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“Robert Capa. ICONS”: la vida en negativo de un mito del fotoperiodismo

Del 2 de octubre de 2025 al 25 de enero de 2026, el Círculo de Bellas Artes de Madrid se convierte en escenario de la mayor retrospectiva realizada en España dedicada a Robert Capa, el fotógrafo que cambió para siempre la manera de mirar la guerra. “Robert Capa. ICONS” reúne más de 250 piezas originales, entre ellas fotografías reveladas en su momento por el propio autor, publicaciones históricas y objetos personales. Una oportunidad irrepetible para adentrarse en la obra y en la vida de quien definió el fotoperiodismo moderno.

La muestra, coproducida por Sold Out y el Círculo de Bellas Artes, está comisariada por Michel Lefebvre, escritor y periodista de Le Monde especializado en historia contemporánea. El recorrido se articula como una inmersión en el universo de Capa, explorando tanto su faceta de reportero intrépido como su lado más íntimo y vitalista.

Testigo de un siglo en imágenes

Capa, nacido como Endre Friedmann en Budapest en 1913, se convirtió en mito bajo un nombre inventado junto a su compañera Gerda Taro. Desde su bautismo fotográfico en la Guerra Civil Española, en 1936, hasta su trágica muerte en Indochina en 1954, su cámara captó los grandes conflictos del siglo XX: la guerra chino-japonesa, la Segunda Guerra Mundial, la primera guerra árabe-israelí y la guerra de Indochina.

Su obra está ligada a imágenes que ya pertenecen a la memoria colectiva: Muerte de un miliciano, símbolo de la Guerra Civil; las estremecedoras escenas del desembarco de Normandía en Omaha Beach, tomadas bajo fuego enemigo; o los retratos cercanos de combatientes, civiles y amigos que lograban condensar humanidad en medio del horror.

La exposición coincide con el 90 aniversario del inicio de la Guerra Civil Española, recordando así el contexto donde Capa alcanzó reconocimiento internacional.

El poder de la autenticidad

El visitante encontrará en esta retrospectiva fotografías de época, las llamadas vintage prints, reveladas por el propio Capa en el momento en que fueron tomadas. Estas piezas, lejos de las copias retocadas de otras exposiciones, conservan la huella de su tiempo: arañazos, imperfecciones y la urgencia del instante. Esa materialidad convierte cada imagen en un documento vivo, capaz de transmitir no solo lo que ocurrió, sino cómo circulaban esas fotos por periódicos y revistas de los años treinta, cuarenta y cincuenta.

A este conjunto se suman objetos personales que acercan al hombre detrás del mito: una de sus célebres cámaras Leica, su máquina de escribir, su permiso de conducir. Elementos cotidianos que recuerdan que Capa, además de reportero de guerra, fue un viajero incansable, un apasionado del juego, del cine, de la amistad y de la intensidad vital.

“Las fotografías originales de época, incluso con sus imperfecciones, son un testimonio mucho más fiel del trabajo fotoperiodístico”, explica el comisario Michel Lefebvre. Con ellas es posible comprender cómo miraba y cómo trabajaba Capa, siempre al límite, siempre en primera línea.

Más allá de la guerra

Aunque su nombre está inevitablemente ligado al frente de batalla, la exposición también muestra a un Capa menos conocido. Retrató a personalidades como Picasso, Hemingway o Ingrid Bergman, exploró la fotografía de moda, se interesó por los rodajes cinematográficos y realizó reportajes de viaje por toda Europa.

Fundador de Magnum Photos en 1947 junto a Cartier-Bresson, Seymour, Rodger y Vandivert, defendió la independencia de los fotógrafos frente a los medios, otorgándoles control sobre sus negativos y derechos de autor. Ese gesto marcó un antes y un después en la historia del fotoperiodismo.

En Madrid, además de las instantáneas en blanco y negro que definieron su estilo, podrán verse sus incursiones en la fotografía en color. Desde finales de los años treinta experimentó con esta técnica, que adoptó de forma más habitual tras la Segunda Guerra Mundial. Sus escenas en color para revistas como Life o Holiday revelan a un Capa vitalista, fascinado por la intensidad de lo cotidiano, muy lejos del estruendo de la guerra.

El legado de un hombre breve

Capa murió joven, a los 40 años, al pisar una mina en Indochina en 1954. Su muerte truncó una carrera que ya había redefinido la fotografía documental. Miles de negativos quedaron dispersos por el mundo, hasta que su hermano Cornell Capa y colaboradores como John G. Morris o Richard Whelan se dedicaron a recuperar y preservar ese archivo monumental.

Hoy, con esta retrospectiva, se presenta al Capa completo: el reportero que arriesgó la vida para narrar la historia y el hombre que celebraba la vida en todas sus formas. Sus fotografías no solo documentan hechos: siguen conmoviendo por su poder humano, por esa mezcla de valentía y empatía que convierte cada imagen en testimonio y poesía al mismo tiempo.

Una experiencia única en Madrid

Robert Capa. ICONS no es únicamente un homenaje a un mito de la fotografía, sino una invitación a recorrer, a través de más de 250 piezas originales procedentes de la Golda Darty Collection y de Magnum Photos, la mirada de un hombre que supo estar en el corazón de la acción.

El Círculo de Bellas Artes abre así una ventana a la historia del siglo XX vista desde el visor de una cámara. Una experiencia que trasciende la memoria y devuelve al presente la urgencia de esas imágenes directas, humanas y esenciales.

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2 comentarios en ““Robert Capa. ICONS”: la vida en negativo de un mito del fotoperiodismo”

  1. Jose Manuel Susperregui

    El retrato de Picasso es un claro ejemplo de composición de muchas de sus fotografías. Curiosamente en lugares donde podía mantener la cámara a distancia suficiente para que la persona o motivo principal de la composición fotográfica salieron enteros, acudía a una composición cargada en el lado izquierdo y dejando el lado derecho vacío. Este estilo compositivo se observa claramente en la foto principal “Muerte de un miliciano” donde parte de la culata del fusil queda fuera del encuadre. Esta es una de las claves de esta fotografía porque genera una tensión en el espectador que le conecta con un momento peligroso, es decir, cuando muere un miliciano que se encuentra a escasos metros de Robert Capa. La fotografía del miliciano fue realizada en un frente que no había tenido ninguna actividad bélica durante su presencia en la localidad cordobesa de Espejo. Esta fotografía es una puesta en escena que en clave de fotografía de prensa, equivale a una estafa informativa. He demostrado en mis artículos que esta fotografía fue una escenificación y también he localizado el yacimiento donde posó el miliciano ante la cámara de Robert Capa montada sobre un trípode, porque es la única explicación que justifica que los dos milicianos reproducidos en la revista VU, compartan el mismo encuadre en un 95%.
    La posición del miliciano en el cerro del Cuco corresponde a las coordenadas de Google Earth:
    37º.40’29.3”N 4º32’35.2”W

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