A partir del 21 de diciembre, el Círculo de Bellas Artes de Madrid abre sus puertas a STANLEY KUBRICK. The Exhibition, la espectacular muestra sobre el rupturista e influyente cineasta británico. Un recorrido por toda su carrera que te invita a sumergirte en la mente del genio, y a descubrir el universo propio de uno de los más importantes referentes culturales del siglo XX.
A través de una extraordinaria selección de más de 600 piezas del director (material audiovisual, fotografías, atrezzo, cámaras, maquetas, objetivos, guiones, ilustraciones, storyboards, cartas, vestuario, claquetas…), se irán desglosando las líneas temáticas de sus películas, así como los distintos aspectos formales de su filmografía.
‘2001: una odisea del espacio’ (1968), el vestuario o la icónica mesa del Korova Milk Bar en ‘La naranja mecánica’ (1971), la máquina de escribir o los vestidos de las inquietantes gemelas de ‘El resplandor’ (1980), hasta la capa del doctor Bill Harford durante la secuencia de la orgía en ‘Eyes Wide Shut’ (1999), son algunas de las reliquias cinematográficas que se podrán disfrutar. Además, contará con la presentación de objetos exclusivos que ayudarán a los seguidores de Stanley Kubrick a profundizar más en el proceso creativo son la correspondencia, planes de rodaje, guiones y cuadernos de notas del director. También se podrán ver escenas míticas y censuradas de algunas de sus películas.
La intención de la exhibición es acercarse a la manera de pensar y crear que tenía Kubrick, sumergiéndose en su cerebro para descubrir ese universo propio que fue construyendo en sus cintas. De tal modo, se rememora cronológicamente toda la vida del artista, desde sus inicios como fotógrafo en la prestigiosa revista Look hasta su última película, la polémica Eyes Wide Shut, estrenada en 1999.
Pero no solo se vislumbran sus filmes, sino también algunos proyectos que nunca llegaron a ver la luz, como (A.I.) Inteligencia Artificial, que más tarde desarrollaría Steven Spielberg, o Napoleón, para la cual aglutinó más de 15 000 fotografías para localizaciones y numerosas lecturas biográficas del emperador francés.
Stanley Kubrick, detrás del genio de la cámara.
Todo las personas amantes y pertenecientes al mundo cinéfilo, sabe la meticulosidad con la que trabajaba este genio del séptimo arte. Era dedicado y escrupuloso, trabajaba a ritmo lento y era increíblemente perfeccionista.
Este afán controlador le costó algún desliz e inevitables fricciones entre Kubrick y Hollywood. Tanto fue así, que el cineasta no dudó en hacer la maleta y emigrar a la campiña británica, desde donde dirigió el resto de sus proyectos. Aquella huida hacia delante desencadenó los rumores en torno al carácter huraño y maniático de Kubrick, convirtiéndose en un personaje mítico, que vivía aislado y cuya apariencia era prácticamente desconocida.
Artífice de algunas de las películas más memorables de la historia del cine, el legado de Kubrick estaba en cualquier caso garantizado. A pesar de sus extravagancias y su temperamento erosivo. A pesar de su personalidad críptica. “¿Cómo podríamos apreciar ‘La Mona Lisa’ si Leonardo hubiese escrito en la parte inferior del lienzo: ‘La dama sonríe porque esconde un secreto de su amante’?”, se preguntaba Kubrick retóricamente. Y a él, como a sus filmes magistrales, hay que saber apreciarlos aunque no se comprendan las razones.
Fotos: Stanley Kubrick: The Exhibition.