La artista Paloma Calle llega a Teatro del Barrio el 12 de julio, con una obra de teatro experimental de cuatro horas, de la que el público podrá entrar y salir libremente, y que se adentra en la insaciable trampa del hiperconsumismo.
La propuesta es un dispositivo que funciona como un engranaje preciso e imparable. “Desafía nuestro hambre de novedad y nuestra capacidad de atención. Nos hace tomar conciencia de que el concepto “tiempo” es elástico y es un constructo, una ficción”, explica Paloma Calle.
Sucederán infinidad de cosas, comienzos sin final, segundos eternos y delirios humorísticos. Navega en el delgado filo entre realidad y ficción. “Con una dramaturgia basada en el azar cada función es única e irrepetible. El mecanismo no se para jamás, avanza hacia el final como una marioneta homicida”, expresa la artista.
Sobre Paloma Calle
Nacida en Madrid. Se dedica a la creación artística desde un territorio híbrido y móvil que se sitúa entre las artes vivas, la escritura, las artes visuales, el activismo y la educación.
Desde su práctica artística propone un pensar desde el hacer, desde el cuerpo, desde lo encarnado y subjetivo. Utiliza el extrañamiento y el humor, así como la autobiografía expandida, la música o las preguntas, como herramientas de trabajo.
Su enfoque tiene una perspectiva interseccional feminista heterodisidente.
Desde 2006 he creado más de veinte piezas sola o en colaboración con otras artistas que se han mostrado en festivales, teatros y centros de arte de Europa, Asia y Latinoamérica.
Sobre Teatro del Barrio
La voluntad con la que se abrió el Teatro del Barrio – en diciembre de 2013 – era abiertamente política, queríamos participar del movimiento ciudadano que comenzaba a construir otra forma de convivir. Y hoy, unos años después, sentimos que es una labor que continúa.
Nacimos del hambre de realidad. La realidad tiene siempre algo maravilloso: por terrible que sea, puede ser transformada. Si se conoce.
Y esta es la vocación del proyecto: saber qué esta pasando, qué no nos gusta y por qué queremos cambiarlo.
Perseguimos un propósito que está en continua revisión. Con el paso de los años nos fuimos dando cuenta de la necesidad de repensarnos como proyecto casi cada día para no perder la ilusión, la vocación y para consensuar nuestra razón de ser. Y lo hacemos escuchando y promoviendo la participación de los socios y socias que quieran hacerlo.
Somos un teatro de muchas para muchas. Un espacio político y micro político que se nutre del movimiento ciudadano. Somos feministas. Nos anclamos en la felicidad, la libertad, la horizontalidad, la igualdad y la búsqueda del bien común. Huimos del pensamiento único: cuestionamos, participamos, debatimos y nos formamos para replantearnos las viejas formas. Creemos en que otros relatos son posibles.