La pieza, escrita y dirigida por el dramaturgo argentino Sergio Boris, combina humor, aspereza y una poética escénica, y es el resultado de un prolongado proceso de investigación y elaboración que ha reunido a un equipo híbrido de intérpretes de España y Argentina, reivindicando el tiempo y la exploración como motores fundamentales en la creación teatral.
Euforia y Desazón se sumerge en la noción del fracaso como valor y también como forma de resistencia. Situada en un instituto deteriorado para adultos repetidores, invadido por restos de un antiguo taller —neumáticos y repuestos usados—, la obra indaga en las tensiones entre estudiantes, docentes y mecánicos que buscan en lo absurdo un territorio donde sobrevivir. El foco recae en los personajes y en sus vínculos: figuras subalternas sin voz, atravesadas por la opresión de clase.
“Esta obra es la oportunidad de encontrarnos con otros imaginarios y de generar un cruce teatral y humano que nos transforma. Jugamos juntos para crear un universo que nos habla con una lengua que no hace falta entender. Lo que buscábamos no era un teatro dominado por los textos o las ideas, sino un trabajo desde la actuación, situacional, donde los vínculos entre los actores generaran el relato”.
Desde su origen, El Eje se ha afirmado como una compañía de referencia en Barcelona gracias a su compromiso con la dramaturgia contemporánea, la exploración escénica y los procesos de creación colectiva. Su residencia en la Sala Beckett —espacio emblemático de la dramaturgia catalana y europea— ha permitido que sus trabajos dialoguen con una de las instituciones teatrales más influyentes de la ciudad, generando piezas que han marcado tendencia en el circuito independiente y fortaleciendo lazos con creadores locales e internacionales.
Euforia y Desazón es fruto de un proceso de más de siete meses, una duración poco frecuente en el teatro español, pero vinculada a las dinámicas del teatro independiente bonaerense, donde los tiempos prolongados son esenciales para la investigación y la construcción escénica.
La compañía reconoce que el origen de esta obra apareció hace muchos años y afirma: “Descubrimos a Sergio en Buenos Aires hace más de diez años y nos fascinó su manera de trabajar. Había algo enigmático en los vínculos entre los personajes, una profundidad que conectaba con nuestro propio universo como compañía. Sentimos que compartíamos un mismo lenguaje”.
Sergio Boris es actor, director, dramaturgo y docente argentino. Sus trabajos —como Artaud, Viejo, solo y puto y La Bohemia— se han presentado en los principales teatros de Buenos Aires y en destacados festivales internacionales en París, Madrid, Bruselas, Toulouse, Montevideo, Lima y Oporto, entre otras ciudades.
Ha recibido galardones como el Getea a la Mejor Dirección y el Teatro del Mundo a la Dirección y Dramaturgia. Como actor, ha participado en montajes dirigidos por Ricardo Bartís y Sergio Renán, y en películas del cine nacional como El abrazo partido y Mientras tanto. Además, desarrolla una intensa labor docente impartiendo talleres y seminarios en Argentina y en el exterior.
Sobre el proceso creativo de Euforia y Desazón, Sergio Boris señala: “improvisamos desde la nada, apostando a un cruce de signos y sentidos que todavía no entendemos del todo. Lo importante no es lo que se dice, sino lo que ocurre en los resquicios de las palabras, en los gestos, en lo misterioso que aparece entre los actores”.
El elenco está compuesto por Eric Balbàs, Maria Hernández, Sebastián Mogordoy, Cristina Mariño y David Teixidó, un reparto integrado por intérpretes de España y Argentina que refuerzan el carácter internacional de la propuesta.
El montaje es una coproducción de El Eje, Cassandra Projectes Artístics, Silencio de Negras y el Festival Temporada Alta, con el apoyo de Iberescena.









