Ricardo Álvarez-Ossorio está considerado uno de los más brillantes letrados de España. Titular de la firma Álvarez-Ossorio y Castro y con 30 años de especialización en derecho penal, su firma se ha posicionado desde la última década en el número uno del ranking por resultados en las ramas de salud pública y orden socioeconómico, manteniendo igualmente elevadas posiciones en el resto de áreas.
A pesar de haber nacido en Vigo, creció y se formó en Cádiz, donde con sólo 22 años ya ejercía la abogacía, destacando de forma inesperada y prematura en procedimientos de especial complejidad.
Sólo tres meses hicieron falta desde sus comienzos como pasante en un modesto despacho de Arcos de la Frontera y empleado de banca recién licenciado en la localidad de Rota (Cádiz), actividades que simultaneaba con el libro ejercicio de la abogacía, para obtener su primer gran éxito en un asunto de magnitud.
Pronto fundó la firma que lleva su nombre, donde en el curso de los años han ido incorporándose letrados y profesionales de distintos ámbitos hasta conseguir la creación de un equipo jurídico sin competencia en el campo del Derecho Penal. Ello, junto a la dimensión de los asuntos que defendía, le llevó a compartir una colaboración profesional con el insigne penalista y catedrático José María Stampa Braun hasta su fallecimiento.
La acumulación de resultados y experiencia ha evolucionado hasta una auténtica proyección internacional de la firma, cuyo fenómeno ha despertado el interés de todo tipo de cadenas, plataformas y medios de comunicación.
Amazon, National Geographic, BBC London o la alemana ARN, entre otras, han dedicado programas especializados a la figura de este abogado.
Por su parte, a nivel nacional, la práctica totalidad de canales televisivos y prensa escrita y digital, han contado con sus colaboraciones en innumerables documentales, reportajes y entrevistas.
De igual modo, ha participado en diversas conferencias e impartido cursos universitarios sobre la materia, además de escribir artículos especializados en prensa.
Su extraordinario índice de éxitos, así como el dominio de cuatro idiomas y la creación de un equipo técnico sin precedentes, han comportado la consolidación de esta firma como referente a nivel nacional e internacional. Entre sus casos más destacados figuran Scrinium (Archivos Secretos Vaticanos), ANOM (Malware del FBI), Alex Male, Spanair, Ballena Blanca, Caso Hidalgo, El nene, Danske Bank y Samuel Crespo.
Alvarez-Ossorio y Castro tiene su sede en la localidad gaditana de Sotogrande, desde donde despliega su presencia en prácticamente todo el continente europeo y Tribunales Internacionales.