Martirio no es simplemente una cantante. Es un género en sí misma, una categoría al margen, un gesto escénico sostenido entre la tradición más jonda y la ironía más inteligente. Con su peineta, sus icónicas gafas oscuras y una voz que abraza la copla, el jazz, el bolero o el flamenco con la misma naturalidad con la que una madre canta a su hijo, Martirio ha reescrito el concepto de lo andaluz en la música española contemporánea. Su verdadero nombre es María Isabel Quiñones Gutiérrez, nació en Huelva en 1954, pero desde los años ochenta no ha dejado de romper moldes, cuestionar clichés y dignificar los sonidos populares. Basado en el tango y en las raíces argentino-españolas que tanto tienen que ver con la copla, Martirio presenta su nuevo trabajo “Al sur del tango” que fusiona ambos modos de hacer canción. Puerto a puerto se han ido fraguando con muchas connotaciones comunes. La copla es la mujer, el tango, su marido. Sus compositores oían estas músicas a ambos lados del Atlántico, se oían en las casas de uno y otro lado y se emparentaban amores, exilios y distancia. El espectáculo podrá apreciarse el próximo 3 de agosto en Condeduque Madrid, dentro de la programación de los “Veranos de la Villa”.