Urban Beat Contenidos

Rosalía entra en su Berghain reinventado: violines, pecado redentor y liturgia electrónica con ecos de Björk

Berghain, tema incluido en el nuevo álbum Lux de Rosalía, no es solo una canción: es un experimento teológico pop con violines, sintetizadores y voces en tres idiomas —español, inglés y alemán— que se cruzan como si en una acalorada misa techno futurista se hubieran invitado a Mozart, Yves Tumor, Björk y Blancanieves . En pocos minutos, la catalana convierte la metáfora del club berlinés más impenetrable del mundo en un espejo barroco donde se refleja su obsesión constante: ser santa y pecadora a la vez, sin pedir perdón ni permiso porque el talento se nutre de todas las pleitesías habidas y por haber. Es una ceremonia de barroquismo pop más audaz, un acto de fe en que el virtuosismo no está reñido con el estertor de un corazón en colapso. Una especie de batiburrillo delicioso que aún debemos esperar encajar hasta que descubramos el disco al completo que se estructura, por cierto, en cuatro actos de una ópera personalísima.

Desde el primer acorde, te advierte: esto no es “Malamente 2.0”. Si Motomami jugaba con palmas, reguetón y pujanza urbana, Berghain se lanza al vacío con una orquesta detrás de Rosalía en espacios claustrofóbicos e inusuales.  La canción incluye a Björk (esa voz que siempre aparece en tus pesadillas auditivas más exquisitas) y arrastra en paralelo las alucinaciones estilísticas sensuales de Yves Tumor. Que haya violines es apenas el cebo más elegante.

La canción reclama su nombre con arrogancia: Berghain, templo del techno, lugar mítico e inabordable para muchos, pista de lo oculto, de lo estrujado. ¿Por qué bautizar así un tema orquestal, romántico y dramático? Porque Rosalía sabe que el contraste es donde se gatilla la emoción. Poner violines sobre un club de techno es como pintar santos cristianos encima de un grafiti urbano: conflicto estético en toda regla.

Luego está la capa de fantasía: Blancanieves aparece transmutada en una Rosalía urbana cuyos quehaceres domésticos parecen redimirla dentro de su estética del dolor y de la muerte predestinada. Animalitos, manzanas, sangre negra por los ojos del ciervo. Sí, como si Disney tomara ácido lisérgico y entrara en un túnel de espejos oscuros y voluptuosos dentro de reinvenciones metafóricas nunca antes vistas. La princesa no es pura, no es dulce, quizá es una diva que lava la ropa con su canto y declama discursos teológicos mientras plancha. Ese acto doméstico banal —que en el clip la ves hacer mientras resuena la orquesta— no es melancolía de ama de casa: es un acto simbólico, un gesto extremo de apropiación de la cotidianidad como episodio épico.

Hay una ironía fina: Rosalía nunca es víctima de su propio cuento. Ella atraviesa el espejo. Canta “yo sé muy bien lo que soy, ternura pa’l café, soy solo un terrón de azúcar.” Esa ternura aparente, ese terrón que se disuelve en café, nos recuerda que ella juega con lo dulce de una inocencia interrumpida  y lo amargo de reconocer un entorno hostil. Y entonces surge: “I’ll fuck you till you love me” — frase brutal que remata la canción con un golpe de sexo adicto y contradicción romántica. No es romance al uso, es negociación dramática, pacto de dominación con un eco de redención.

¿Y Björk? Esa aparición no es mera colaboración de lujo: es trampolín simbólico. La voz islandesa dota al tema de una dimensión que excede lo puramente pop: lleva el canto hacia la liturgia, hacia lo sublime. No es un cameo: es un pacto de complicidad estética. Rosalía no se conforma con el escenario terrenal; invoca lo celestial  armando universos con arquitectas del condescendiente caos vocal como Björk.

Ahora, hablemos del idioma: español, alemán e inglés entrelazados. Esa mezcla rompe fronteras lingüísticas, y no es afectación fácil. Canta en alemán versos iniciales (“Seine Angst ist meine Angst…”) para plantarse en el territorio del otro, y luego vuelve a lo suyo con furia. Esa oscilación de lenguas es un espejo: no sabes si estás cerca o lejos, si el puente cultural es afirmativo o desconcertante.

Pero —y esta es la salsa— Berghain no es una canción de “alma pura”. Es una transacción: de emociones, de fantasmas íntimos, de contradicciones. La “sombra del progreso” de Rosalía tiene ecos industriales: ese club berlinés, el techno oculto, el grafiti-sentido urbano que no abandonas aunque te pidan que te vistas de gala. Que ella nombre el club no es gratis: es provocación, es puente entre lo marginal y lo sublime, entre lo nocturno y lo sacro.

¿Es perfecto? No necesariamente. La ironía de todo esto es que mucha gente dirá “se pasó, muy barroco, muy intelectual para un hit”. Y tendrá razón, desde su propio universo pop. Pero Rosalía no vino a hacer hits estándares: vino a desafiar los contornos del hit. Y Berghain funciona como testigo de esa apuesta. No todos entrarán al club mental que construye en pocos minutos, pero quienes entren sabrán que atravesaron un pasillo de espejos y cuerdas tensas.

Quizá lo más poderoso es esto: ella no te deja descansar. Hasta que encuentras el terrón de azúcar, hasta que ves al ciervo sangrar, hasta que la canción te golpea y te cede su silencio final — ese punto donde no sabes si todo es catarsis o cálculo. En esa ambigüedad mora su poder.

Así que, mientras algunos me la critican por “excesiva”, yo digo: celebro que una estrella del pop decida coser un vestido de sinfonía en un club de techno. Que una princesa de cuento se lave la ropa exigente y cante deseos explícitos como plegarias. Que Rosalía convoque a Björk y coloque violines en la pista oscura del Berghain para recordarnos que la ternura puede ser un arma, y que el azúcar a veces pesa demasiado por su dulzura adictiva y abrasadora.

Bienvenida, Berghain. Hoy el club tiene sinfonía. Y nosotros, aunque sea de lejos, podemos bailar con ella dentro del espejo.

Compartir:

Facebook
Twitter

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Urbanbeat Julio 2024
¡Descarga ahora el último nùmero de nuestra revista!

Tanxugueiras ponen voz al cine de Daniel Sánchez Arévalo con “As que nunca cantaron”

Tanxugueiras vuelven a situarse en el centro del pulso cultural contemporáneo con el estreno de “As que nunca cantaron”, la canción original de RONDALLAS, la nueva película escrita y dirigida por Daniel Sánchez Arévalo. El tema nace directamente del universo narrativo del film y se integra en él como una prolongación natural de su atmósfera emocional, confirmando al trío gallego como una de las voces más sólidas, influyentes y actuales de la música de raíz en el panorama español.

El nuevo álbum de Milo J fusiona folklore argentino y rap en un viaje de 15 canciones

El regreso de Milo J a España llega acompañado de una obra que desborda el formato del disco para instalarse en un territorio más amplio: el de la declaración artística y vital. “La vida era más corta”, su nuevo trabajo publicado bajo el sello Sony Music Latin, se presenta como un álbum, pero también como un gesto consciente, un posicionamiento estético y emocional desde el que el joven rapero y cantautor argentino interpela a su tiempo y a su generación.

La música como ecuación del mundo: CaixaForum València inaugura un viaje que une el caos primordial con la armonía humana

La música suele llegar a nosotros como un estremecimiento: un temblor íntimo, un latido que no se sabe si es propio o prestado. Sin embargo, tras esa vibración que llamamos emoción opera un engranaje tan preciso como una constelación de teoremas. “Música y matemáticas. Un viaje sonoro del caos al cosmos”, la nueva exposición de CaixaForum València, desvela que bajo toda melodía late un orden secreto, un dibujo numérico que sostiene las notas igual que la gravedad sostiene a los planetas. Una suerte de anatomía sonora que recorre la historia del universo desde el Big Bang hasta los algoritmos contemporáneos.
La muestra, presentada por Álvaro Borrás —director de CaixaForum València— junto al asesor científico Carlos Calderón, podrá visitarse hasta el 23 de agosto de 2026. Concebida por la Fundación ”la Caixa”, propone un itinerario sensorial e inmersivo que convierte el espacio expositivo en un laboratorio vivo donde tocar, escuchar, experimentar y comprender se entrelazan como partes de una misma partitura.

Clara Montes convoca a Alberti y Aleixandre en un recital que devuelve el pulso poético a Velintonia

La antigua morada de Vicente Aleixandre —esa casa de sombras luminosas y respiración de otro tiempo, conocida como Velintonia— continúa recuperando su voz. Tras décadas de abandono y de reclamos ciudadanos, la Comunidad de Madrid la ha rescatado de la intemperie emocional y material, adquiriéndola el pasado abril para convertirla en la futura Casa de la Poesía. En ese proceso de restitución simbólica, la música y la palabra vuelven a habitar sus habitaciones. La próxima cita tiene nombre propio: Clara Montes, que este domingo 14 de diciembre ofrecerá el recital De tu casa a la mía. Una conversación entre Alberti y Aleixandre.

La música como territorio de retorno: Stéphanie Blanchoud en el Théâtre de Poche

Hay trayectorias que avanzan como un río subterráneo: lejos del estrépito, pero con una fuerza continua que termina modelando el paisaje. Stéphanie Blanchoud —belga-suiza, actriz, dramaturga y cantautora— pertenece a esa categoría de artistas que han hecho de la coherencia íntima un proyecto estético. Su retorno al Théâtre de Poche de Bruselas el 27 de enero de 2026 no es un gesto más en el calendario cultural de Bruselas; es la reaparición de una voz que ha sabido fundir las artes escénicas, la escritura y la música en un mismo flujo expresivo.

Una plegaria flamenca para seis siglos de memoria: estreno mundial de “Así reza mi pueblo”

El Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial se prepara para acoger un acontecimiento singular: el debut mundial de “Así reza mi pueblo”, una misa flamenca sinfónica que aspira a convertir la espiritualidad gitana en un territorio musical habitable para todos. La obra, concebida y dirigida por el extremeño Francisco Suárez, subirá a escena el 13 de diciembre como parte de la programación dedicada al 600 aniversario de la llegada del pueblo gitano a España. No es solo un estreno: es una evocación histórica, un acto de memoria colectiva y un gesto artístico que busca tender puentes entre lo sagrado, lo popular y lo universal.

También te puede interesar

Finlandia descubre oro en sus bosques: el viaje invisible del metal dentro de los árboles, gracias a bacterias endófitas

En el norte de Finlandia, donde el suelo parece inmóvil y el bosque repite su geometría de abetos con una disciplina casi mineral, la ciencia ha descubierto en 2025 un proceso tan silencioso como revelador: la biomineralización. No es una fábula ni una provocación poética: ciertos árboles contienen oro sólido en sus tejidos. No lingotes, no vetas brillantes, sino partículas microscópicas formadas mediante la acción conjunta del subsuelo, la planta y las bacterias que viven en su interior. Las bacterias Cutibacterium, Corynebacterium y P3OB-42 desempeñan un papel clave en este proceso.

Tendencias en calzado para 2026

La moda en el calzado para mujer para el año que viene avanza hacia una mezcla entre funcionalidad y estética. Las tendencias ya no se definen solo por la pasarela, sino por cómo se integran en el día a día. La comodidad sigue siendo clave, pero ahora se combina con diseños más pensados, materiales visibles y siluetas que aportan identidad sin resultar excesivas. La próxima temporada confirma que los zapatos dejan de ser un complemento secundario para convertirse en una pieza central del look, por lo que es fundamental a la hora de plantear nuestro outfit.

La orfandad hecha escena: danza y memoria masculina en “Tantas flores”

Tantas flores reúne sobre el escenario madrileño al coreógrafo galardonado con el Premio Nacional de Danza y al escritor distinguido con el Premio Nadal en una creación atravesada por la pérdida de sus madres. Chevi Muraday y Alejandro Palomas se conocen desde hace años. Durante mucho tiempo, la idea de crear algo juntos flotó en sus conversaciones: una pieza híbrida, donde convivieran relato, movimiento, escena y emoción. Lo que no tenían era la historia. Hasta que llegó. Y con ella nació “Tantas flores”, el espectáculo que Teatros del Canal presenta en cinco funciones, del 7 al 11 de enero, fruto de una concepción compartida entre el Premio Nacional de Danza de 2006 y el Premio Nadal de 2018.

Tanxugueiras ponen voz al cine de Daniel Sánchez Arévalo con “As que nunca cantaron”

Tanxugueiras vuelven a situarse en el centro del pulso cultural contemporáneo con el estreno de “As que nunca cantaron”, la canción original de RONDALLAS, la nueva película escrita y dirigida por Daniel Sánchez Arévalo. El tema nace directamente del universo narrativo del film y se integra en él como una prolongación natural de su atmósfera emocional, confirmando al trío gallego como una de las voces más sólidas, influyentes y actuales de la música de raíz en el panorama español.

Scroll al inicio

¡Entérate de todo lo que hacemos

Regístrate en nuestro boletín semanal para recibir todas nuestras noticias