Comisariada por Sonia Martínez Requena y Covadonga Pitarch Angulo, la exposición se divide en tres secciones: El centro de la familia, El mundo de los niños y La otra infancia. La primera aborda los retratos familiares que Sorolla hizo a su esposa Clotilde, y a sus tres hijos María, Joaquín y Helena, quienes fueron su fuente inagotable de inspiración, así como el pilar sobre el que sustentar su vida. Además, la exposición reúne por primera vez, una selección de retratos infantiles por encargo procedentes de colecciones particulares en esta misma sección.
La segunda parte enseña cómo vivían, estudiaban, dibujaban o jugaban los más pequeños, siendo frecuentes las escenas de mar y playa. Finalmente, en el último segmento se observan las imágenes menos afortunadas de los niños, aquellos enfermos o humildes que debían trabajar para ayudar a sus familias.
Joaquín Sorolla fue un prolífico artista de corte impresionista, postimpresionista y luminista al que se le han catalogado más de 2.200 obras. Nació en Valencia en 1863 y estudió dibujo en la Escuela de Artesanos de su ciudad natal. En 1889 se instaló en Madrid y en unos pocos años alcanzó un gran renombre. En 1894 viajó a París, donde desarrolló un estilo pictórico denominado luminismo, gracias al cual se haría célebre.
Sorolla fue un gran retratista y pintó a famosos e intelectuales como Santiago Ramón y Cajal, Benito Pérez Galdós, Antonio Machado, Vicente Blasco Ibáñez, Emilio Castelar o el rey Alfonso XIII. Falleció en Cercedilla (Comunidad de Madrid) en 1923.
Los niños se convirtieron en protagonistas de la pintura de Sorolla desde el principio de su carrera. Sorolla, retratista consumado, pinta en numerosas ocasiones a su familia y recibe los encargos de la burguesía y la aristocracia, que desean que pinte, no solo sus retratos, sino también, los de sus hijos.
Museo Sorolla.