Nacido en 1996, en pleno contexto de lucha y visibilidad, el festival fue pionero en ofrecer a España una pantalla donde las realidades LGBTIQ+ pudieran reconocerse, reivindicarse y existir sin filtros. Treinta años después, QueerCineMad no solo conserva esa vocación de resistencia, sino que amplifica su eco, consolidándose como uno de los cinco festivales de cine queer más relevantes de Europa y el más veterano de Iberoamérica, con el respaldo de las principales instituciones públicas y la Red Iberoamericana de Cine LGBTIQ+.
Una nueva era para un festival con historia
El cambio de nombre no es solo simbólico: es una declaración de principios. En tres décadas, Fundación Triángulo, entidad organizadora desde el inicio, ha convertido este proyecto en algo más que un festival: en un hogar para quienes buscan verse reflejados en la gran pantalla, un altavoz para cineastas y activistas, y un refugio donde lo íntimo y lo político se funden en un mismo fotograma. Miles de películas, muchas sin distribución comercial en España, han pasado por su programación, enriqueciendo el imaginario audiovisual del colectivo y ensanchando los límites de lo posible.
Raúl González, vicepresidente de Fundación Triángulo, lo resume con emoción: “QueerCineMad cumple 30 años siendo mucho más que un festival de cine: es memoria, activismo y comunidad. Treinta años de historias que nos han ayudado a reconocernos, a celebrar lo que somos y a defender lo que aún falta por conquistar.”
Un mapa del mundo queer
La programación de esta edición late con la misma ambición de siempre: mostrar el cine como una herramienta de transformación social. Más de 110 películas procedentes de todo el mundo se proyectarán en más de veinte sedes de la Comunidad de Madrid. Títulos laureados en Cannes, Berlín, Venecia, San Sebastián, Sundance o Tribeca convivirán con nuevas voces que amplían los horizontes del cine queer contemporáneo.
Entre ellas, destacan joyas como La petite Dernière, ópera prima de la actriz y directora Hafsia Herzi, que adapta el texto autobiográfico de Fatima Daas y explora con delicadeza la intersección entre deseo, fe islámica e identidad cultural. La película se alzó con la Queer Palm en Cannes 2025 y el Premio a la Mejor Actriz para la debutante Nadia Melliti.
Desde el humor y la animación llega Lesbian Space Princess, dirigida por Emma Hough Hobbs y Leela Varghese, una aventura espacial que celebra el descubrimiento personal y la visibilidad lésbica. Su frescura le valió el Teddy Award en la Berlinale 2025.
La representación latinoamericana brilla con La misteriosa mirada del flamenco de Diego Céspedes, una obra que conjuga política, memoria e identidad sexual en un relato de fuerte carga simbólica. El film obtuvo el Premio Sebastiane Latino y el Premio del Jurado Joven en San Sebastián, además del Un Certain Regard en Cannes, y representará a Chile en los Oscar y los Goya 2026.
debut de Sara Fantova, mezcla ficción y documental para retratar la vida de una joven bilbaína entre el cuidado familiar y la búsqueda de sí misma. Fue galardonada con el Premio a la Mejor Película Nacional en el Atlàntida Film Fest y el Premio “Un Impulso Colectivo” en el D’A Film Festival.
El documental Eloy de la Iglesia. Adicto al cine, de Gaizka Urresti, revisa la vida del cineasta más incómodo y radical de la Transición, reivindicando sus miradas sobre la marginalidad, la homosexualidad o la droga, temas que marcaron su filmografía.
La selección se completa con títulos como Muy lejos, de Gerard Oms, un retrato de la vulnerabilidad masculina y la identidad migrante, premiado en el Festival de Málaga 2025, y Queer Me, de Irene Bailo Carramiñana, un documental de autor que indaga en el autodescubrimiento y la memoria queer desde lo íntimo.
Para clausurar, el festival presentará En el camino, del mexicano David Pablos, una inmersión sin concesiones en la masculinidad tóxica y el deseo queer ambientada en Ciudad Juárez. El film obtuvo el Orizzonti a la Mejor Película y el Queer Lion en la Mostra de Venecia 2025, además de múltiples reconocimientos en el Festival de Morelia.
El cine como espacio político y educativo
Las proyecciones se expandirán por toda la región, desde Cineteca – Matadero y el Círculo de Bellas Artes, hasta Casa de América, Sala Berlanga, el Goethe-Institut y el Teatro del Barrio, además de extenderse a municipios como Rivas-Vaciamadrid, Getafe, Leganés, Alcorcón y Fuenlabrada. La descentralización es parte del espíritu del festival: acercar el cine queer a todos los públicos, sin fronteras ni etiquetas.
El cartel conmemorativo, diseñado por el estudio Marialacartelera, plasma ese espíritu en una composición vibrante y callejera: un collage de historia colectiva, arte e identidad que celebra las luchas compartidas del movimiento.
Treinta años después de su primera proyección, QueerCineMad sigue encendiendo las luces de la resistencia. Lo que nació como un gesto de visibilidad se ha convertido en una celebración de la diversidad y del poder transformador del cine. En cada sala, en cada mirada, en cada historia proyectada, late la misma convicción: que el arte no solo refleja el mundo, sino que también puede reinventarlo.









