
El desarraigo es una cualidad intrínseca del exiliado. Cuando tus raíces se resquebrajan , secas y amorfas , tu alma pierde el color y asume ir dando tumbos , de puntillas por el mundo, cual bailarina ebria en un escenario desvencijado. El avión asciende y la melancolía tapiza todos los asientos, se estira como cinturón de seguridad para sostener al pobre ser humano sin patria que se diluye en un vaivén de nubes ácidas y luces rotas. Noventa millas de estupor separan mi archipiélago, del Norte; oscuro y brutal . Noventa millas es todo lo que tengo . Hoy en este cacharro con alas de Cubana de Aviación ya empiezo a respirar los efluvios de un inmigrante en ciernes, tristón y desamparado, frente a sus propias elucubraciones.

La limonada está caliente . Mi compañero de viaje, Yordanis es joven dicharachero que ha conquistado a toda la tripulación femenida a golpe de cazadora Versace y gracias a varios piropos dulzones. Lleva tatuado el rostro de Castro , las iniciales de su abuela y un monigote azuloso y deformado que ni él mismo sabe que significa. Me confiesa que el único sueño importante de su vida ha sido irse pa’la yuma y por eso se le ve pletórico, y bebe como agua todo el ron que le ponen por delante. Me cuenta todos los detalles de su vida y en su ebriedad, se torna vulnerable. Desconecto y me hago el dormido. Holguín se aleja, y la tierra prometida se acerca, yo en medio, como un zombi flacucho entre ambos mundos. El avión desciende con dificultad entre crujidos de metal y extraños vientos. Un aplauso ensordecedor e inesperado lo invade todo. Estamos en Miami.
Nunca soñé con llegar a Miami. Soy un exiliado atípico, casi enfermizo, que se recrea en el dolor de un apátrida desnudo ante las corrientes del Golfo. Por eso decidí desdramatizar y hacer un viaje distinto. La crucial diferencia sería su temática , algo más burlesca y canalla.

Me hospedo en el único hotel gay de todo Miami Beach. El hotel Gaythering tiene todo lo que necesitas para disfrutar tu estancia, desde una librería, restaurantes, spa con cancaneo , yoga tántrico con mucho hombre adulto y una happy hour mestiza y salsera que hará que disfrutes de cervezas y cócteles a tu más excéntrico gusto. Está ubicado en la calle 1409 Lincoln Rd de Miami Beach. muy cerca de la plaza comercial Lincoln, donde podrías tomarte un pequeño tiempo para comprar ropa playera que sea sexy y, una vez acabadas las compras, podrás dirigirte al Ocean Drive para disfrutar del sol y la playa y dejarte curiosear por una suerte de fauna sedienta de sexo y dejarte conocer por gente interesante como Aníbal amigo de Yordanis, el colega que conocí antes, durante el vuelo (con felación incluida en los lavabos ) y cuya vulnerabilidad nos hizo amigos . El contacto era de él. Asumí que debía confiar en la bondad de los desconocidos y esa misma noche quedé con él para dar una típica vuelta por Lincoln Rd. Aníbal es un nómada que se ha hecho así mismo como yo , con la diferencia de sus ojos cerúleos y su inglés cerrado .Llegamos en plena ansiedad a Palace en 1052 Ocean Dr., Miami Beach .Los espectáculos valen mucho la pena, las drag queens se entregan en el escenario con sus performances brillosos y sus indecisos vestuarios. El público es variado en edad, género y orientación sexual. Es muy divertido para cenar o el brunch. Los precios por bebida y alimentos están acorde a un lugar en la playa, y sorprendentemente el sabor y calidad es muy bueno para un bar donde el cruising es propicio y constante. Los meseros son muy atentos y el staff zalamero cuida que se cumplan los protocolos sanitarios. Está situado en la calle 1052 Ocean Dr. Seguimos más adelante y medio borrachos nos dimos de bruces con la verja de una mansión situada en 1116 Ocean Drive. La policía dictaminó que Cunanan se suicidó con la misma pistola que usó para matar a Versace y además supo que el asesino había estado en su casa dos días antes.

Su primera víctima mortal fue su amigo y antiguo cliente Jeffrey Trail, un ex oficial naval de EE.UU .Cunanan; hombre blanco gay , golpeó a Trail hasta la muerte, asesinándolo a martillazos y cuyo cadáver luego envolvió en una alfombra persa y metió en un armario de un apartamento del loft que pertenecía a David Madson, su siguiente víctima. La segunda víctima fue su ex amante, el arquitecto David J. Madson, quien fue encontrado en la orilla este del lago Rush cerca de, Rush City , Minesota el 3 de mayo de 1997 , con heridas de bala en la cabeza y espalda. La policía reconoció la conexión cuando el cuerpo de Trail fue hallado en el desván del apartamento de Madson en Mineápolis. Posteriormente, Cunanan condujo a Chicago y mató a Lee Miglin , de 72 años de edad, un prominente promotor inmobiliario, el 4 de mayo de 1997. Miglin había sido torturado y atado con cinta adhesiva en sus manos, pies y envuelto alrededor de su cabeza. Luego fue apuñalado 20 veces con un destornillador y se le cortó la garganta con una sierra, para luego robarle sus objetos de valor. Cinco días después, Cunanan, que se llevó el coche de Miglin, un Lexus de color verde modelo 1994, encontró a su cuarta víctima en el cementerio nacional de Finn’s Point, donde asesina al vigilante William Reese, de 45 años, el 9 de mayo de 1997, aparentemente para robar su camioneta roja, y dejar abandonado el coche de Miglin.
La mañana del martes 15 de julio de 1997, Cunanan asesinó al diseñador de moda italiano Gianni Versace; hombre blanco gay, de 50 años, después de que este diera un paseo bajo el sol de Florida. Abriendo la puerta de su mansión de Miami, le disparó dos veces en la parte posterior de la cabeza. ¿Versace ó Cunanan?.Habría interpretado mejor a Cunanan.

Aníbal seguía en modo inglés y los dos, ebrios, decidimos terminar la noche en la sauna. Decisiones precipitadas en momentos deliciosos . Aníbal me alertó con google traslator de que las saunas en Miami eran mas sosas, casi intrascendentes, comparadas con las europeas: el éxtasis líquido GHB lo salpicaba todo en un ambiente distendido con efluvios de Popper y venas encontradas …. Situada en mi propio hotel , nada podía ser más práctico por tanto, todo se redujo a ir dando tumbos agarrado de Aníbal que se empeñaba en hablar en un inglés que yo no entendía .Me limité a toquetearle a fondo en plena calle .Me excita mucho camelar al americano común. Mis cabales estaban ebrios . Estamos dentro , huele a lejía con eucalipto y a semen de varios días. Hay una luz roja y la gente se mueve .Termino el día sin correrme, no obstante, hay cierta satisfacción de viaje sin retorno , de turbulencia algodonosa y de libertad necesaria tan adentro , que sonrío y con resaca termino la maleta, y me voy sin lavarme los dientes al aeropuerto . Aníbal sigue dormido .El aeropuerto está conmigo y reconozco inmediatamente el de olor del desarraigo. El desarraigo es como como un exótico perfume con extrañas notas de fondo . Estas notas no se percibirán al principio, sin embargo, serán las más largas y las que servirán de base para el aroma. En ocasiones, se notarán tras aspirar profundamente. Son las que más tiempo perduran, pueden persistir en la piel por un día completo o en tu alma durante años . Soy consciente de mi condena así que me integro a mi avión desvencijado y busco mi asiento al final del pasillo , al lado de los lavabos .Me siento como el héroe de las mil caras que psicoanaliza su propio mito. El avión asciende.
Por Juan Carlos Trinchet
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Ilusraciones por cortesía de artistas globales y maravillosos