Por Tomás Valdivieso. Director de Casasur Art&Lab
Casi 20 años de carrera artística construyen una trayectoria de Marcelo Mendonça. Una mirada y una narrativa visual que ha dado la vuelta al planeta, curtiendo la paleta de colores de este artista brasileño, nacido en Salvador de Bahía y que lleva una década afincado en España
“A flor de Piel” fue un proyecto que le hizo ganar dos premios; uno en Viena y otro en Fortaleza, en Brasil.
Y fue su trabajo “Reverso Paralelo” el que le hizo entrar en colecciones de muchas partes diferentes del mundo, como en EEUU, algunos países de Europa y Japón.
El conocimiento de las personas a partir de la relación afectiva es la base de investigación de su trabajo. Sus atrapantes ojos celestes transmiten serenidad, aunque admite que su sonrisa un tanto ingenua solapa un imaginario apasionado y rebelde.
Cursó estudios universitarios en Contabilidad y después Diseño Gráfico; y concluyó su viraje al arte con una formación específica en Diseño de Observación en la Universidad de Arte Moderno de Salvador de Bahía.
El diseño, la pintura y la fotografía son los soportes para la expresión para un creador que hace casi veinte años, obtuvo un premio que cambió su vida: “El año de 2003 fue mi primera exposición a raíz de un premio en Brasil que me llevo a exponer en el otro extremo de mi país – Porto Alegre.
Antes de eso yo me movía como artista gráfico, haciendo proyectos de diseño gráfico e ilustraciones para revistas y para artistas de teatro y música.
Trabaje muchos años como director de arte de una productora en Salvador de Bahia que llevaba los conciertos de Caetano Veloso, Maria Bethania, Djavan y otros grandes artistas de la música para conciertos en diferentes parte de Brasil y yo firmaba los proyectos de diseños de estos conciertos. Hice también las portadas de los discos de muchos artistas, siempre con ilustraciones y fotografías mías.
Ya hacía algunas exposiciones, sobretodo en Italia, pero en 2011 me vine a España y por un premio expuse en una galería por Barcelona, cuando decidí quedarme por aquí.”
Su visión del mundo y su compromiso social es ineludible y Mendonça lo reivindica a través del escrutinio que realiza en sus procesos de investigación, yuxtaponiendo la individualidad del ser, y el comportamiento colectivo. Las respuestas de un sistema adyecto y el taimado universo que se esconde tras el miedo, el derroche y el coraje: “En el fondo es el gran descubrimiento de mí mismo, relacionando mi infinito particular y el universo a mi alrededor y nada mejor que el arte para expresar eso: la búsqueda de sí mismo, la búsqueda de entender al otro y nosotros, un grupo social y nuestros intereses y conductas para alcanzar nuestros objetivos. Pero más allá de todo me interesa el instante, aquella milésima de segundo en que la atención se distrae y revelamos nuestros interiores, nuestras culturas, nuestros modos, nuestros deseos más íntimos y la relación que tenemos con la libertad individual y social.
Uso por eso materiales que por sí solos trabajan la reflexión. Las transparencias, los formatos cúbicos, cerrados y abiertos, lo que se ve por dentro y por fuera, profundidades. Las diapositivas que además de ser transparente revelan el pasado, la fotografía del instante congelado a través del tiempo, antiguo y actual en superposiciones.
Por posicionamiento político llevo una línea de denuncia contra las discriminaciones a las minorías, gay y racial sobretodo, que es un reflejo de mi historia y de mi lugar, Salvador de Bahía (BR).
Con el tiempo las plataformas se extendieron y pasé también a expresarme de manera más multimedia, utilizando también la instalación como expresiones de análisis de mi obra.”
Presentaste Sensitive Content en la Feria Justmad. Una muestra que ha causado un gran revuelo por su contenido, pero también por el entorno que ha alojado esta presentación. Me gustaría que nos contaras cómo nace este proyecto y de qué nos habla esta exposición
Este proyecto nació a raíz de una polémica generada en Italia cuando la escritora italiana Elisa Barbari fue censurada en las redes sociales por subir una foto de la icónica estatua de Neptuno que se encuentra en Boloña. A partir de este momento pasé a criticar la política de las redes sociales que censuran obras de siglos y siglos y que están expuestas en plazas publicas. En este proyecto monto con cubos magnéticos, un juego que lleva la inociencia y libertad de los niños, impresos un Neptuno hecho por mi dejando la posibilidad de censurarlo o no, con otros cubos magnéticos que llevan escrito Sensitive Content.
La utilización de materiales reciclables, como las diapositivas, siempre ha acompañado el aspecto formal, el continente de tu obra. Pero ahora observamos una vuelta, con cubos magnéticos o cubos de metacrilato. ¿Cómo y dónde descubres estos materiales?
Las diapositivas, los cubos magnéticos para niños, las transparencias en los acetatos… Utilizo objetos que se comportan como información extra para descifrar mi mensaje. Cambiarlos es una forma de cuestionar cómo se establecieron actitudes, polémicas, prejuicios y reglas, habiendo sido estos objetos fabricados en principio para un solo tipo de uso. Hay momentos en que intento extraer poesía, en otros momentos algo que denunciar, buscar en cada material lo que hay para decir más allá de sí mismos, centrándome en temas que me inquietan en mi vida diaria. Los busco en todos los sitios que voy, desde mercadillos como el Rastro de Madrid a bares que frecuento.
Experimentar con materiales y técnicas es un ejercicios de prueba error, supongo. ¿Alguna vez has tenido que liquidar una presentacion porque ese proceso de experimentación no funcionó ?
¿Si, hay que experimentar mucho antes, hay que dar muchas vueltas hasta ponerlo en pratica. Ahora mismo me veo con un material nuevo ( y que no puedo todavía contar lo que es) que me hace echar muchas horas de como conseguir el mejor acabado. Ya me sucedió cambiar de material en mitad del proceso, es un proceso vivo y dinámico, que a veces me sorprende.
Tú carrera arranca en Europa con una serie fotográfica llamada a Flor de Piel donde pintaba cuerpos y hacia denuncias sociales. Luego llego Reverso Paralelo, donde hablabas de sostenibilidad por el material reciclable, pero algo mucho más intimo ideológicamente se notaba. ¿Qué conexión hay entre cada una de esas muestras?
A Flor de Piel es un proyecto en el que hablo del universo a mi alrededor y mi compromiso social para con él. En Reverso Paralelo es una mirada hacia adentro de uno mismo, el infinito particular de cada uno. Están extremamente ligados los dos proyectos porque en uno estudio y denuncio el comportamiento de las personas y en el otro, mirando hacia adentro, es una búsqueda del porque uno se comporta determinada manera. Una mirada hacia dentro es una vuelta al pasado, a sus personas, las ciudades donde a vivido, sus amores y dolores….
Son dos proyectos que hablan también mucho de mi vida en mi país de origen, Brasil y la transición que experimenté al llegar en España.
¿Qué te llevó a hablar del temas sociales tan diversos?
Yo quería, en 2011/2012, hacer un listado de temas que me molestaban. En aquellos años se sucedieron muchos cambios en mi país, con el Impeachment de Dilma y la ascensión al poder de un político y presidente como Bolsonaro. En ese momento muchos temas sociales que ya aparecían reflejados en mi obra se hicieron aún más visibles, como el machismo, el racismo, la homofobia, la xenofobia… o sea, mi proyecto A flor de piel está ya marcado históricamente por lo que posteriormente ocurrió en mi país, es un reflejo claro de un momento.
En a Flor de Piel también hay denuncias religiosas o culturales en las que la opresión se acentúa. ¿Es algo también contemporáneo de tu trayectoria?
La intolerancia religiosa era y es algo muy marcado en la realidad de mi ciudad, Salvador de Bahia. El candomble, relacionado con pobres y negros, pasa por diversos problemas de opresión, sobre todo desde otras religiones que les oprimen agresivamente. Yo quería hablar sobre este tema y lo logre en A Flor de Piel.
Con Reverso Paralelo has llegado a países donde nunca estuviste.
Una mezcla de cosas, exposiciones y redes sociales. La cultura de la compra online de obras me facilita a llegar a ciudades donde nunca estuve como Nueva York, Los Ángeles, Bruselas, Dublín y otras donde solo estuve como turista: Paris, Berlin, Amsterdan…
¿Tienes planes para algún proyecto futuro?
Este año tocan elecciones en Brasil y quiero contribuir con mi granito de arena. Revelando temas sociales que necesitan un cambio urgente. Usare materiales que por sí mismos hablan y llaman la atención sobre dichos temas sociales que marcarán mi obra.