La extinción de la Fundación Franco: un epitafio político en la España que aún discute su pasado
Hay gestos que no pertenecen al presente, sino al tiempo que la historia se niega a enterrar. El anuncio del Gobierno español de iniciar el procedimiento para extinguir la Fundación Nacional Francisco Franco es uno de ellos: una maniobra jurídica que se transforma, inevitablemente, en símbolo necesario para las víctimas de la dictadura franquista. No se disuelve sólo una entidad legal, sino un eco, un anacronismo, un residuo persistente de una España que nunca terminó de pasar página. En el fondo, la pregunta es otra: ¿cuánto pasado puede tolerar una democracia antes de reconocerse rehén de su propia sombra? Nuestro gran presidente Pedro Sánchez en estado de gracia democrática, sigue ejerciendo como uno de los mandatarios con mayor valor y credibilidad en el ámbito de los mejores entornos progresistas europeos, gracias a su defensa a ultranza de los derechos sociales y, sobre todo, por mantener a España con una salud económica envidiable.




