Un ejemplo puede ser cuando en el 2014/2015 hubo una obsesión con todo aquello que tenía que ver con los años 90. De hecho, Marc Jacob relanzó su colección grunge para ver cómo funcionaba utilizando las técnicas del “Fast Fashion” y vaya si funcionó, y es que la nostalgia realmente funciona con la generación Z
La generación Z no distingue entre el mundo virtual y el mundo físico a la hora de comprar, y es por esto que las redes ofrecen una gran selección, que con las herramientas indicadas, pueden “guiar” a esta generación a ese mundo Vintage.
Por otro lado, muchas tiendas no quieren ser asociadas al Vintage, puesto que hay muchas prendas que están fuera de temporada, no pueden mantener el ciclo temporal, ya que necesitarían mucho stock para lo que consideran que es un nicho de mercado, y es ahí donde las redes como Tik-Tok o Instagram Reels juegan un papel muy importante.
Creatividad, animación, diversión son piezas claves para dar salida en redes a ese mundo “clásico”, realizar un cambio cultural que está reclamando una generación, que mezcla tendencias como “Metaverso” con “Vintage” en la misma frase.
El uso de la fotografía perfecta con filtros y personas sonriendo, no es lo que busca esta generación a la hora de comprar. Historias que cuenten el valor del producto, entrevistas en la calle, lecciones de microhistorias sobre el producto, lo que se hay “detrás del escenario”… eso es lo que a esta generación le interesa a la hora de comprar. Por eso, tienden a buscar los valores de marca cómo sostenibilidad, autenticidad e interés por los procesos.