
El festival, creado por los comisarios y gestores culturales Kiki Pertíñez y Óscar Manrique, nació con la vocación de visibilizar la presencia latinoamericana en el arte en España y subrayar su influencia cultural, estética y política. Durante todo el mes, diversas sedes de Madrid —desde galerías hasta centros culturales— acogieron un programa que cruzó disciplinas como las artes visuales, la música, el videoarte y la creación escénica, con el objetivo de explorar la diversidad, la memoria y la vitalidad creativa del sur global.
FASE 0
La residencia artística de Zahira González (Venezuela) inauguró la programación en Un Lugar, extendiéndose del 21 de septiembre al 2 de noviembre. En ese espacio, la artista desarrolló un proceso de creación que abordó la pintura desde una visión crítica y contemporánea.
La Fundación Pons acogió la exposición colectiva “La mirada en fuga” entre el 2 y el 7 de octubre, reuniendo a artistas de distintos países latinoamericanos: Alfredo J. Martiz J. (Panamá), Colective ZOOA (Ecuador / Perú), Cristóbal Ascencio (México), Día Muñoz (Ecuador), Enrique Pezo Gómez (Perú), Felipe Lavín (Chile), Fernanda del Barrio (México), Freisy González (Venezuela), Nicolás Bonilla (Colombia) y Solange Contreras (Chile). La muestra propuso una reflexión sobre la migración, la mirada y la identidad, trazando puentes visuales entre diversas geografías personales y colectivas.
El videoarte tuvo su espacio en el Cupra City Garage Madrid, del 16 al 29 de octubre, con la muestra “Lo inasible”. Las obras de Abril Ángel (México), Alejandra Glez (Cuba), Ricardo Candía (Chile) y Verónica San Martín (Chile) exploraron el concepto de lo que significa “ser latino” en nuestra sociedad contemporánea.
El 10 de octubre, el Auditorio del Centro Cultural Casa de Vacas vibró con el espectáculo “Aquarela do Brasil: Uma Viagem Musical”, interpretado por Edimundo Santos, David Tavares y Carlos Mankuzo. El concierto ofreció un recorrido apasionante por la historia sonora de Brasil: desde los ritmos indígenas del Caboclinho hasta la sensualidad de la Bossa Nova, pasando por el frevo, el baião, el maracatú y el samba carioca.
La programación concluyó el 23 de octubre, también en Casa de Vacas, con la creación escénica de María Emilia Guillou (Argentina), integrante del Colectivo Recados. Su propuesta fusionó danza, manipulación de objetos y exploración somática para indagar en la memoria del cuerpo como un archivo vivo de gestos, sonidos e historias compartidas.
Con esta Fase 0, el Festival +Latina consolidó un punto de partida necesario: una red de diálogo y colaboración entre América Latina y España, donde el arte se erige como puente entre diversos lenguajes, generaciones y geografías. Un prólogo que, más que un anticipo, fue una declaración de presencia, un recordatorio de que el sur global no solo habla: también imagina un nuevo futuro.
