¿Quién es Elisabet Cid Vasylenko y cuáles son sus motivaciones profesionales?
Soy una empresaria apasionada por mundo de la moda nacida en Madrid. Mi origen es una mezcla de culturas bastante interesante, ya que soy mitad española por mi padre y mitad ucraniana por mi madre. Es un tema fascinante la combinación de culturas a priori distantes que se fusionan, se retroalimentan y te hacen tener una mente más abierta en muchísimos ámbitos de la vida y es algo de lo cual me siento muy afortunada. Mi pasión muy en el fondo ha sido siempre desde que yo era pequeñita desarrollarme en el mundo del arte y la cultura. Me dedico al mundo de la moda, soy modelo de fotografía artística, pasarela y publicidad desde hace 7 años. Comencé a los 19 años, y también tengo mi faceta intelectual, ya que desarrollo labores de traducción del ruso al español y viceversa.
Eres una joven emprendedora que ha sabido fusionar sus pasiones creativas con el mundo empresarial
Sí, sí, siempre he pensado más allá, siempre he sentido la necesidad de crear, es decir, juntar la creatividad con mis talentos y con las necesidades que tienen las personas actualmente, para poder satisfacerlas con una visión muy coherente y estudiada de las nuevas tendencias de mercado. Para mí es muy importante mi lado como emprendedora por eso he fundado mi marca Elisabet Beauty, que se enfoca en el diseño y producción de vestidos de gala de alta costura y también otro proyecto que tengo en mente, que es Élixir Éternel (Elixir Eterno), que voy a lanzar este año. Será una gran novedad porque va a ser una cosmética de lujo y con ingredientes totalmente naturales y ecológicos, que al final es lo que buscamos, que la piel siempre esté sana, tanto para hombres como para mujeres, para todos. Mi objetivo es darlo a conocer, pero no tanto como producto, sino como emoción, porque al final, lo que viene de un producto y lo que representa, entronca con la conexión de emociones con historias, detrás de cada vestido, detrás de cada cosmético, detrás de cada cosa, al final, lo que más importa es cómo hacemos sentir a las personas. Al final la meta primordial de todo ser humano es estar, estar sanos, sentirnos con una fuerte autoestima, que se vea reflejada por dentro y por fuera.
Me gustaría que hiciéramos una especie de ejercicio de viaje imaginativo en el tiempo y que nos retrotrajéramos a esa niña que fue Elisabet Cid Vasylenko que soñaba con pertenecer al mundo de la moda ¿Qué era lo que más se atraía exactamente del mundo de las pasarelas?
Yo, sinceramente, desde pequeña, veía con mucho entusiasmo todos los desfiles de las semanas de la moda que se suelen desarrollar en muchos países del mundo. Es algo que me ha apasionado siempre. Desde pequeña, puede parecer una tontería, pero yo siendo una niña soñaba siempre con llevar vestidos largos por la calle, aunque fuera a comprar el pan, siempre trataba de vestirme como muy elegante. Y es algo que he querido retratar ahora con mi marca. Por otro lado, nunca he descuidado mi lado intelectual, porque considero que es importante ser una persona que desarrolle múltiples facetas. He estudiado el grado de Lenguas Modernas y sus Literaturas en la Universidad Complutense de Madrid que dicho sea de paso, está muy vinculado a la traducción e interpretación del ruso- español. La inspiración para estos estudios ha venido de mi madre, ya que ella es una figura de gran renombre que ha traducido e interpretado el ideario de figuras públicas bastante importantes hasta el nivel de presidentes. Y la verdad que es algo que para mí ha sido mi motor inspirativo. Mi madre es como mi angelito, mi ejemplo a seguir, mi estrella que me guía por mi camino, básicamente. Me ha gustado siempre mucho la Psicología, pero es algo que de momento no he tocado. En octubre voy a empezar a estudiar un máster de Relaciones Internacionales. Sí, porque me gustaría traducir en el ámbito de las embajadas, la diplomacia, la ONU así que según mis inspiraciones voy cumpliendo mis sueños con disciplina y pasión. Porque yo siempre he sido una chica muy disciplinada, muy educada, pero a la par muy tímida. No me lanzaba yo misma a cumplir mis sueños, a no ser que alguien como me tirara de mí, por así decirlo. Algo que hoy en día no tiene nada que ver con mi esencia porque hoy cuando me pongo una meta, hago lo que sea para conseguirlo. Pero esos son valores que me he educado a mí misma. Al final nos vamos formando nuestro carácter, nuestra personalidad, con las experiencias y los reveces superados.
Volvamos a tu faceta como modelo
La moda es un mundo que me encanta, estéticamente es precioso, nunca se ve, ni se valora el suficiente el trabajo que hay detrás. Y eso es algo que quiero mencionar, porque es un trabajazo de horas, de castings, de agencias que te lleva a un mundo muy competitivo, para el que hay que irse entrenando desde distintas perspectivas. Y aparte de la moda, también estoy metida en certámenes de belleza. Estuve en tres. En 2021 estuve en el Miss Gran España, en el 2023 en Miss Universo España y este año voy a participar en Miss Mundo España, como Miss Mundo Jaén. Son dos mundos bastante parecidos entre sí, pero al mismo tiempo no son lo mismo. Porque una cosa es la moda y otra cosa son los certámenes de belleza. No tiene nada que ver una cosa con la otra. Porque al final los certámenes de belleza consisten es en mostrar la belleza de una chica, que sea una marca representativa de un nombre, de un concurso, para así decirlo. Es importante que todo este proceso sea una inspiración creativa a nivel internacional teniendo como núcleo el empoderamiento de mujer empoderada, en todos sus ámbitos. En cambio en el sector de moda al final, con cierta frivolidad, lo que se destaca son las marcas y la ropa.
¿Qué claroscuros del mundo de la moda te han decepcionado o al contrario, te han envalentonado para seguir adelante?
El mundo de la moda me ha enseñado el siguiente mensaje: cuando te pones una meta, tienes que trazar un camino. Un camino fijo de las cosas que tú tienes que hacer para conseguir algo, para definir el proceso. Hay un tema que siempre se lo comento a mis alumnas, porque yo ahora mismo soy formadora de modelos y de misses a nivel de pasarela, físicamente hablando, y a nivel de conciencia moral y preparación psicológica. Siempre les digo a las chicas que deben tener una fortaleza mental impresionante para estar en este mundo. Hay que tener una autoestima de hierro. Todos tenemos altibajos y eso es bastante normal. Y la cosa es aceptarse a sí mismo como somos. La parte negativa del mundo de la moda, es el rechazo. Porque al final es un trabajo que consiste en ir a castings constantemente. Y entender que, si te rechazan, siempre habrá algo mejor. Ya que cada marca busca un perfil en específico y si no seleccionan a alguien, es porque no se adecúa al perfil que buscan en ese mismo momento. Es una cuestión de perfiles que nada tiene que ver con tu talento o vocación. Es muy importante tener constancia, ganas, ilusión y simplemente quien te diga que no, te debe impulsar a seguir asistiendo a otros cientos de castings. Por ello, es imprescindible aprender a afrontar el rechazo y no tomarlo personal. Y eso lo aplicas a la vida, inevitablemente, de una forma u otra.
¿En qué términos tu trabajo como modelo en el mundo de la moda ha condicionado a la mujer empoderada que eres hoy en día?
Pues… Es una pregunta que me hace pensar bastante. Porque son siete años de un cambio de mi personalidad bastante grande, diría una metamorfosis existencial, desde cierto punto de vista. Yo te diría que me ha marcado personalmente como, bueno, principalmente a mi autoestima, a mi amor propio que se ido sanando en este proceso y la forma de verme a mí misma desde una perspectiva nueva ha hecho que la confianza en mi talento se refleje, inevitablemente en mis nuevos proyectos. He aprendido a coger una distancia sanadora, porque es verdad que yo desde pequeñita veía desfiles y tal, y como digo, todo el mundo, cuando no estamos en ese mundo, vemos todo desde fuera. Vemos lo estético, lo bonito, lo que ya está montado. Pero cuando descubrí el trabajo que había detrás y ver que yo era capaz de soportarlo todo e inspirarme con gran valor, darme cuenta que tenía todas las capacidades para conseguir mis metas y que ese despertar de conciencia me llevaba directamente a conseguir mis sueños, fue una sorpresa reveladora. Sentí un subidón que me sorprendió, me sentí orgullosa de mí misma, la verdad. Había crecido y evolucionado de manera tan radical y profunda que ya no veía obstáculos, solo metas a cumplir con un objetivo claro de la mano de una estrategia coherente, bajo circunstancias que no podía cambiar, pero sí, domesticar.
¿Cómo valoras el impacto del feminismo en la ruptura de cánones respecto a la archiconocida “belleza normativa”?
Pues la verdad que es un tema que yo creo que ha revolucionado bastante en la actualidad. Yo pienso que me parece una idea bastante buena. Como he comentado anteriormente, no tener miedo al no y al rechazo, creo que es un tema que al final ha ayudado bastante a eso y que todos deberíamos tener la posibilidad de cumplir nuestros sueños, ya sea en este mundo o en otro, pero en concreto en la moda, creo que es algo que ha ayudado bastante esa ruptura de cánones, donde hay espacio para todo tipo de bellezas. La apreciación de la belleza, es algo subjetivo y por tanto proclive a ser tergiversado bajo patrones culturales, que se trasmiten de generación en generación, y acaban formando prejuicios, poca inclusión e incluso una discriminación encubierta. Mi belleza como mujer blanca, delgada, con ojos hermosos no tiene porque competir con la belleza de una mujer modelo afroamericana con distintas cualidades a las mías. Hay espacio para todas. La inclusión es fundamental. La cosificación de la mujer en el mundo de la moda es algo que ya no tiene cabida, y debemos dejarlo muy claro en todas las tribunas.
¿Qué motiva a Elisabet Cid Vasylenko a sacar su lado más revolucionario?
Las injusticias. Ser una mujer bella y joven, que cumple con los estándares fijados por la industria de la moda es, en ocasiones, un arma de doble filo mal entendida. Me parece injusto que muchos agentes de la industria piensen que no puedo llegar a emprender o cumplir mis sueños por ese sesgo patriarcal machista de pensar que las mujeres son “meros objetos decorativos si son demasiado bellas”. Es algo que debemos ir reformulando, y te reitero, la belleza no debe ser encapsulada como producto descartable. La belleza es subjetiva y depende de la generosidad del espectador libre de estigmas identitarios.
¿Qué características crees que tiene que tener esa mujer?
Lo primero de todo, no escuchar a nadie. Sí las críticas constructivas, pero no escuchar la opinión de nadie. Porque es lo único que nos frena de conseguir nuestras metas. Eso sí. Hacemos demasiado caso a los demás. Y eso hay que evitarlo. También la seguridad en uno mismo, que es algo que se trabaja constantemente. Y tener muchísima constancia y mucho esfuerzo y ganas de trabajar. Y saber que si caes, te puedes levantar. Porque los fracasos al final, son nuevos comienzos. Siempre.
¿Qué consejo darías a las nuevas generaciones de mujeres que sueñan con incorporarse al mundo de la moda?
Que confíen ciegamente en ellas. Que sus opiniones no sean manipuladas por la opinión de los demás. Que siempre piensen las cosas dos veces antes de hacerlas. Y que tengan mucha seguridad en sí mismas. Lo primero de todo, que mejore el diálogo interior consigo misma. Que se traten bien y entiendan que hacen todo desde las capacidades y desde lo justo que pueden hacer. Desde ahí ya pueden entrar en el mundo real, al mundo laboral, a los estudios, porque al final siempre va a ser criticada por un lado o por otro. Siempre van a tener envidias alrededor, pero también van a tener personas que le inspiren y que le ayuden a crecer y a quererse más a sí mismas.
¿Un libro, una película y una canción?
Come, reza, ama.
Esta película me representa porque muestra el viaje de una mujer que se rompe para luego reconstruirse desde el amor propio, la espiritualidad y el placer de vivir. Al igual que ella, yo también he pasado por procesos de transformación que me han llevado a conocerme, valorarme y elegir con más conciencia lo que quiero y merezco.
Shine bright like a diamond- Rihanna.
Me siento reflejada en esta canción porque habla de una mujer que brilla con luz propia, que no necesita aprobación y que sabe que su valor es único. Es femenina, segura, intensa y elegante. Justo como me esfuerzo por ser: alguien que ha aprendido a brillar incluso después de la tormenta.
Mujeres que corren con los lobos- Clarissa Pinkola Estés.
Este libro me conecta profundamente con mi parte más instintiva y sabia. Me recuerda que dentro de cada mujer hay una fuerza salvaje, intuitiva y libre que ninguna herida puede apagar. Me representa porque yo también estoy en ese camino: el de escuchar mi voz interior, proteger mi energía y crear desde mi autenticidad.
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