“Cementerio de coches” cuenta la historia de Rubén, un niño español y Asïr, un niño marroquí, que se convierten en grandes amigos y se ven cada tarde en su lugar secreto, en un desguace de coches, para jugar al futbol. Un día como otro cualquiera, Rubén espera a su amigo Asïr que se escapa de un centro de acogida, con la sorpresa de que este ha recibido una paliza de unos chicos del instituto, derivada del racismo. El apoyo incondicional que le ofrece Rubén a Asïr refleja la más pura amistad, dejando de lado las pequeñas diferencias, sin importancia que hay entre los dos, rompiendo las barreras que crea la sociedad. Aunque en realidad, lo peor está por llegar.
La intención del director es dejar al espectador con el corazón encogido y darle visibilidad a lo que muchos quieren hacer invisible, sobre todo cuando se trata de solidaridad hacia los “menas” que en muchas ocasiones se les relaciona injustamente con atentados, violencia y criminalidad. Todo es consecuencia del rechazo de la sociedad a estos grupos minoritarios con un discurso que hunde sus raíces en un imaginario colectivo hecho de estereotipos, prejuicios y discriminación y coaccionado por el miedo como arma psicológica cuya efectividad en el ámbito de nuestras ciudades es indiscutible.
En ese sentido la importancia de la localización es muy remarcable pues nos sitúa en un ambiente suburbano que nos habla de la decadencia evidente de lo colectivo y lo público.
A la hora de narrar esta historia con la cámara se pueden escoger muchos caminos. La proposición válida pasa por una cámara activa y dinámica desde el punto de vista de los niños que nos sumerja en un mundo inocente y adquiere su perspectiva del problema, pues así podremos ejercer un análisis un tanto menos sesgado del problema al que el guion nos enfrenta. Esto no solo significa bajar la cámara a la altura de sus ojos si no respetar su punto de vista con todo lo que ello con- lleva, mostrar un mundo enorme y desconocido en que momentos puede llegar a aterrar. Elegir que ver, pero también que no ver. La luz acompaña creando con sus contrastes, luces y sombras, una dicotomía que potencia el tema a tratar. La localización en este cortometraje se convierte en un protagonista más de la historia, mostrada con la bella crudeza de un cementerio de coches, de un final lleno de miedos y añoranzas de lo que fue y no volverá. El ambiente respira una luz que huele a otoño, a hojas caídas con tonalidades cálidas en el brillo y frías en las sombras que nos sumergen en un universo vacío y melancólico.
“Cementerio de coches” transcurre en un lapso de tiempo que juega metafóricamente con la hora dorada, momento del día en el que el color de la luz posee unas tonalidades mucho más cálidas y la hora azul es justo lo contrario, cuando esa luz natural en el ambiente tiene unas tonalidades más frías. El fin de un sueño y la vuelta a la dura realidad. La historia se desarrolla en un desguace de coches, con mucho encanto en sus atardeceres, enriqueciendo así los colores del cielo junto al contraste del cementerio de coches en su alrededor, con una valla oxidada que lo separa de la calle. La intención previa era usar planos generales de la llegada de los niños, para disfrutar de ese paisaje tan deteriorado, planos medios de los niños, planos cerrados y primeros planos. Se utiliza predominantemente Steady, grúa, cuidando siempre la atención de la cámara a los pequeños detalles, e intentando reflejar la realidad de los personajes. Priman las secuencias cálidas, jugando con las sombras y el atardecer en tiempo presente.
Acerca del director
Miguel Ángel Olivares ha trabajado como actor en varias series de televisión como: Amar es para siempre, Acacias 38, Allí Abajo y recientemente la película Mamacruz de la directora venezolana Patricia Ortega. Miguel Ángel Olivares, ha sido galardonado como director con el premio Andalucía emprende (2019) Premio coraje UPTA de la Junta de Andalucía, (2019) Premio LGTB Andalucia (2020) Premio Diversidad (2021) Olivares ha dirigido diversos videoclips de varios artistas conocidos, pero su debut como director lo hizo con JULIA, (2020) un cortometraje protagonizado por Daniela Santiago, que está disponible en Amazon Prime, Filmin, y en Flixolé donde se mantuvo número 1 durante varias semanas consecutivas. Presenta ahora su nuevo cortometraje titulado Cementerio de Coches (2023) protagonizado por los jovenes actores Asier Flores, el niño Almodovar, de la película Dolor y Gloria, y Youssef Bougarouane, que ha trabajado en varias series de éxito, como; Tiempos de Guerra o La unidad. También se encuentra inmerso en un nuevo cortometraje titulado Vinilo, protagonizado por Monica Bardem, y una miniserie en la que dirigirá varios capítulos.