Urban Beat Contenidos

petro

PETRO, DEL REALISMO MÁGICO A LA MAGIA DE LA REALIDAD

Por Juan Carlos Ahumada. Tras más de 20 años de Uribismo, de presidentes bajo sospecha y una desigualdad normalizada que los colombianos y colombianas han asumido como parte de un acuerdo imaginario entre el poder y la ciudadanía para evitar males mayores, Colombia celebra en estos días el triunfo de la izquierda. Pero, ¿de qué izquierda se trata? ¿cuál es el perfil del votante de izquierdas en un país que tradicionalmente ha identificado socialismo con castrismo o chavismo? ¿Cómo es el mundo en el que sueña Petro, el flamante presidente de Colombia? ¿Es Petro la nueva esperanza de la progresía latinoamericana? ¿Cómo viven este acontecimiento las clases acomodadas y los Estados Unidos? Hoy analizamos el perfil político y humano de Gustavo Petro, los motivos de su triunfo, su viaje de la guerrilla a la socialdemoracia y las claves de un proyecto que ha construido un nuevo relato para el país del realismo mágico.
petro

El pasado domingo 19 de junio se celebraron elecciones presidenciales en Colombia. Por primera vez llega a la casa de Nariño un gobernante de izquierdas que tomará las riendas de un país totalmente polarizado, sumido en la pobreza, y que además cuenta con una creciente y más que preocupante tasa de desempleo. Gustavo Petro tendrá la labor de enderezar el rumbo del país andino ante un escenario internacional incierto y que recela de sus objetivos, en la casi inevitable comparación con la vecina revolución bolivariana, emprendida por el Comandante Chaves hace más de dos décadas.

petro

Pocos discuten su carisma, capacitación y un extraordinario sentido del liderazgo. Gustavo Petro Urrego, político colombiano de 62 años nacido en Ciénaga de Oro, en el Departamento de Córdoba, es el mayor de tres hermanos. Con tan sólo 10 años sus padres se trasladaron a Bogotá, y poco tiempo después a Zipaquira por circunstancias laborales. Durante esta etapa Petro empezó a participar en movimientos sindicalistas y fue militante del movimiento M-19; unas siglas que marcaron su vida para siempre. Es además experto en economía, toda vez que obtuvo la licenciatura de Ciencias Económicas en la Universidad Externado de Colombia

petro

En 1980 siendo militante del grupo M-19 fue personero en la ciudad de Zipaquira y llegó a ser concejal de ese municipio entre 1984 y 1986; participó en la redacción de la carta magna de 1991 a través de una asamblea constituyente y llegó a ser representante a la cámara por el departamento de Cundinamarca, con el apoyo de M-19. Dada sus opiniones, criticas y postura política fue amenazado de muerte y tuvo que exiliarse en Bélgica durante el mandato de Ernesto Samper. Regresó al país y en 2006 fue senador de la republica. Posteriormente se lanzó a la alcaldía de Bogotá entre 2012 y 2015, donde fue electo y a la vez destituido por la procuraduría general de la nación.

 

petro

Pocos lideres políticos se han propuesto darle un giro 360 a sus países; considerar que una ideología es buena y otra no, por actuaciones aisladas y autoritarias de antecesores que ignoraron y no entendieron en su momento las problemáticas de sus pueblos puede ser un error de interpretación. En vista de esta realidad este activista político se ha de plantear un discurso y unas propuestas de país que buscan minimizar la situación de desigualdad social, hambre y el reducto de la guerra, a una reconciliación y generación de oportunidades como primer paso para vivir en un país mejor. Bajo una mentalidad progresista ha sido criticado por las élites colombianas que viven bajo un paradigma o una concepción que aún no se abre a la realidad. La narrativa democrática colombiana ha asimilado la realidad multicultural (no tanto la interculturalidad), la libertad de credo (pero con una versión ultraconservadora del catolicismo dominante, desde la apropiación cultural) y un cierto desarrollo de las libertades individuales. Colombia es uno de los países –técnicamente- más democráticos del continente de América. No obstante se habla poco de espacio público, de igualdad, de inclusión, de participación y de derechos y libertades colectivas. De hecho ese lenguaje ha puesto los pelos de punta a las clases medias de este país. Latinoamérica en general, y en sintonía con Estados Unidos nunca ha visto con buenos ojos las propuestas de la izquierda. La palabra socialismo ha sido sinónimo de dictadura comunista, y en el imaginario colectivo se dibujan la Cuba castrista, la Venezuela chavista o los últimos días del gobierno de la Unidad Popular en el Chile de Allende. Miami es el referente. La opulencia, el lujo, la ostentación y la acumulación de bienes en el escaparate de la imaginería suramericana es vista como un triunfo y ejemplo a seguir. El liberalismo a ultranza es percibido como una oportunidad; la meritocracia está en el ADN de una sociedad que dejó de confiar en sus políticos, en sus fuerzas de seguridad y en las románticas guerrillas libertarias. Sólo el dinero y las puertas automáticas que este abre liberan al colombiano de los complejos poscolonialistas de una sociedad que tradicionalmente ha situado al hombre blanco en una clara prevalencia cultural, condenado al mestizaje a la marginalidad. Emisor de personas migrantes desde los años 90, Colombia es un pueblo poco politizado. En lo tiempos modernos, la derecha ha hecho durante décadas un trabajo fino, para liquidar cualquier intento de transformación en una de las fronteras más calientes del planeta.  

 

petro

Hoy parece vislumbrarse un cambio de paradigma. La experiencia socialista en países como Bolivia, Ecuador, Argentina, Brasil o Chile a lo largo de la última década no parece haber convertido a estos estados en Corea del Norte. La ciudadanía colombiana ha notificado también en estas elecciones, que el espantajo del chavismo y de Venezuela está dejando de funcionar, pues para muchos colombianos y colombianas su día a día no es tan distinto. Realidades como las importantes escaseces y el evidente aumento de la fractura social; violencia institucional y policial como la que se vivió en noviembre de 2019, -que marcó un antes y un después respecto a la ensoñación de la libertad que los colombianos creían gozar-, han hecho que una mayoría de votantes explore otra identidad política, una vez restablecido un mundo aún mas a la deriva pero con las mismas soluciones liberalistas de siempre. Y es que la pandemia desequilibró un formato de crecimiento económico precipitando escenarios de pobreza, regresando al fantasma de una inseguridad callejera que se creía superada, y mostrando la cara del despotismo del poder.

petro

Los retos para la igualdad en materia de derecbos civiles en colectivos como el LGTBIQ+ y la visibilidad de los movimientos feministas clásicos o racializados forman parte también de un nuevo relato de estado. La Colombia petrista aspira a la modernidad, a la interculturalidad, a la igualdad y a impulsar la participación en el espacio público a través del movimiento asociativo. Democracia no es sólo ir a votar y callar cuatro años. Petro apoya firmemente el reconocimiento y respeto por las comunidades indígenas y afrodescendientes Gustavo Petro reivindica sus tradiciones y pretende promover la clara diferencia de la idiosincrasia de estas comunidades alentando que se organicen como comunidades con la elaboración de sus propias leyes resaltando, celebrando así la pluralidad y expresando la defensa de su identidad. El eje de la política social en esta primera etapa, se dirige a fomentar la educación y sanidad pública como parte de un nuevo acuerdo nacional para garantizar un escenario de igualdad a las futuras generaciones. Petro se ha propuesto terminar con las bolsas de pobreza y exclusión, en aumentar la presión fiscal a las rentas más altas y en explorar nuevos tejidos industriales acordes con los retos de sostenibilidad medioambiental y comercio justo..

petro

Petro está firmemente comprometido con el esclarecimiento de casos de corrupción con participación de delegados internacionales, así como en la ejecución de cambios en la estructura de seguridad de la nación o la implementación de los acuerdos de paz con la extinta guerrilla de las Farc- EP.

Se enfrentará a un nuevo congreso donde aún no cuenta con mayorías absolutas y se verá inmerso en muchas encrucijadas. Colombia necesita reconciliación y generar ámbitos de convivencia. Y las recetas del nuevo presidente son ambiciosas. La mirada de un Estados Unidos más amable que el trumpista, pero con una CIA más que emancipada, vigila los pasos de una fórmula política que el gringismo siempre ha intentado liquidar y desacreditar. La banca, los poderes residuales en la sombra, las clases millonarias, parte de la industria, el mundo de las exportaciones e importaciones; en definitiva: los intereses económicos recelan de un discurso excesivamente romántico y revolucionario que en cualquier momento podría radicalizarse. Ese fantasma existe. Los experimentos socialdemócratas han generado frustración, no han cumplido sus expectativas y a menudo han fracasado. Demasiadas veces en esta región del mundo, azotada por la injustica, la opresión y los intereses de las grandes potencias. Por lo que sea: por el boicot de la CIA, por la inexorable ingobernabilidad de algunas zonas de estos países; pero ha generado dudas y agitado fantasmas. Cualquier forma de acorralamiento, de estrangulamiento económico puede reverdecer y fortalecer esa radicalización. Por tanto es tiempo para aceptar el mandato de las urnas; darle una oportunidad a la esperanza y de crear espacios para el diálogo internacional. Es hora de emancipación.

Petro, entre la revolución y el consenso; del realismo mágico a la magia del realismo.

 

petro

Compartir:

Facebook
Twitter

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Urbanbeat Julio 2024
¡Descarga ahora el último nùmero de nuestra revista!
petro

El ideario político de Ada Colau revive de la mano de Bob Pop

Barcelona respira entre luces, adoquines y el ruido de las maletas de la gentrificación patológica. En los balcones aún ondean las banderas descoloridas de una ciudad que aprendió a protestar con flores, pancartas y urnas proscritas, que convirtió la dignidad en una forma de urbanismo. Ahora, entre los ecos del pasado y la incertidumbre de lo que vendrá, surge un nuevo rumor: Bob Pop, escritor y comunicador, que ha decidido postularse como candidato de “Barcelona en Comú” para las próximas municipales siguiendo la estela del ideario de Ada Colau. Lo hace con la naturalidad de quien no busca un cargo, sino una conversación. “Si Ada no se presenta, ¿Por qué no voy yo?”, dijo sin grandilocuencia. En esa frase caben dos décadas de fatiga política y una necesidad de reencuentro con lo humano dentro de una sociedad dividida entre tantas facciones y ecos independentistas.

El crepúsculo del poder mundial: los patriarcas del siglo XXI

No hay civilización con sentido común que no haya encumbrado y tenido como faro de experiencia y amor incondicional, a sus abuelos que, en definitiva, conforman el poder mundial del siglo XXI. Urban Beat se aleja del “edadismo”, porque entiende que la sabiduría envejece bien, pero el poder no, al contrario, se llena de un moho tóxico y nefasto cuyas esporas contaminan a su vez, a los nuevos retoños que quieran reverdecer en este mundo hostil en el cual nos hemos acomodado dentro de nuestras minúsculas existencias. Esto debe quedar diáfano entes de seguir leyendo este artículo. Trump tiene 79 años, Putin y Xi 72, Netanyahu 75, el ayatolá Jameneí 86; Fidel Castro se aferró al poder como un animal belicoso insensato hasta los 90 años.

La Flotilla de la Libertad ha sido interceptada por las fuerzas israelíes en una dudosa zona de exclusión marítima, pero el pulso entre conciencia y poder nunca no podrá zozobrar

En el Mediterráneo, donde el azul profundo se confunde con la tensión geopolítica, la reciente intercepción de la Flotilla de la Libertad por las fuerzas militares israelíes en aguas internacionales, llamada de manera burda por el régimen de “zona de exclusión”, demuestra que los gobiernos internacionales insisten, en mirar para otro lado. Los hechos han reactivado un debate que trasciende fronteras y pone en peligro la vida de activistas pacíficos que llevan ayuda humanitaria a una región masacrada por Benjamín Netanyahu, que no da su brazo a torcer porque entiende que su razón absurda nace en el concepto más nefasto que podamos tener de la palabra genocidio. No se trata solo de barcos ni de voluntarios; es un acto simbólico que enfrenta la pulsión de activistas decididos a romper el cerco sobre Gaza y la respuesta férrea de un Estado que busca controlar cada acceso marítimo. En Madrid y Barcelona, ya se repiten concentraciones multitudinarias en contra de la detención de los integrantes de la Flotilla de la Libertad.

Mujeres de Afganistán: el apagón digital de su última esperanza

En Afganistán la oscuridad absoluta en el ámbito de los derechos humanos y la dignidad de las mujeres, se ha instaurado en todos los ámbitos de la sociedad. Primero fueron las aulas que se cerraron a las niñas, después los parques vedados, luego los empleos confiscados a las mujeres, y ahora la penumbra más asfixiante: el silencio impuesto en la red. En las últimas semanas, el régimen talibán comenzó a interrumpir el acceso a internet en varias provincias, bajo el pretexto de combatir la “inmoralidad”. No es solo un corte técnico: es una mutilación simbólica de lo que quedaba de horizonte para millones de mujeres que encontraban en la red un refugio, una ventana, una mínima chispa de libertad.

Premio Nobel de la Paz 2025: ¿Pedro Sánchez, Donald Trump o Benjamín Netanyahu?

El Comité Noruego del Nobel, lleva días enclaustrado, sin móviles, sin ninguna comunicación con el exterior, ni siquiera con sus familias, que interfiera en la decisión que incluye el ámbito de la paz. Al puro estilo del Cónclave, son interminables las horas que se les escurren de las manos a los cinco miembros del Comité Noruego del Nobel debatiendo a quién le otorgan el Premio Nobel de la Paz 2025. Se barajan tres nombres muy prominentes y controvertidos: Pedro Sánchez, Donald Trump y la incorporación de última hora de Benjamín Netanyahu. El Premio Nobel de la Paz se ha convertido, con los años, en un espejo de nuestras paradojas. Su brillo no siempre refleja la virtud pura, sino la complejidad de un mundo donde los hombres y mujeres que aspiran a la paz rara vez caminan por sendas limpias. Este año, el abanico de posibles laureados incluye a Pedro Sánchez, Donald Trump y Benjamín Netanyahu. Tres nombres que despiertan tanto aplausos como abucheos, y cuya evaluación exige un ejercicio de ironía, rigor y honestidad literaria: la misma que aplicamos al examinar los reflejos distorsionados de la política internacional, sin inmutarnos. La medalla de oro que representa a un grupo de tres hombres en un enlace fraternal en el reverso, con la inscripción “Pro pace et fraternitate gentium” (“Por la paz y la hermandad de los pueblos”). El anverso de la medalla muestra un retrato de Alfred Nobel. Por tanto, a partir de ahora, toda mi argumentación metafórica quedaría justificada.

Big Five: el privilegio en Eurovisión frente al abismo del genocidio cometido por Israel contra los niños palestinos

Eurovisión nació como un pacto de fraternidad cultural en un continente que acababa de desangrarse en guerras y ultraderecha fehaciente y despiadada. Con los años, ese festival se transformó en un escaparate de colores, identidades y canciones que traspasan fronteras. Y en el centro de todo, los Big Five —Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España— sostuvieron con su dinero y su tradición el andamiaje de la fiesta. Ellos fueron los guardianes del espectáculo, dueños de un privilegio singular: pase directo a la final, asiento asegurado mientras el resto pelea en semifinales. Pero hoy, ese poder comienza a resquebrajarse, porque lo que parecía un juego inocente se cruza con la crudeza de la historia. España ha decidido con un valor inconmensurable abandonar Eurovisión si Israel participa, en respuesta al genocidio que asola Gaza.

También te puede interesar

La Ciudad Blanca se convierte en el corazón de la hispanidad: Arequipa acoge el X Congreso Internacional de la Lengua Española

Arequipa ya respira el aire solemne y festivo de la palabra. Desde el martes, las calles de la Ciudad Blanca lucen letreros que anuncian el inminente inicio del X Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), un acontecimiento que no solo convoca a las instituciones más prestigiosas del ámbito hispano, sino que convierte a la ciudad en un faro simbólico para el idioma compartido por más de 500 millones de hablantes.

Entrevistamos a Alberto Conejero en el marco de su próximo estreno “Leonora” en Contemporánea Condeduque

Alberto Conejero nos invita a recorrer el laberinto de su creación, donde el teatro se encuentra con la poesía, la memoria histórica y la música. Entre Lorca, Leonora Carrington y los desafíos del presente, revela de qué manera la palabra se convierte en carne, la escena, se transforma en un espacio de libertad donde la ética y la sensibilidad delinean un arte que interpela, conmueve y resiste. Alberto Conejero es licenciado en Dirección de Escena y Dramaturgia por la Real Escuela Superior de Arte Dramático y doctor por la Universidad Complutense de Madrid. De su producción dramática destacan: La geometría del trigo (2019), Los días de la nieve (2017) Premio Lorca 2019 Mejor Autor, Todas las noches de un día, ganador del III Certamen de Textos Teatrales de la AAT; La piedra oscura, Premio Max al Mejor Autor Teatral 2016 y Premio Ceres al Mejor Autor 2016, entre otros. En la siguiente entrevista indagamos un poco más sobre su nuevo proyecto “Leonora” producido por Teatro del Acantilado. La obra se erige como una evocación lírica y desbordada del cosmos íntimo de la pintora, escultora y narradora surrealista Leonora Carrington. La obra se adentra con mirada febril en los años de su juventud, en ese tiempo en que la rebeldía y el delirio aún no habían sido domesticados, y rescata su tránsito por una España herida tras la Guerra Civil, donde la artista dejó que su imaginación se mezclara con los fantasmas del país y las grietas de su propio deseo.

La Fundación Casa de México presenta “Re/Generación”, un puente entre lo prehispánico y lo contemporáneo de la mano de la mano de Pedro Lasch

Siete espejos negros contemporáneos devuelven la imagen de once esculturas femeninas prehispánicas en Re/Generación, la nueva instalación del artista mexicano Pedro Lasch, presentada por la Fundación Casa de México en España. La obra, comisariada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), forma parte de su serie Black Mirror/Espejo Negro y dialoga con piezas originales de la exposición: “La mitad del mundo. La mujer en el México indígena. El ámbito divino”, la mayor muestra de arte mesoamericano exhibida hasta ahora en España. Podrá visitarse gratuitamente hasta el 22 de febrero de 2026.

Scroll al inicio

¡Entérate de todo lo que hacemos

Regístrate en nuestro boletín semanal para recibir todas nuestras noticias