser libres para hacer lo que creamos conveniente acorde con nuestra conciencia. Es una elección muy personal.
El avance de la tecnología ha sido vertiginoso en los últimos tiempos, las redes sociales lo copan todo y la inteligencia artificial empieza a abrir nuevos horizontes creativos nunca antes imaginados, ¿Cómo afectan las nuevas tecnologías al desarrollo del arte contemporáneo?
Precisamente, Medialab trabaja en la intersección entre la ciencia y la cultura. En su último LAB, sobre las mentes sintéticas (un concepto algo diferente al de las inteligencias artificiales), se mostraba cómo un DJ puede pinchar con una máquina como si esta fuera otro humano. Creo que, como ha ocurrido siempre, las inteligencias artificiales serán otra herramienta más al servicio de los artistas. Al final, el componente humano para mí siempre necesario en la creación artística.
Este año aún está en sus inicios, ¿cuáles son las propuestas más interesantes que tenéis en la programación del 2024?
Uno de los objetivos de mi programación es recuperar la plaza de Matadero como lugar de encuentro y celebración para los madrileños. En ese sentido, la plaza va a ser el escenario de propuestas muy diversas como Danzadero, un programa que traerá baile a los patios durante los fines de semana de abril y en el que vamos a poder ver a grandes de la danza a cielo abierto. También el Día de la música va a ser muy interesante porque recuperaremos dos días de conciertos y algunos shows especiales en las naves. Además, en noviembre celebraremos el centenario del edificio, con un montón de actividades (plazas sonoras, conferencias, talleres…) que pongan en valor esta joya de la arquitectura industrial que hoy se ha transformado en uno de los centros de creación contemporánea más vibrantes de España.