Elisabet Cid Vasylenko, hija pródiga de dos mundos —la raíz castellana y la savia ucraniana—, ha tejido su destino entre costuras, focos y palabras. Modelo de pasarela, musa de la fotografía artística y emprendedora visionaria, ha recorrido certámenes como Miss Universo España y Miss Mundo España, no para coronarse, sino para abrir caminos. Con su marca Elisabet Beauty, viste la elegancia de alta costura; con Élixir Éternel, prepara una cosmética ecológica y de vanguardia donde de belleza natural promete cuidar la piel como se cuida un recuerdo preciado.
La formación en Lenguas Modernas de Elisabet Cid Vasylenko , inspirada por una madre ejemplar traductora de figuras históricas, es la otra aguja que borda su perfil: la del rigor intelectual. Ahora, sus pasos se dirigen hacia un máster en Relaciones Internacionales, con la mirada puesta en las embajadas y la ONU. En el corazón de su discurso, la moda es más que estética: es un manifiesto a favor de la diversidad, una rebelión contra la “belleza normativa” y un rechazo frontal a la cosificación de la mujer.
Como formadora de modelos, Elisabet Cid Vasylenko enseña que la verdadera pasarela se pisa con autoestima, constancia y la serenidad de quien sabe que el rechazo no es derrota, sino estadística. A las jóvenes que sueñan con este mundo, les susurra que confíen en su voz interior y no permitan que otras opiniones dicten su rumbo.
Sus referentes son brújulas emocionales. Elisabet Cid Vasylenko no solo ha aprendido a brillar tras la tormenta: ha hecho de esa luz un faro para quienes se atreven a soñar con la misma intensidad que ella.