
En Las voces silenciadas, la periodista y escritora china Xinran continúa su labor titánica de dar palabra a quienes han sido históricamente invisibilizados. Xinran se adentra en una de las zonas más sombrías de la memoria colectiva china: el sufrimiento de las mujeres durante la Revolución Cultural y sus secuelas. El libro reúne una serie de testimonios profundamente conmovedores de madres chinas que, por distintas razones, se vieron obligadas a abandonar o incluso asesinar a sus hijas. Las voces silenciadas, es una ventana desgarradora a la opresión de género sistematizada bajo regímenes autoritarios y estructuras patriarcales milenarias.
Xinran no escribe como historiadora ni como activista en el sentido tradicional: su método es el de la escucha. Ella se convierte en el vehículo de expresión de mujeres que, a lo largo de décadas, han sido reducidas al silencio por políticas de Estado, tradiciones familiares o la vergüenza social. Su estilo narrativo mezcla la crónica íntima con la sensibilidad de una escritora que se sabe testigo incómoda. Lejos de adoptar un tono panfletario, Xinran abraza las contradicciones y los dilemas éticos que surgen de estos relatos: hay madres que lloran a las hijas que no pudieron criar, pero también hay quienes cargan con la culpa de haberlas entregado a la muerte, empujadas por la coacción social o el miedo a las represalias.
Lo más impresionante del texto es la manera en que Xinran logra establecer un equilibrio entre la especificidad cultural y la resonancia universal. Aunque los testimonios están profundamente anclados en el contexto chino —el trauma de la política del hijo único, la presión de los linajes patriarcales, la arbitrariedad de las campañas de reeducación maoístas—, lo que resuena es la voz humana en su expresión más elemental: el amor materno frustrado, el duelo sin nombre, la rabia que no puede manifestarse abiertamente. De esta forma, el libro trasciende las fronteras nacionales y se convierte en un manifiesto íntimo contra todas las formas de violencia institucional que deshumanizan a las mujeres.
Pero Las voces silenciadas no es únicamente una colección de sufrimientos. Es también una obra sobre la valentía de hablar. Xinran reflexiona sobre su propio papel como narradora, consciente de que ella misma proviene de una clase privilegiada que durante mucho tiempo no escuchó —o no quiso escuchar— a las mujeres del campo o a las marginadas por el sistema. En varios pasajes, ella se cuestiona la legitimidad de su intervención, y es precisamente esa duda la que confiere hondura moral al texto. No se trata de hablar por otras, sino de crear el espacio para que esas otras hablen, y de cargar con la responsabilidad de difundir esas voces sin deformarlas.
La traducción al español respeta ese tono confesional sin perder la sobriedad que caracteriza a la prosa de Xinran. No hay grandilocuencia ni adornos innecesarios: cada palabra pesa, cada historia deja una huella. Leer Las voces silenciadas es, en cierto sentido, una experiencia incómoda, porque obliga al lector a enfrentarse con una verdad que preferiría no conocer. Pero es precisamente esa incomodidad la que convierte al libro en una lectura imprescindible.
En un tiempo en que el ruido mediático lo devora todo, Las voces silenciadas nos recuerda el valor de escuchar. No solo con los oídos, sino con la conciencia. Porque, como demuestra Xinran con ejemplar delicadeza, a veces lo más revolucionario que se puede hacer es abrir espacio para el llanto oculto de las madres que nunca dejaron de amar.
Sobre la autora:
Xinran es una de las voces más poderosas y comprometidas de la literatura contemporánea sobre China. Periodista, escritora, activista y conferenciante, su trabajo ha sido clave para visibilizar la realidad silenciada de millones de mujeres chinas durante el siglo XX.
Nacida en China y residente en el Reino Unido desde 1997, Xinran saltó a la fama internacional con su libro “Las voces silenciadas”, una obra que ha sido traducida a más de treinta idiomas y que cambió la forma de entender el papel de las mujeres en la historia reciente de China.
Desde entonces, Xinran ha publicado otros libros aclamados por la crítica, tanto de no ficción como de narrativa, entre ellos Sky Burial (2004), China Witness (2008), o The Book of Secrets (2024), que siguen ahondando en la historia contemporánea de China desde la experiencia íntima.
Más allá de la escritura, Xinran ha dedicado las últimas dos décadas a construir redes de apoyo e intercambio cultural. En 2004 fundó la organización benéfica The Mothers’ Bridge of Love (MBL), con el objetivo de acercar a los niños adoptados de origen chino —y a sus familias— a la cultura y las raíces de su país de nacimiento. A través de libros, encuentros interculturales, programas educativos y eventos comunitarios, MBL trabaja para crear un espacio de comprensión entre la cultura de origen y la cultura adoptiva, dando herramientas tanto emocionales como culturales a quienes viven entre dos mundos.
Su labor ha sido reconocida con múltiples galardones internacionales: en 2011 fue incluida en la lista de las 100 mujeres más inspiradoras del mundo por The Guardian, y en 2019 fue nombrada Mujer del Año y Mujer de Influencia en el Reino Unido. También ha sido distinguida con un doctorado honoris causa en Antropología por Hamilton College (EE.UU.)
En 2008 fue seleccionada como una de los 10 “Beijing Heroes” por la revista Time Out, con motivo de su 40º aniversario. Además, su libro Las voces silenciadas fue incluido en la prestigiosa colección UK Vintage Classics, y su novela Sky Burial fue escogida para representar la letra “X” en la icónica serie Penguin Drop Caps, junto a autores como Jane Austen y Charlotte Brontë.
Xinran también colabora habitualmente como analista y asesora en medios internacionales como BBC, CNN o Sky News, donde aporta contexto sobre China y las relaciones entre Oriente y Occidente.
Acerca de la editorial AMOK