Para Facundo de Zuviría (Buenos aires, 1954) fotografiar su ciudad natal es una pulsión vital. Cuando en 1983 decidió dedicarse a este medio una de sus primeras intenciones fue, a partir de su participación en un programa de cultura en sus barrios, formar un archivo de imágenes de Buenos Aires. El proyecto no llegó a concretarse, pero desde entonces no dejó nunca de capturar sus calles, fachadas, patios interiores, escaparates, señales de tráfico, carteles y rótulos publicitarios, sus peatones… toda la multiplicidad de elementos que componen la fisonomía urbana. De esta manera, y a lo largo de los últimos cuarenta años, Zuviría ha ido construyendo una imagen paralela de su ciudad, la suya propia, una mirada aparentemente aséptica pero transmisora, a la vez, de evocación y nostalgia.
En la estética de Zuviría asoma la influencia de grandes fotógrafos de lo urbano, como Walker Evans y Horacio Coppola -considerado el padre de la fotografía moderna argentina-, pero también la de artistas plásticos como los del arte pop norteamericano o Edward Hopper y de la literatura; no en vano su escritor preferido es Jorge Luis Borges, otro, como Zuviría, infatigable peatón bonaerense.
Sobre Francisco Zurivía
Facundo de Zuviría (Buenos Aires, 1954). Incursiona en la fotografía a los seis años, y desde entonces mira al mundo a través de su cámara. Comienza su carrera haciendo fotoperiodismo, trabajando en el programa cultural en los Barrios de Buenos Aires (1983-1989) y a partir de allí fotografía a la ciudad. Publica varios libros cuyo tema principal gira alrededor de Buenos Aires: Estampas Porteñas (1996), Siesta Argentina (2003) y junto con Horacio Cóppola en Antológico Buenos Aires: Coppola + Zuviría (2006). En 1992, recibe el Premio Konex a las Artes Visuales, y en 1996 el Premio Leonardo del Museo Nacional de Bellas Artes. Actualmente reconoce a Buenos Aires como su gran pasión.
Comisario: Alexis Fabry