Un proyecto para analizar con mirada artística el archivo de La Casa Encendida, su historia y sus modos de hacer en relación con su entorno. El resultado: una serie de elementos y actividades que intervienen los espacios y la programación de La Casa Encendida durante 2023 para narrar sus dos décadas de funcionamiento. La noche del 13 de diciembre de 2006, un público joven abarrotaba el Patio de La Casa Encendida para escuchar ‘un piano preparado’, una técnica que interfiere con objetos los mecanismos del instrumento para alterar sus sonidos y revelar su funcionamiento. El concierto se integraba dentro del ciclo musical realizado con motivo de la exposición Essay dedicada a John Cage, divulgador de este modo de interpretación, como parte de un proyecto institucional que buscaba completar la oferta artística internacional de Madrid con un acercamiento al tejido artístico emergente.
Los comisarios, ambos arquitectos y con origen fuera de Madrid, ofrecen así una mirada libre de prejuicios u opiniones formadas sobre la historia de La Casa Encendida. Con ‘Un piano preparado’, los comisarios buscan comprender, a través de prácticas artísticas relacionadas con el centro y su contexto, cómo las instituciones culturales actuales producen conocimiento y se acercan a los saberes, cuáles son sus políticas pedagógicas, cómo son sus mecanismos de inclusión y exclusión; en definitiva, cuál es su impacto a largo plazo en las comunidades en las que se insertan. Como si La Casa Encendida se tratara de un instrumento, Un piano preparado interviene en su programación y los espacios con una exposición móvil, resultado del análisis de su archivo y que se mostrará divida en tres etapas; intervenciones de artistas e infiltraciones de proyectos y colectivos que orbitan en torno al barrio y la comunidad de La Casa Encendida. Tanto los artistas como los colectivos participantes, algunos de ellos migrantes, tienen una conexión vital y de trabajo con el barrio de Lavapiés.
El proyecto arranca el 16 de marzo con la presentación de la primera parte del Archivo de La Casa Encendida (2003-2008). La muestra examina su historia a través de fotografías y documentos, y los pone en relación con materiales de iniciativas para-culturales desarrolladas en paralelo en el barrio de Lavapiés-Embajadores. Durante el resto del año, se presentan los archivos relativos a 2008-2014 y de 2014 a la actualidad. Asimismo, durante todo el año una serie de artistas intervienen el espacio con propuestas que ensayan relaciones alternativas entre La Casa Encendida y su contexto artístico y social. El programa de intervenciones comienza el 16 de marzo con Claudia Claremi y la instalación audiovisual La memoria de las frutas (diáspora), un proyecto sobre las frutas olvidadas y el tejido de afectos que las rodean. Para Un piano preparado realiza un nuevo capítulo de esta serie, protagonizado en esta ocasión por personas procedentes del Caribe que residen en el barrio Embajadores-Lavapiés. Se podrá visitar en el Torreón 2 hasta el 9 de abril.
También el 16 de marzo se enciende el primero de los 35 luminosos que componen Los rótulos (Lavapiés-Embajadores, 1930-2022). Patrimonio Común de Gráfica Comercial, una exposición de Paco Graco que se activa en el vestíbulo y que se completará con 34 rótulos pertenecientes a comercios desaparecidos del barrio instalados en la fachada en el mes de abril. Paco Graco es un proyecto de defensa y protección de un patrimonio común de Madrid gravemente amenazado por la globalización en las últimas décadas. El rótulo del vestíbulo, con el nombre ‘Fantástico’, mide más de cinco metros.
En el mes de abril, le sigue la intervención artística de la directora, guionista y productora audiovisual hispano–chilena Cecilia Barriga, quien realiza a partir del 12 de abril el taller Proceso Constituyente Lavapiés-Embajadores. A través de una serie de encuentros reales de un grupo heterogéneo de vecinos y vecinas del barrio de Lavapiés–Embajadores, se leerá conjuntamente la Constitución Española vigente, proponiendo nuevos acuerdos constitucionales y debatiendo maneras colectivas de vivir en el Estado Español a partir de la discusión, en primera persona, de las problemáticas y oportunidades del barrio. El proyecto de Barriga enlaza con la historia y el entorno de La Casa Encendida y retrotrae al tiempo que proyecta a futuro los procesos asamblearios que precedieron y sucedieron al 15-M y que tanto eco tuvieron en el entorno de Lavapiés.
También en abril, la artista Patricia Esquivias propone una acción artística sobre el acto de tejer. Hilando largo es una serie de talleres de bordado de punto moruno que comienzan el 13 de abril y que constituyen un lugar de encuentro para aprender esta técnica, prácticamente desaparecida, mientras se descubre su historia. El bordado de punto moruno se realiza en Caleruela, un pueblo de Toledo, desde principios del siglo XX, tras haber sido introducido, aparentemente, por Zenobia Camprubí, y es el mismo bordado que se hace en Fez, Marruecos. El proyecto de Esquivias propone reflexionar sobre técnicas manuales, de construcción y de bordado, en los relatos históricos nacionales y enlaza también con el característico aparejo de ladrillo neomudéjar de La Casa Encendida así como con las raíces magrebíes de buena parte de la población del entorno.
El 18 de abril tiene lugar la primera sesión de Mejunje. Prácticas para construir un lenguaje común, de Estefanía Santiago. La artista de prácticas híbridas propone un laboratorio de investigación en torno a las diferentes comidas y recetas de algunas de las comunidades migrantes que habitan el barrio de Lavapiés–Embajadores con el fin de indagar en las historias, afectos y complejidades que tejen éstas para co-inspirar nuevas formas de habitar el barrio. Estas sesiones donde se ensayarán nuevos rituales se cerrarán con El festín el 1 de julio, una confraternización en forma de comida colectiva en el Patio, donde quedarán expuestos los resultados como parte de una instalación.
Durante el resto del año tienen lugar otras dos intervenciones artísticas. El 6 de septiembre comienza la primera sesión de los Jardines de la lectura, del Colectivo Boya ~célula, un encuentro que dura todo el mes y que piensa la lectura desde su componente social y socializador, histórico y especulativo; y el 3 de octubre se inicia Perder la ciudad, el cine-club donde Miriam Martín, durante todo el mes de octubre, propone cinco sesiones de cine que generen un debate en torno a la especulación urbanística que está sufriendo el barrio.
Por último, la tercera línea de ‘Un piano preparado’ implica la ‘infiltración’ de proyectos y colectivos que orbitan en torno al barrio y la comunidad de La Casa Encendida. En este sentido, Poesía o Barbarie celebrará el 12 de mayo una sesión donde cuatro artistas y un público curioso –que tomará la palabra en el turno de micro abierto– construirán un relato horizontal cívico en el que la pasión, la emoción y la aventura son las protagonistas; el 29 de junio la Muestra de Cine de Lavapiés incluirá, por primera vez, a La Casa Encendida en su red de espacios de exhibición; y el 2 de septiembre La Parcería llevará a cabo en los espacios de La Casa Encendida la sesión Relaciones sonoras, una activación de un día, en formato radio-performance, y basada en sonidos inspiradores.
En definitiva, Un piano preparado no sólo se concibe como una plataforma de reflexión crítica complementaria a las celebraciones del vigésimo aniversario de La Casa Encendida, sino también como una posibilidad desde donde imaginar futuros alternativos para esta y otras instituciones culturales.
Programa comisariado por Isabella Lenzi y Lluís Alexandre Casanovas Blanco.