Urban Beat Contenidos

Truman Capote

Se cumplen 100 años del natalicio de Truman Capote: “Soy drogadicto y homosexual. Soy un genio”

Truman Capote (Nueva Orleans, 30 de septiembre de 1924 – Los Ángeles, 25 de agosto de 1984) fue un genio de la literatura contemporánea cuya obra cumbre: A sangre fría estremeció los cimientos de la literatura estadounidense y lo convirtió en un clásico de las letras universales. El talento desbordante de Truman Capote se forjó en una infancia difícil y solitaria donde su carácter atormentado no impidió que se convirtiera en uno de los escritores más icónicos del siglo XX. Su obra, no demasiado extensa, contiene un buen número de relatos, novelas y reportajes periodísticos magistrales de una originalidad sin fisuras.
Truman Capote

Truman Capote alcanzó una fama universal gracias a su papel como creador del subgénero de la “novela de no ficción” de temática criminal. Capote consiguió una popularidad mediática que, probablemente, ningún escritor de su altura ha alcanzado después de él y fue, sin duda, uno de los autores más admirados e influyentes de su época. 

Los padres de Truman Capote se divorciaron cuando él tenía dos años, y su madre Lillie Mae Faulk lo envió con unos parientes a Alabama, a la localidad de Monroeville. Una de sus amigas de su niñez, con la que mantendría una estrecha relación durante toda su vida, era Harper Lee, la célebre autora de Matar a un ruiseñor

Era un niño extremadamente introvertido, que no mostraba ningún interés por ninguna asignatura, excepto por lengua inglesa y literatura. Comenzó a escribir de forma autodictada a los once años. 

Su madre se casó con un cubano, José García Capote en 1932, y fue a vivir con ellos a Nueva York. A los dieciocho años, empezó a trabajar como aprendiz en el departamento de arte de la famosa revista The New Yorker. Fue despedido tras una discusión con el poeta Robert Frost, mientras que sus cuentos, como el famoso relato de terror Miriam, comenzaban a aparecer en distintas publicaciones. 

Truman Capote regresó a la casa de sus parientes a Alabama, y luego pasó unos meses en Nueva Orleans, viviendo de unos pequeños ahorros mientras escribía sus dos primeras novelas, Crucero de verano (que se publicaría póstumamente) y Otras voces, otros ámbitos (1949) que fue un éxito resonante. 

En los años siguientes escribió novelas, como El arpa de hierba, artículos periodísticos como Color local, además de guiones, obras de teatro y libretos para musicales. La obra maestra de este periodo temprano de su carrera es la maravillosa novela corta Desayuno en Tiffany´s

A continuación, ocurrió algo que cambió para siempre su vida. Leyó un pequeño artículo, en The New York Times sobre el asesinato inexplicable de una familia de granjeros, los Clutter, en una zona rural de Kansas. Intrigado, Capote empezó a investigarlo, una tarea que le llevó cinco años. No sólo se entrevistó con los conocidos de la familia y con los agentes encargados del caso; una vez que la policía detuvo a los culpables se ganó su confianza y llegó a conocerlos profundamente. 

El resultado fue A sangre fría (1965), y se consideró unánimemente un libro revolucionario. A sangre fría hizo de Capote un escritor famoso a nivel internacional. Su imagen, bajito, atildado, con su característica voz aguda, llegó a ser tremendamente famosa. Se codeaba con celebridades de la alta sociedad y de Hollywood, como Jacqueline Kennedy o Marilyn Monroe, de quien era íntimo. Era abiertamente gay y muy promiscuo, aunque mantuvo hasta el final de su vida una relación con el escritor Jack Dunphy. Este intentó en varias ocasiones, sin éxito, que Capote renunciara a los excesos con el alcohol y las drogas que terminarían precipitando su temprana muerte. También actuó en algunas películas como Un cadáver a los postres y fue uno de los habituales de la discoteca neoyorquina Studio 54

No obstante, su vida cada vez más desordenada y sus problemas psíquicos, le impidieron completar otra novela, a pesar de que estuvo anunciando la publicación de Plegarias atendidas, una obra vitriólica sobre la jet set norteamericana, inspirada en En busca del tiempo perdido de Marcel Proust, durante largo tiempo. 

La acusación de que iba a desvelar los trapos sucios de la clase alta llevó a que muchos de sus nuevos amigos ricos y famosos rompieran con él, y lo hundió en una gran depresión. Finalmente, también de manera póstuma, se publicaron los cuatro capítulos que pudieron rescatarse de sus archivos. 

De entre sus últimos libros, destaca sobre todo Música para camaleones, colección de relatos de ficción y no ficción que contiene algunas de sus mejores páginas, y que muestra que el genio de Capote no llegó a apagarse totalmente hasta el fin de sus días. 

Se han realizado más de veinte películas, además de innumerables telefilmes, adaptaciones teatrales y musicales, a partir de obras de Truman Capote, que también ha inspirado dos películas biográficas, centradas ambas en los años de investigación de A sangre fría –Capote (2004) y Historia de un crimen (2006) -, así como numerosos documentales. En 2024 se estrenó la miniserie Feud: Capote vs. The Swans, que narra su enfrentamiento con las principales figuras de la alta sociedad de Estados Unidos tras la publicación de los primeros capítulos de Plegarias Atendidas.

Editorial Anagrama: https://www.anagrama-ed.es/

The New York Times: https://www.nytimes.com/international/

Compartir:

Facebook
Twitter

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Urbanbeat Julio 2024
¡Descarga ahora el último nùmero de nuestra revista!
Truman Capote

Angélica Liddell, los demonios de su acto creativo y sus cuentos atados a la pata de un lobo

Hay escritores que bajan a los infiernos y vuelven con una flor marchita entre los dientes. Otros, como Angélica Liddell, deciden quedarse allí, a medio camino entre el vómito y la oración. “Cuentos atados a la pata de un lobo” (Malas Tierras Editorial, 2025) es precisamente eso: una colección de relatos que no buscan conmover, sino desgarrar. Cada página exuda una belleza pestilente, una violencia que se convierte en liturgia. Escribir desde el límite —ese parece ser el único verbo posible en su mundo— y convertir el dolor en una forma de conocimiento.

Remedios Zafra gana el Premio Nacional de Ensayo 2025 y denuncia la burocracia que asfixia el pensamiento

Remedios Zafra ha ganado el Premio Nacional de Ensayo 2025 por su libro “El informe. Trabajo intelectual y tristeza burocrática” (Anagrama), una obra que funciona como radiografía y elegía del pensamiento contemporáneo sometido al látigo invisible de la administración. El jurado destacó su lucidez para denunciar la “violencia burocrática” y la “deshumanización tecnológica” que asfixian la creatividad. Pero más allá de los reconocimientos, “El informe” es un acto de resistencia, un testamento íntimo frente a la colonización del tiempo y del deseo por parte de los mecanismos institucionales sumidos en un zarandeo tecnoliberal.

Inteligencia artificial y plagio disfrazado: la sombra invisible sobre la creación literaria

La irrupción de la inteligencia artificial en la creación de contenidos narrativos antiguamente solo hechos por humanos ha abierto una puerta maldita que parecía reservada a la imaginación más retorcida: textos que emergen de algoritmos capaces de imitar estilos, construir argumentos y hasta sugerir emociones sin despeinarse, sin tener en cuenta la labor de un escritor paciente que usa la artesanía del lenguaje para desarrollar historias con estilo propio y ajenas al plagio parasitario. Sin embargo, detrás de esta fascinación tecnológica se esconde un debate urgente y polémico: ¿Hasta qué punto se puede vender como propio un contenido generado por máquinas? Y más aún, ¿Qué implica esto para la ética editorial, la propiedad intelectual y la confianza del lector?

La literatura como cóctel de bienvenida: sátira sobre el Premio Planeta 2025

Juan del Val, tertuliano de verbo afilado y ego tan bien peinado como su melancolía, ha ganado el Premio Planeta 2025 con “Vera, una historia de amor”. Un título que podría ser el nombre de una serie de sobremesa o de un perfume de supermercado, pero que, paradójicamente, se viste de gloria literaria en una gala donde el talento suele tener guion y patrocinador. “No pretendo dar ningún mensaje, solo entretener”, ha declarado el autor, y ahí, quizá sin saberlo, ha resumido el espíritu de nuestra época: la de una cultura sin conflicto, sin hambre y sin gramática moral, que aplaude a quien no pretende decir nada con tal de que “entretenga” con aplomo. La portada del libro aún no está disponible. Dudo que el jurado se haya leído las 1.320 novelas presentadas, más que nada porque es muy probable que tenían claro, de antemano, al ganador.

“Punto y coma, etcétera”: la respiración secreta del idioma

En un mundo que corre sin pausas, donde la prisa ha desterrado al silencio y las palabras parecen competir con la velocidad de la luz, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española han decidido detener el reloj. Lo han hecho con un gesto aparentemente mínimo —un signo, una pausa, un paréntesis— que en realidad guarda la respiración misma del pensamiento. “Punto y coma, etcétera” es el nombre de esa tregua: una obra coral, precisa y luminosa que busca reconciliarnos con la puntuación, esa coreografía invisible que sostiene la música de nuestra lengua. Habla de cómo los signos se adaptan a los correos electrónicos, a los hipervínculos, a las direcciones electrónicas y a los mensajes instantáneos, e incluso detalla el uso de la coma y los dos puntos en los saludos y despedidas digitales.

La paradoja luminosa del Premio Planeta: cuando la literatura se mira en el espejo de Atresmedia de la mano de Juan de Val

En el otoño perpetuo de los premios literarios, donde el oropel del marketing se confunde con la vocación del arte, el Premio Planeta se alza cada año como un ritual de poder y prestigio. No es solo un reconocimiento editorial, sino un espectáculo mediático con luces de plató, una liturgia que ha sabido adaptar el aura de la literatura al ritmo de las cámaras. Pero en los últimos años, algo más que el talento ha captado la atención del público: la sorprendente coincidencia de que los dos últimos ganadores —Sonsoles Ónega en 2023 y Juan del Val en 2025— compartan un mismo hogar televisivo, Atresmedia. Una ironía que resuena como eco de familia: el canal donde ambos trabajan pertenece, al igual que la editorial que otorga el galardón, al vasto conglomerado del Grupo Planeta. El dato, fidedigno y constatable, ha encendido murmullos en el mundo literario. Algunos lo han interpretado como una mera casualidad; otros, como la confirmación de una tendencia: la de que la literatura, en tiempos de audiencias y tendencias virales, se premie también por su capacidad de resonar en la pantalla. Lo cierto es que el escenario de los premios se ha convertido en un territorio donde las fronteras entre autor, celebridad y producto se desdibujan.

También te puede interesar

Nike y Palace reinventan la arquitectura urbana con Manor Place, un espacio de deporte, arte y comunidad en el sur de Londres

En el número 33 de Manor Place, Nike y Palace Skateboards han abierto algo más que un centro deportivo: han levantado un territorio de encuentro comunitario que une deporte, arte y arquitectura. Manor Place fruto de la colaboración con el estudio de diseño JAM, es un audaz proyecto que rescata las antiguas piscinas del siglo XIX en el sur de Londres y las convierte en un núcleo comunitario, donde un skatepark imponente y una cancha de fútbol ocupan el corazón del espacio. Su propósito no es vender una marca, sino tejer comunidad, invocar la creatividad y reconciliar el cuerpo con la calle. Lejos de la lógica del consumo rápido, Manor Place propone un ritmo distinto. Está pensado para ser vivido desde el deporte y no solo para ser fotografiado desde el arte. El edificio, inaugurado en 1895 y con una larga tradición deportiva, ha sido transformado en un enclave que celebra la energía colectiva. Su apertura oficial será el 11 de noviembre.

Theodoros regresa al EMΣT: la escultura como pensamiento vivo

El Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Atenas (EMΣT) presenta “Theodoros, escultor – En lugar de una retrospectiva”, la primera exposición que busca reinterpretar la obra del artista griego tras su fallecimiento. No se trata de una muestra conmemorativa al uso, sino de un ejercicio de lectura crítica sobre un creador que hizo de la escultura un campo de pensamiento. La propuesta reúne una parte sustancial de su producción junto al extenso archivo personal que el propio Theodoros legó al museo, un corpus que permite recorrer las tensiones, obsesiones y hallazgos de uno de los nombres esenciales del arte contemporáneo heleno.
El propósito de la exposición es iluminar el espíritu visionario de Theodoros Papadimitriou —su nombre completo—, destacar los momentos más reveladores de su trayectoria y situar su práctica dentro del mapa internacional de las vanguardias. En un siglo cada vez más gobernado por la imagen reproducida y la comunicación mediática, Theodoros luchó por rescatar la presencia física de la obra de arte, devolverle su densidad simbólica y su capacidad de diálogo con la sociedad. La muestra podrá apreciarse hasta el 8 de febrero de 2026.

El MACBA inaugura “Proyectar un planeta negro: un siglo de arte y pensamiento panafricano”

El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona abre su trigésimo aniversario con una exposición de ambición histórica: “Proyectar un planeta negro. El arte y la cultura de Panáfrica”. La muestra, comisariada por Elvira Dyangani Ose —directora del museo— junto a Antawan I. Byrd, Adom Getachew y Matthew S. Witkovsky, podrá visitarse hasta el 6 de abril de 2026. Su propósito es tan amplio como necesario: mostrar la influencia del panafricanismo en los ámbitos creativos, cívicos y políticos que han modelado el último siglo, desde las guerras mundiales y las luchas anticoloniales hasta los movimientos por los derechos civiles y la democracia.

El rugido de la máquina: estética y violencia del petróleo

Hay exposiciones que se contemplan, y otras que se respiran con la ironía de un mundo contaminado y en colapso. “¡Aquí hay petróleo!” —la nueva propuesta del Círculo de Bellas Artes— pertenece a esa estirpe de experiencias que dejan un residuo tóxico de nuestras conciencias dormidas. No se limita a mostrar imágenes o documentos, sino que propone una radiografía moral de nuestra época: la del fuego que mueve el mundo. Hasta el 8 de febrero de 2026, la Sala Minerva del Círculo de Bellas Artes acoge esta muestra comisariada por Gemma Barricarte y Jaime Vindel, investigadores del Instituto de Historia del CSIC, quienes trazan un recorrido minucioso por los paisajes visibles e invisibles de lo que denominan la modernidad fósil: un universo construido sobre el carbón, el petróleo y el gas natural, donde la energía se convirtió en ideología, en deseo y en fe.

Scroll al inicio

¡Entérate de todo lo que hacemos

Regístrate en nuestro boletín semanal para recibir todas nuestras noticias