Emeka: La elegancia mestiza se abre paso en el barrio de Salamanca porque vestir, también es sanar
Emeka camina rutinariamente con paso lento por la calle Velázquez en busca de una barra de pan para el desayuno, saluda con mirada lasciva a un frutero bangladesí que siempre tiene la fruta fresca, esquiva el gesto rápido de una mujer emperifollada con rancia acritud de viuda millonaria que protege su bolso, al verlo pasar. “¿Eso? Ya ni lo noto. Es un reflejo condicionado. Como un tic nervioso colectivo”. En su móvil suenan ritmos de Amapiano mezclados con Rosalía. Él mismo hace sus playlists: “Una mezcla, como yo. Nada puro. Todo contaminado”. Urban Beat presenta este editorial de moda distinto que se nutre de las diferencias enriquecedoras, del amor por la autenticidad y de la voluntad de desmoronar prejuicios y respetar al prójimo, de una puñetera vez.