
¿Cómo llega esta especialidad a su vida?
Pues realmente por casualidad, elegí traumatología y cirugía ortopédica, por instinto o arrebato, el día de la elección de la plaza MIR, en el Ministerio de Sanidad en Madrid, en el último momento, pensé que era una especialidad que abarcaba un campo más amplio que cirugía general, que era lo que iba dispuesta a elegir.
Tenía claro que quería ser cirujana, siempre he tenido habilidad con las manos y soy una persona creativa. La cirugía en cualquiera de sus áreas, es una habilidad y un arte.
¿Qué fue lo que más le atrajo de dicho ámbito?
Muy pronto, supe que me dedicaría a la cirugía de columna, me cautivó el reto de la complejidad, el riesgo y el cambio sustancial que producía en la funcionalidad y calidad de vida de los pacientes. Especialmente, la cirugía de corrección de la deformidad, como la escoliosis o cifosis, que requiere una cuidadosa planificación quirúrgica para corregir y frenar la progresión de problemas estructurales y evitar sus consecuencias futuras y que además, produce un cambio en la cosmética del paciente joven, que constituye una creación artística desde el punto de vista médico y una gran mejoría en la funcionalidad y recuperación de la calidad de vida en el paciente adulto. Mis conocimientos en el manejo de la patología compleja me permiten saber que cada gesto quirúrgico que se realiza en la columna, por ejemplo, para tratar cosas más simples como la hernia de disco o la estenosis, hay que valorarlo de una forma integral, teniendo en cuenta la biomecánica de la columna y el aparato locomotor para evitar complicaciones futuras.

¿Cómo se ha desarrollado su trayectoria profesional hasta convertirse en una eminencia en dicho sector?
Tras mi especialización en Traumatología y Cirugía Ortopédica y tras concluir mi tesis doctoral en Canarias, quería formarme en un Centro de excelencia en cirugía de columna y por eso realizé un Fellow en la Universidad de California, San Francisco (UCSF) en el periodo 2001-2002 y posteriormente, continué mi formación en el Lutheran Medical Hospital y el Woodridge Spine Center en Denver, el Hospital for Special Surgery de Nueva York y la Washington University of St Louis, con cirujanos de máximo reconocimiento internacional como el Dr. David S. Bradford, el Dr. Thomas S Lowe, el Dr. Oheneba Boachie Adjei, el Dr. Larry Lenke, Daniel Riew y el Dr Munish Gupta, todos ellos colegas y amigos de gran prestigio internacional.
Mi trayectoria internacional ha representado una base muy sólida de conocimiento y de conexiones con colegas igualmente comprometidos con la excelencia en el tratamiento de pacientes con patologías de columna que buscamos ofrecer al paciente lo mejor en cada momento basado en la evidencia científica y en el desarrollo tecnológico más puntero. En España he trabajado como responsable de la Unidad de Columna del Hospital Universitario de Canarias durante 12 años y posteriormente, llegué Madrid donde han transcurrido otros 12 años de mi vida profesional, trabajando en el Hospital Ruber Internacional y en la Clínica Universidad de Navarra, en su sede de Madrid como responsable. En 2022 inicié mi proyecto personal con Centro de Tratamiento de Columna Vertebral donde busco una atención personalizada e integral de los pacientes con patología de columna.

¿Cuáles han sido los grandes hitos de su carrera profesional?
Los principales momentos son siempre los que se producen cuando logras el éxito tras una cirugía compleja y se produce el agradecimiento de los pacientes por su salud recuperada, esto es muy emocionante y crea un vínculo muy fuerte entre el paciente y yo, que perdura con los años. Otros momentos destacados son mi experiencia durante 10 años como cirujana voluntaria para operar niños con escoliosis muy severas en África, esa ha sido una de las épocas más enriquecedoras para mí, desde el punto de vista humano y profesional.
Entiendo la vida como un camino en que uno tiene que perseguir sueños e ir logrando retos a corto, medio y largo plazo. Siempre busco una mejora continua para poder ofrecer también lo mejor a los demás. Cada reto alcanzado es un logro celebrado que me empuja a continuar hacia delante. Me mueve siempre la búsqueda de la innovación y la aplicación de la medicina basada en la evidencia. La cirugía mínimamente invasiva y la endoscopia percutánea, me permiten resolver algunas patologías de columna, con mucha menos agresión, de una forma más segura, y con más rápida recuperación de los pacientes y para mí, apostar por la cirugía de mínima invasión supuso liderar un cambio que ofrece grandes ventajas a los pacientes.
¿Cómo se gestiona de manera eficiente la participación de su gran equipo en el día a día en la gestión de su eminencia como médico especialista?
Somos un equipo multidisciplinar constituido por cirujanos especialistas en cirugía de columna, médico internista, anestesista, enfermeros y auxiliares de enfermería, expertos en neurofisiología y fisioterapeutas. Es muy importante el trabajo en equipo para lograr el éxito en la cirugía de columna.
¿Cómo describiría el perfil de pacientes que confían en su brillante labor?
Es muy diverso, desde niños a adultos y ancianos. Las patologías de columna son muy diversas desde problemáticas típicas de los niños en crecimiento como la escoliosis, la hipercifosis y espondilolisis/espondilolistesis, así como del paciente joven y deportista, con alta demanda física, por sobrecarga, traumatismo o lesiones de estrés, típicamente hernias de disco, hasta patologías degenerativas propias del paciente adulto y anciano en cualquiera de sus áreas, cervical, dorsal y lumbar.

¿Cómo afronta su equipo las dolencias más frecuentes?
Lo más frecuente es el dolor mecánico por degeneración discal y articular y también el dolor neuropático de pierna o brazo provocado por hernias de disco, estenosis y espondilolistesis. En segundo lugar, la escoliosis en niños y adolescentes y también en el adulto y anciano. En los últimos años, por el aumento de las expectativas de vida, ha aumentado la prevalencia de la escoliosis, como consecuencia de la degeneración vertebral a lo largo de los años. La escoliosis afecta al 68% de la población anciana y condiciona una merma muy sustancial de su calidad de vida y un dolor muy limitante
Si echase la vista atrás, ¿Cuáles han sido los momentos más complicados que ha tenido que afrontar?
Los momentos más complicados son enfrentarse a una complicación. Cuando se complica un paciente, se produce un gran sufrimiento. Un paciente complicado implica un gran desgaste emocional y un coste elevado en la salud porque te lo llevas a casa. Justamente por eso, la mejor manera de evitar las complicaciones es siempre anticiparse a ellas, optimizando al paciente y creando una adecuada planificación quirúrgica teniendo siempre en cuenta el riesgo/beneficio.
Otros momentos complicados pero ya de menor importancia son aquellos en los que tienes que lidiar con gestores o burócratas que priman la cantidad a la calidad. Nosotros nos alejamos de la cantidad, nos juntamos a la calidad y sobre todo somos fieles a los principios de máxima exigencia a favor de la recuperación paulatina pero garantizada de nuestros pacientes.
¿Qué cree que caracteriza su forma de entender la medicina?
Entiendo la medicina como el arte científico de la curación pero como todo arte, requiere también entrega y disciplina para mejorar cada día y eso es lo que trato de hacer siempre, involucrarme con lo nuevo y formarme siempre para lograr mejorar la calidad de vida de mis pacientes con una medicina de excelencia que requiere siempre conocimiento, estudio pormenorizado y aplicación de la técnica quirúrgica más conveniente para cada paciente de forma particular. No entiendo la medicina sin ponerme en el lugar del otro, del que sufre. Una empatía sin fisuras es la clave del éxito. Por eso, creo que lo más importante de mi profesión es ser compasivo y buscar una solución que logre recuperar la vida del ser humano sin dañarlo y aportando siempre soluciones concretas, científicas y de valor.
Enlace de contacto de la Dra. Cristina Sacramento:https://www.cristinasacramento.com/