El proyecto se organiza en tres zonas: The Park and The Cage, The Front Room y The Residency. Tres nombres, tres metáforas de un mismo gesto: moverse, reunirse, crear.
En The Park and The Cage se cruzan los dos universos que dieron origen a Manor Place: el skate y el fútbol. Sobre la superficie, un skatepark de hormigón con rampas, bordes y bancos evoca los santuarios urbanos del imaginario skater londinense —Southbank, Stockwell o los desaparecidos Victoria Benches—. Bajo el suelo, una cancha de fútbol subterránea late como un corazón oculto, lista para acoger torneos de tres contra tres, competiciones comunitarias y días de juego libre.
“Queríamos crear un espacio amplio y comunitario donde la gente pudiera pasar el rato”, explica Lev Tanju, cofundador y director creativo de Palace. “Nike era la única marca capaz de hacerlo realidad. Londres nos ha dado muchísimo; Manor Place es nuestra manera de devolverle parte de eso”.
El lugar está diseñado para el movimiento y la inclusión: habrá skate jams, sesiones solo para mujeres y eventos especiales que celebran la diversidad de estilos y cuerpos. “Manor Place es importante para las nuevas generaciones porque es accesible”, añade Lenna Gunning-Williams, futbolista inglesa y atleta Nike. “Será un lugar donde la gente pueda relacionarse; no solo futbolistas, también skaters y personas creativas”.
El arte como punto de encuentro
Si el subsuelo representa la energía, la superficie simboliza la conversación. En The Front Room, los muros exponen obras de artistas londinenses y el espacio se convierte en foro: talleres, charlas, pop-ups y encuentros donde arte y comunidad se mezclan. Allí también se podrán adquirir ediciones limitadas de Nike x Palace, una fusión entre el diseño contemporáneo y el espíritu callejero.
The Residency es la parte más silenciosa del conjunto: seis estudios gratuitos para artistas emergentes, con residencias de nueve meses que culminan con una exposición en The Front Room. La siguiente convocatoria abrirá en primavera de 2026, y su objetivo es tan sencillo como revolucionario: dar espacio a quienes todavía no lo tienen.
“Queríamos crear algo que realmente girara en torno a la comunidad”, dice Gareth Skewis, cofundador de Palace. “Esa palabra se usa mucho, pero pocas veces con el peso que merece. Queremos que Manor Place sea un lugar seguro y cercano donde la gente pueda patinar, jugar al fútbol y descubrir nuevas pasiones. Y todo ello, a la vuelta de la esquina del sitio donde nació Palace”.
Un proyecto con memoria y futuro
Nike y Palace han encontrado en este edificio histórico un punto de fuga frente a la saturación digital. En un tiempo donde casi todo se produce para ser visto a través de una pantalla, Manor Place devuelve al cuerpo su protagonismo, revalorizando lo tangible, el encuentro físico, la comunidad que cada vez se va desintegrando en estos días de individualismo y de hackers justicieros con zapatillas Nike.
El proyecto coincide con el lanzamiento de su primera colección conjunta, P90, una línea inspirada en la cultura futbolera de principios de los 2000. Chándales retro, camisetas de fútbol, zapatillas con estampados P90 y prendas exclusivas decoradas con el Tri-Ferg de Palace y el Swoosh de Nike. La colección estará disponible el 31 de octubre en la web y en tiendas Palace; las zapatillas se venderán también a través de SNKRS en regiones seleccionadas.
Pero la esencia del proyecto trasciende la moda. Manor Place no es un escaparate, sino una propuesta de convivencia. Un intento de devolver al espacio urbano su sentido original: el de un lugar compartido. En el fondo, cada rampa y cada pared hablan de algo más grande que el deporte: de la necesidad humana de pertenecer, de crear algo común.
El viejo edificio deportivo, ahora transformado, resume una larga historia de adaptaciones. Donde antes hubo gradas, hoy hay talleres; donde antes sonaban silbatos, ahora resuena la música del skate y del balón. Su conversión no es una ruptura, sino una continuidad: la de un Londres que se reinventa sin perder su memoria.
Manor Place es, en última instancia, una metáfora de la ciudad contemporánea: híbrida, plural y contradictoria. Un espacio donde la cultura se confunde con el juego, y el arte con la energía de un cuerpo en movimiento.
Nike y Palace no han abierto simplemente un centro: han sembrado una posibilidad. Un lugar donde la juventud londinense puede encontrar, entre rampas y pinceles, un modo distinto de estar en el mundo.
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Photography courtesy of @tdm.space
Skatepark design and build @betongpark_ltd
Football cage created by @stageserviceslondonltd









