-¿Eres tan buen chico como pareces?
-Nadie es tan bueno como parece.
-¿Esa mirada tan sincera corresponde a una persona realmente sincera?
-Intento ser lo más sincero que puedo, pero es algo muy subjetivo. Alguien puede pensar que no lo soy y tampoco me importa.
-¿Y tú de quién eres?
-Pues me llamo Megane Mercury y acabo de cumplir 25 años. Nací en Móstoles, pero vivo en Leganés. Soy artista multidisciplinar, o como lo quieras llamar. Hago fotografía, modelaje, vídeo, música.
-¿Cuáles son los límites de tu felicidad?
-Yo lo que quiero es hacer mis proyectos y vivir tranquilita en mi piso cuando me pueda independizar.
-¿Vives con papá y mamá?
-Vivo con mi hermana y mi cuñado. Mi madre hace unos años volvió a Guinea. Mi familia es de allí.
-¿Cómo es una madre guineana?
-Como las demás. Guinea fue parte de España y hay muchas similitudes. Ella vino a vivir aquí a los 17 años. Una madre es madre. La mía siempre ha sido muy tranquila.
-¿Eso de artista multidisciplinar qué es?
-En el colectivo se necesitaban caras nuevas, como Puto Chino Maricón o Samantha Hudson. Tienen nuevas formas de hacer las cosas. No tienen por qué ser innovadores, pero a nivel generacional la gente puede sentirse identificada. Incluso a nivel intrageneracional.
-¿No crees que tu forma de ser y crear va más allá de ser un artista activista de un colectivo?
-Sí. De hecho, tampoco soy activista como tal. Tengo conciencia crítica y formo parte de ciertos colectivos, aunque al final voy a hacer un poco lo que me dé la gana.
-¿Sientes que has dado el salto a la fama?
-Soy un chaval de Leganés y ya está. No creo que tenga tirón para alcanzar ciertos niveles más populares. Si me llegan las cosas, pues genial. Tampoco sé si me va a funcionar. Yo no vivo de esto. Es más, pierdo dinero con lo que hago.
-¿De qué vives entonces?
-De trabajos esporádicos. Me mantengo porque vivo en casa de mi familia. Si quiero hacer algún proyecto y no tengo dinero, pues echo currículums en tiendas. No me parece rebajarme. He trabajado muchas veces de camarero, otras me tocará hacerlo en cosas que me gusten más.
-¿Cómo te ves en un futuro?
-Me gustaría cantar en festivales, pero esas cosas llegan cuando llegan. Llevo dos años haciendo música. Tengo tiempo todavía. De aquí a cinco años va a haber muchos festivales que no existen y van a surgir cosas que están por crear. Por eso, no puedo decir lo que va a ser mi vida desde las formas de hoy.
-¿Qué te da miedo?
-Perder la ilusión por las cosas que quiero hacer. Me gusta que la gente las valore, pero al final las hago para mí.
-¿Qué te da vergüenza?
-Que la gente piense que soy alguien cuando creo que no soy nadie.
-¿Has construido involuntariamente un personaje?
-No soy consciente de haber creado un personaje. Yo soy mi arte y mi arte soy yo. En mi Instagram @meganemercury publico todo mi trabajo, pero también las fotos que me hago porque me da la gana.
–¿Qué tienes de tonto?
-Creo que mucho. Muchas veces me comprometo muy fácilmente, aunque estoy labrando mi propio camino yo solo.
-¿Qué letras de tus canciones te vienen de inmediato?
-Hay una que me gusta mucho: “Me enamoré de ti en la pasada cuaresma solo por eso me entrego a dios”. “Dime qué tengo que hacer para no discutir contigo más” también me gusta.
–Si dentro de 40 años abrieran un museo de principios del siglo XXI, ¿qué habría de Megane Mercury?
-Me cuesta pensar a nivel conceptual estar en un museo. Cuando vives una época, no sabes cuáles van a ser las consecuencias. Lo que hago puede resonar a mucha gente, pero ahora con internet todo es muy volátil: un día eres la hostia y al siguiente no te conoce ni Dios.
-¿Tienes ambición?
-Sí, fichar por un sello que me ponga pasta para poder hacer mis proyectos, aunque los voy a hacer tenga más o menos dinero.
-¿La humildad es una virtud o un peligro?
-Tal vez, ambas.
-¿Eres humilde o falsamente humilde?
-Creo que todos somos ambos. La humildad te hace no perder el rumbo, valorar hasta qué punto te renta una decisión. Pero también tienes que creer en tu curro y decir que es la hostia para venderlo. La percepción de nosotros mismos está viciada por nuestra propia persona: hasta qué punto puedo decir estoy triunfando o no soy nadie.
-¿Qué papel juega el activismo en tu vida?
-Ser activista me ayuda a conocer a lo que me enfrento como persona negra no binaria: racismo, homofobia, transfobia, misoginia. Saber a lo que te enfrentas te hace estar mejor preparado. Es supervivencia.
-¿A qué te enfrentas?
-Las identidades disidentes como artistas nos enfrentamos a una industria que nos da sitio, pero no tanto. Siempre estamos reservados al underground.
-¿Tu generación se enfrenta al reto de crear todo nuevo?
-Cada periodo generacional tiene que descubrir cómo moverse en su contexto. Yo tengo la sensación de estar en muchos lados, pero no estoy seguro de que forme parte de algo. La percepción es difícil de medir. En algún momento quiero hacer películas.
-Para despedirnos, ¿qué tal con tu madre?
-No me llega a entender del todo. Estamos en negociaciones.
-¿Qué no entiende?
-Lo que hago, maquillarme, travestirme. Ser queer, en general. La gente puede pensar que tengo una familia súper abierta, pues no. Pero en un momento determinado dije: voy a hacer lo que me dé la gana.
Javier Bellot.