Se trata de un hermanamiento con la gran muestra que, en paralelo al mundial de fútbol, presenta el Museo de Arte Islámico de Doha, bajo el título “Bagdad: deleite para los ojos”. La exposición está comisariada por el arquitecto español Pedro Azara con fondos de la colección de la Fundación Árabe para la Imagen de Beirut, y ha sido cedida por La Virreina Centre de la Imatge de Barcelona, entidad que ya presentó la muestra el pasado verano.
En “Bagdad, un lugar moderno”, comisariada por Pedro Azara, se presentan casi un centenar de imágenes en blanco y negro de los 50, 60 y 70 que fueron tomadas por el reconocido arquitecto iraquí Latif Al Ani y que constituyen un testimonio de gran valor de las aspiraciones de modernidad y desarrollo de la capital iraquí a raíz del descubrimiento del petróleo.
Latif Al Ani es, posiblemente, el fotógrafo iraquí más importante hasta la fecha. Activo desde los años 50 hasta finales de los 70, sus fotografías retrataron un país y una sociedad que se urbanizaba, sin obviar el carácter tradicional de maneras de ser y de obrar, afectadas ante los rápidos cambios que se produjeron en este período. Recurrió en múltiples ocasiones a la ironía, mostrando a los primeros turistas extranjeros acaudalados, ajenos al país, posando ante las ruinas del pasado, convertidas en un decorado o un trofeo de caza.
Al Ani trabajó para el Ministerio de Información y la agencia de noticias iraquí, y para una publicación ilustrada de la Iraqi Petroleum Company, documentando la industrialización del país, en unas vistas en ocasiones aéreas, despegadas de la realidad, buscando una imagen que coincidiera con las aspiraciones de una sociedad que accedía a la independencia, después de siglos de dominación otomana y británica.
Con la llegada de Saddam Hussein al poder y la devastadora guerra entre Iraq e Irán en 1980, se prohibió a Latif al Ani realizar fotografías en el espacio público. Su nombre y su obra desaparecieron, así como los archivos públicos, destruidos durante el bombardeo de Bagdad en 2003. Algunos, sin embargo, donados a la Arab Image Foundation de Beirut, tras la mediación de la fotógrafa marroquí Yto Barrada, se han salvado.
Fallecido en noviembre de 2021, la figura de Latif al Ani emerge, desde una primera exposición antológica, en la Bienal de Arte de Venecia en 2015, revelando una imagen de Bagdad y de Iraq a menudo olvidada o desconocida, que quiebra la imagen del país y de la ciudad que hoy impera. La muestra que ahora se presenta en Doha, dedicada a la ciudad de Bagdad, al igual que la exposición en Casa Árabe, recogen gran parte de este legado fotográfico.