De ídolo venerado a chivo expiatorio
Demaría concibió la obra pensando directamente en Luciano Castro, y la define como la radiografía de una caída: la de un hombre que fue ovacionado y que ahora recibe desprecio en las calles. Ese derrumbe, según su autor, se entrelaza con el de una nación que primero lo aclamó como símbolo y después lo convirtió en su sacrificio público.
“Las narraciones sobre el ascenso y la ruina de un personaje nos cautivan porque son parábolas de cualquier existencia, no solo de las grandiosas”, reflexiona el dramaturgo. “Cada ser humano alcanza un instante de cima, por minúsculo que sea, antes de hundirse en la penumbra. Cuanto más elevada la cima, más estrepitosa la caída. Y del mismo modo, cuanto menos elevados estemos los testigos de la tragedia de un héroe, mayor alivio hallamos al compararnos con su fracaso”.
Una herida abierta: Malvinas
La acción se sitúa en los primeros días de mayo de 1982, durante un maratón televisivo real: Las 24 horas de las Malvinas, emitido por ATC con el fin de recaudar fondos para el Fondo Patriótico Malvinas Argentinas. Sobre ese escenario mediático se despliega el drama del luchador, atrapado entre la necesidad personal y la manipulación política de un país desangrado.
Para Emiliano Dionisi, esta obra ofrece una oportunidad de confrontar un dolor colectivo a través del teatro. “Malvinas es una cicatriz que nunca se cerró por lo que significó: no fue una guerra, fue una masacre, un engaño monumental para distraernos a costa de nuestros chicos. Dejó una generación entera quebrada y familias destrozadas. Esa es la marca indeleble de Malvinas”, asegura el director.
La crítica también ha reconocido este gesto artístico. En palabras del diario Página 12, se trata de “una pieza ejemplar que aborda distintas aristas de un conflicto absurdo e insensato”.
Trayectorias entrelazadas
Gonzalo Demaría, dramaturgo, narrador, compositor y director, ha estrenado obras en Buenos Aires y en París. Es autor de Happyland y responsable de la adaptación de Chanchadas, ambas montadas bajo la dirección de Alfredo Arias. A su vez, escribió una versión libre de Don Gil de las calzas verdes de Tirso de Molina, convertida en Siglo de oro trans, con puesta en escena de Pablo Maritano.
Por su parte, Emiliano Dionisi ha cosechado un reconocimiento creciente en la escena argentina. En 2019, presentó en el Teatro San Martín la pieza musical Recuerdos a la hora de la siesta, inspirada en el universo poético de María Elena Walsh, que fue aclamada tanto por la crítica como por el público. Dos años más tarde, en 2021, dirigió Ecos. Homenaje por los 60 años del Teatro San Martín, con realización audiovisual de Mariano Dawidson.
Entre el pasado y el presente
Sansón de las islas no solo revive el eco de un conflicto bélico que marcó generaciones, sino que propone, a través de la comedia, un espejo brutal: el de un país que utiliza y desecha a sus héroes según la conveniencia del momento. En esa tensión entre la gloria efímera y la vergüenza pública, Demaría y Dionisi colocan al espectador frente a la fragilidad de todo mito.
El escenario de los Teatros del Canal se convertirá así en territorio de memoria y reflexión, donde el teatro no solo entretiene, sino que abre las heridas que permanecen ocultas bajo el silencio colectivo.









