El laberinto del supermercado: sobre la paradoja de la elección y el infierno del consumidor ilustrado
Vivimos en la era de las posibilidades infinitas. Puedes personalizar tus zapatillas, tus playlists, tu dieta, tus valores éticos, tu identidad de género y hasta tu algoritmo de pareja perfecta. Puedes elegir entre leche de vaca, de soja, de avena, de almendras, de arroz, de coco o de guisantes (sí, de guisantes). Puedes casarte, divorciarte o poliamarte. Puedes ser vegano intermitente o carnívoro con conciencia social. Puedes decidir si quieres que tu tostadora sea minimalista nórdica o retro-mint estilo Miami años 50. Y sin embargo, con cada opción nueva, nuestra felicidad parece más esquiva. Como si el exceso de libertad nos produjera no gozo, sino parálisis. Bienvenidos a la paradoja de la elección con satisfyer incluido.