A Tofel, como a la mayoría de nosotros y de nosotras, no le gusta que le exotizen. No quiere formar parte de un colectivo; cree que hay que superar eso. Dominicano, migrado a Múnich y de ahí España, recorrió varias ciudades hasta terminar en Madrid, donde continúa un proyecto musical que arrancaba en el transcurso de su niñez y que poco a poco terminaría por convertirse en su vida; en su misión y su objetivo. Nada le hace sentir mejor que subir a un escenario y cantar. El siente que habla con esa gente. Su público. Un público que él define como inconformista. Que sueña con un mundo más justo, que es inquieto y ávido por encontrar nuevas propuesta escénicas. Pero que no es revolucionario. O al menos no es excesivamente beligerante.
Ahí arriba se emociona y suda, y lo da todo. Santana está lleno de energía, fuerza y talento. Pero además el artista promete hacernos pensar y abrir reflexiones en torno a temas sobre los que no se jura experto, pero que conoce bien.
Ahí arriba se emociona y suda, y lo da todo. Santana está lleno de energía, fuerza y talento. Pero además el artista promete hacernos pensar y abrir reflexiones en torno a temas sobre los que no se jura experto, pero que conoce bien.
La historia de Tofel Santana, es la historia de la búsqueda de un sueño. Encontrar un futuro mejor de acuerdo a los esquemas que casi todos hemos comprado. Fue ese el argumento largamente repetido en tantos casos de todo el mundo, que justificó el exilio que supone dejar la tierrra a la que perteneces y buscar otra. Y además otra muy distinta. Ahí comienza la búsqueda de una identidad propia que habla de desarraigo, y del hallazgo de la no resistencia a recibir influencias e incorporarlas.
Destaca de si mismo su sentido de la justicia. Seguramente por eso quiso ser abogado. Alemania y su exultante escena musical le cedieron la electrónica y el universo metaoccidental que es ya su imaginario. Agradece las políticas de inclusión de artistas de otros origenes culturales que promueve Merkel. Sin duda, Alemania es un país que sabe aprovechar su potencial.
Hoy, para Urban Beat, Tofel Santana, la voz de una generación en constante transformación.
Entrevista tofel santana.
- De República Dominicana a Alemania y de ahí a España. ¿Cómo has vivido ese viaje y ese proceso de hibridación?
Yo era muy pequeño. Pero tengo grabada la sensación de contraste y también la de pérdida. Llegar a un lugar donde casi nadie es como tú y cómo tu familia desorienta. Pero también tengo grabado el recuerdo emocional de emprender un proyecto ambicioso junto a mi familia; el proyecto de buscar una vida mejor, con nuevas oportunidades y portando una maleta llena de sueños.
- ¿Cómo ha influido en tu carácter artístico la interculturalidad?
Ha influido de una forma muy positiva. Y es que, aunque ahora, estamos mucho más acostumbrados a escuchar una narrativa que pone en valor la diversidad, antes, esa pluralidad no era tan visible. En cualquier caso, siempre viví ese contraste que suponía ser un caribeño mestizo, en un país centroeuropeo súper desarrollado, con enorme gratitud. Alemania es un país muy cosmopolita y que reconoce la diferencia. Mi identidad como ciudadano y como artista está muy marcada, no sólo por mi origen cultural, sino por todas las cosas que he vivido en Europa. Nunca estuve condenado a un gueto. Por lo tanto esa construcción identitaria fue abierta, natural, espontánea y tremendamente positiva.
- ¿Alguna vez has sentido el desarraigo?
Quizás en algunos momentos viví la sensación de no pertenencia. Sentí haber soltado casi inconscientemente los anclajes que me vinculaban a las raíces.
- Tu estilo musical transita entre el rap y todas sus tendencias; hip hop, trap… .¿Cómo lo definirías tú?
Es un hip hop electrónico al que he ido dotando de música de raíz, de influencias de otras músicas callejeras y en el que he procurado que las tendencias más novedosas dentro de la música electrónica estuvieran muy presentes y que funcionaran como testimonio de mis influencias y mi universo interior.
Tofel Santana – The Haus.
- ¿Qué puede aportar una voz LGTBI a este discurso musical?
Las experiencias personales que hemos vivido las personas LGTBI cuando hemos sido niños o adolescentes nos han marcado y nos han dado un carácter que parte desde las emociones más íntimas hacia afuera; alcanzando la estética, la forma de comunicarnos o todos los tics que forman parte de nuestra cultura. Porque al final hay que entender la marca LGTBI como un esquema cultural al que podemos estar más o menos adheridos, ser más o menos militantes, pero que está ahí. Yo no me considero un cantante que hace música típicamente LGTBI o que recurre a los lugares comunes que caracterizan todo ese mundo. Pero si reivindico mi legado y la influencia que aporta esa realidad. Por ejemplo hablo mucho sobre el mundo de la noche, de la fiesta, de los chills, de las relaciones descartables, de lo efímero y lo urgente de esas relaciones. Y de una cierta sensación de no pertenencia o de no encajar, que se parece bastante a esa otra de la que hablábamos hace un rato.
- Las tendencias musicales que identifican tu estilo se caracterizan por llevar implícito un mensaje revolucionario y transformador. ¿contra qué cuestiones de actualidad alzas tu voz?
Cualquier forma de injusticia me rebela. De pequeño quería ser abogado porque ya entonces sentía esa pulsión y la necesidad de que el mundo cambiara. La música, la cultura favorecen la creación de escenarios de convivencia y de diálogo. Cada uno de nosotros puede hacer algo para eliminar la fractura, la pobreza, la intolerancia; el racismo, la homofobia, la transfobia, o cualquier otra forma de supremacismo.
Hoy, al igual que entonces, me sigo sintiendo identificado con esas convicciones.
- Tu último trabajo en forma de videoclip indaga en el sexo, la soledad o los encuentros fortuitos en ámbitos a los que llegamos de forma azarosa. ¿Qué te impulsó a hablar de esto? ¿exorcismo?
Puede que sea exorcismo. Para empezar son las cosas que he vivido y qué sigo viviendo y que al igual que yo, han vivido tantas personas en el mágico al tiempo que despiadado mundo de la noche. Hablo desde la vivencia que supuso descubrir un mundo que se presentó ante mis ojos como un espacio de libertad. Otras veces, ese mismo mundo me atrapó y lo viví como una condena, como una cárcel. El concepto de libertad es algo sobre lo que reflexiono en mis canciones y que queda reflejado en los video clips. No trato de dar tips, ni ponerme moralista. No trato de dar a entender que el mundo de la fiesta es decepcionante y que crea frustración porque no lo pienso. Pero sí quiero dar conciencia al desgarro, a la soledad o a la desorientación que muchas veces sentimos en los distintos procesos de búsqueda: la búsqueda del amor, de la libertad, de la identidad…
- En términos de marketing, cuál es tu público? A quién le cantas?
A personas inquietas que busquen propuestas artísticas y culturales diferentes. Que no busquen solo entretenimiento, sino también aprendizaje, emoción, reflexión y experimentación.
Jaume Amills.
CRÉDITOS.
Entrevista creada por Urban Beat @urbanbeatcontenidos
A través de la mirada de nuestro fotógrafo Raciel del Amo @raciel_del_amo
Dirigido por Jaume Amills @jaume.amills
🧵Estilismo Ewin Puello @ewinpuello
Maquillaje y Peluquería por Diego Vitaller @muagami
📍 Localización Bajos de Orense