Petra Hawi es libanesa y siempre ha vivido en Beirut. Es vocalista especializada en música terapéutica y en el año 2020 conoció a Hani, que, a su vez, buscaba una vocalista para formar un grupo. “Siempre me ha gustado mucho el canto árabe , teníamos visiones muy similares y formamos la banda”. Así nacía una de las bandas más revolucionarias al otro lado del Mediterráneo. Huyen de la palabra fusión, aunque apuestan por la recuperación de las raíces, yuxtaponiendo los ritmos más vanguardistas.
Hani Manja es de Damasco (Siria). Vivió en Praga durante 15 años y llegó a Beirut en 2019. “… buscaba una vocalista para poder transmitir el legado de la música árabe pero con la influencia de alguien que había vivido 15 años en Europa. Tuvimos un primer encuentro y hubo muy buena química y a partir de ahí no hemos parado.”
Conocimos a Rust en Casa Árabe. El dúo libanés forma parte de la agenda de conciertos previstos en la terraza de este espacio para el encuentro intercultural, promovido por Iwa Fest; sin duda, una de los festivales revelación que pone en valor el mestizaje desde el lenguaje de la música, pero también del cine, el debate de ideas y de las artes visuales.
¿Cómo se refleja la cultura musulmana dentro del mundo árabe en vuestras creaciones musicales?
La identidad árabe y musulmana están imbricadas y muy relacionadas debido que durante años ha habido una convivencia de raíces comunes y es complejo separar la cultura de una determinada religión. Durante años los distintos imperios islámicos han exportado arte y cultura además de la religión y por tanto, los países cristianos de la región como Siria o el Líbano beben también de la influencia islámica. Las sociedades no viven aisladas y siempre están influenciadas por todas las corrientes culturales de su entorno. Nuestro proyecto tiene un sello claramente árabe y nuestro objetivo es aunar todas las posibilidades, más allá de la religión o la procedencia geográfica.
Es indudable que tenéis un proyecto rompedor y vanguardista que pone en valor la cultura árabe desde nuevas perspectivas. ¿Cómo ha sido la acogida de vuestro proyecto en el ámbito de la cultura occidental?
Nuestro proyecto parte de la experimentación y la investigación musical contemporánea. La música electrónica es una clave importante que sirve de telón de fondo para que las voces se integren siempre al ritmo de la música árabe. Este hecho hace de nuestra música una propuesta muy novedosa y atractiva que ha tenido una excelente acogida en todos los sitios en los que nos hemos presentado. Estamos muy satisfechos de poder actuar en Casa Árabe y así contribuir a la riqueza de culturas que componen el arte en España. Es muy interesante destacar que en muchos lugares de occidente el público no entiende nuestras letras, sin embargo, conecta de una forma más emotiva y espiritual. La música tiene su propio lenguaje y ahí radica su valor esencial que no entiende de fronteras, religiones o sistemas políticos.
¿Cómo fue el proceso de integración cultural y musical que permitió el surgimiento de una voz tan distinta y especial como la vuestra?
Hemos realizado una profunda investigación musical hasta llegar poco a poco a la construcción de una voz propia que enraíza con la música electrónica y se nutre de la cultura árabe desde disímiles perspectivas. La experimentación es el núcleo de nuestra propuesta y estamos en constante evolución sin perder de vista nuestra idiosincrasia.
Estamos inmersos en un mundo globalizado donde ya no existen fronteras y los tiempos se diluyen vertiginosamente, según vuestra visión ¿Qué creéis que aporta lo global a lo local y lo local a lo global?
Tiene más sentido conectar desde lo local a lo global para poder reflejar nuestro contexto cotidiano que abarca nuestras problemáticas económicas, políticas y culturales. Cuando se parte de la cultura local siempre va a existir una mayor consonancia y empatía con nuestras raíces culturales, y con lo que realmente se gesta en el día a día de nuestras ciudades de origen. En mi opinión, hay un proceso de retroalimentación entre la cultura local y la global. Partimos de un folclore autóctono hacia nuevas perspectivas globales para luego volver enriquecidos al punto de partida local. Las redes sociales aceleran este proceso, y hoy en día es muy fina la línea que divide lo local de lo global. Lo importante es conservar siempre nuestra esencia y nuestra propia voz.
Nos gustaría conocer un poco más sobre los nuevos proyectos que tenéis entre manos y que de hecho presentáis en el día de hoy en Casa Árabe en el marco de las celebraciones del “Jardín Secreto”
Nuestra presentación de hoy tiene que ver con una recopilación de canciones de nuestro último disco llamado Ecos, que por cierto están ya en todas las plataformas de streaming y también vamos a incluir un par de canciones originales que aún no han sido publicadas. En diciembre sacamos un nuevo álbum y también estamos colaborando con una poeta libanesa que toca temas filosóficos y socio-psicológicos que hablan de las cosas que afectan a nuestra generación.
Las nuevas generaciones tienen muchos retos que afrontar en un mundo convulso que nos ha tocado vivir. Según vuestro punto de vista, ¿Qué cosas afectan a nuestra generación?
Los problemas más inmediatos que nos afectan son un reflejo de las diferentes crisis que vivimos a nivel mundial. Nosotros no vivimos en una burbuja en el Líbano. Tenemos nuestras propias luchas y crisis cuyas problemáticas exploramos a través de la música que es en definitiva, nuestra forma más genuina de expresión. Nuestro trabajo musical propicia una catarsis emocional y espiritual después de tanto tiempo sumidos en una crisis de valores, de derechos y de libertades. Nuestro compromiso parte de esa base y tomamos conciencia cada día para afrontarlo de una manera honesta y valiente.
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