
¿Adónde irá el pájaro que no vuele? —título tomado de una copla de la poeta y ensayista Isabel Escudero—, y ¿Adónde iré yo que no te lleve? —segunda parte de la misma copla— conforman la tercera exposición enmarcada en el 25 aniversario de la convocatoria Generaciones de la Fundación Montemadrid. Tras 25 años, el certamen abarca todo tipo de temáticas. Los comisarios de esta muestra, Ángel Calvo Ulloa y Julia Castelló, han decidido poner de relieve la actitud generosa en muchas de las prácticas creativas de los artistas seleccionados. Al fin y al cabo “generar”, “generación” y “generosidad” tienen su origen etimológico en la raíz “gen-” y, según los comisarios, se enmarca en un contexto en el que el mundo (también el del arte) acusa su ya endémica falta de planificación a largo plazo y su insolidaridad. La necesidad de reflexionar —desde distintas temáticas y propuestas realizadas ex profeso para este proyecto— en torno a esa actitud generosa y la supuesta responsabilidad del arte de “cambiar el mundo” se manifiesta tanto en las obras que se presentan en las salas de La Casa Encendida como en las activaciones que se suman a este proyecto en espacios independientes de Madrid: Conciencia Afro, Araña y La Parcería.

Según Calvo Ulloa y Castelló, sostener la conciencia de la propia práctica artística implica contradicciones y frustraciones, lo que no significa renunciar a una producción crítica y a experimentar con las posibilidades y los límites. Está claro que formamos parte de lo que criticamos y que lo hacemos con una lucidez dolorosa. La conciencia de lo que nos frustra, sin embargo, tiene algo de positivo, como sugiere Remedios Zafra, y es que “aumenta la exigencia sobre el mundo que nos forma y nos transforma”. Tratar de mantener la distancia crítica, de moverse entre las grietas del sistema, en el estrecho margen que queda —para decirlo con William Kentridge— allí “donde el optimismo se mantiene controlado y el nihilismo se mantiene a raya”, no deja de exigir cierta generosidad (unilateral tal vez, no demasiado eficaz quizá, pero generosidad al fin y al cabo).
Este proyecto expositivo conforma, en definitiva, una especie de copla dedicada a una serie de artistas que crean cobijo. Los comisarios han querido “visibilizar su actitud y también unir voces que han logrado un gran reconocimiento tras pasar por Generaciones con otras que — esperemos— lo alcancen en los veinte años próximos”.


Acerca de la Casa Encendida:https://www.lacasaencendida.es/exposiciones/adonde-ira-el-pajaro-que-no-vuele-adonde-ire-yo-que-no-te-lleve