
Castora Herz ahora lanza el consabido videoclip realizado por la productora vallisoletana Moraleja Films y dirigido por Enrique García-Vázquez, “Espejo, sol y luna” cuya historia transcurre en un mundo fantástico donde las fuerzas rurales y las industriales están en tensión permanente. Un niño y una niña juegan en libertad hasta que algo extraño, algo que no se ve, una criatura ancestral y tecnológica —un espíritu turbado por el uso indiscriminado de la tecnología— se lleva al niño. Esta desaparición funciona como metáfora de la despoblación: el éxodo rural provocado por la concentración del trabajo y la industria en las ciudades.

Con el paso del tiempo, la niña se convierte en mujer. Representa a quienes resisten en el mundo rural sin renunciar a la modernidad. Guiada por un halo de luz azul, inicia un descenso hasta los confines de la tierra para enfrentarse a la criatura y rescatar a su amigo. En ese viaje aparece como presencia mediadora y símbolo de armonía entre dos mundos enfrentados, Castora Herz, aparece en la historia como una figura clave: símbolo del equilibrio entre la tradición y la tecnología. Su música —que fusiona folk y electrónica— no solo acompaña el relato, sino que encarna su mensaje central.
El videoclip ha sido rodado entre Vallejo de Orbó y Barruelo de Santullán, en la provincia de Palencia, subrayando el arraigo del artista con este territorio. Además, la pieza incorpora referencias visuales y simbólicas a Peñaparda (Salamanca), lugar de origen del ajechao, mediante elementos como el pañuelo tradicional, el botón charro y el pandero cuadrado.
El vídeo está dirigido y montado por Enrique García-Vázquez, quien vuelve a explorar los vínculos entre la infancia, la memoria y la identidad desde una perspectiva estética y emocional. El reparto está encabezado por Vega Rodríguez Macon y Jesús Ángel León, quienes interpretan a una niña y un niño cuyas miradas sostienen el peso poético del relato. Junto a ellos, Olga Yan rO y José Campaspero encarnan a las figuras adultas que orbitan el núcleo infantil, mientras que Aurora Escapa da vida a la criatura inquietante y simbólica.
El diseño visual ha sido construido por Alezeia FVidal, directora de arte y vestuario, con el apoyo de Jorge Lantada. La fotografía, firmada por Lucía Lobato, aporta una atmósfera sensible, trabajada con precisión técnica y calidez. La iluminación estuvo a cargo de Karu Borge, con el apoyo en cámara de Mariana De la Cruz Salas. La dirección de casting y el trabajo actoral infantil contó con la guía de Pino de Pablos,
El diseño sonoro realizado por Castora Herz, las máscaras de Guioko y las animaciones y tipografías de Alezeia FVidal enriquecen la identidad de la obra hasta lo onírico. El etalonaje de color fue realizado por Marc Tarruell.
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El universo sonoro de la película se completa con una canción original interpretada por Alfredo Muñoz en la voz, Laura Olivar al pandero cuadrado, Sergio López en pandereta, quijada y percusiones, y Eva Llorente a los sintetizadores. La producción musical fue realizada por Castora Herz en Samain Studio (Ampudia, Palencia), con mezcla de Sergio Pérez García y masterización de Tom Woodhead en Hippocratic Mastering (Wakefield, Inglaterra).
Esta pieza, entre lo ritual y lo onírico, propone una inmersión en un imaginario ancestral actualizado a través del lenguaje audiovisual contemporáneo.
“Espejo, sol y luna” es una copla que se recogió por primera vez con el nombre de “Ajechao y Brincao” por parte de Manuel García Matos a la informante María Mateos Gata en Peñaparda, junto con otras canciones que también aparecen publicadas en la Antología del Folklore de España de 1970.
Castora Herz apunta: “Gracias a las mujeres que permitieron que esta maravilla y otras muchas similares, pudieran llegar a nuestros días y lxs investigadorxs que dedicaron su tiempo y sus recursos a recoger esa sabiduría para cedernosla y que la podamos disfrutar
