“Agnés Varda. Fotografiar, filmar, reciclar” es una adaptación ampliada de la muestra «Viva Varda !», concebida y producida por la Cinémathèque française de Paris en colaboración con Ciné-Tamaris y contribución de Rosalie Varda y Mathieu Demy. “Agnés Varda. Fotografiar, filmar, reciclar” está comisariada por la curadora especializada en cine Florence Tissot, con la dirección artística de la hija de Agnès Varda, Rosalie Varda, y el asesoramiento local de la crítica cinematográfica Imma Merino. En el CCCB, además de los materiales de la exposición original, se incluyen cuatro instalaciones creadas por Agnès Varda, salas de proyección para ver íntegramente cortometrajes fundamentales de su filmografía y un reportaje fotográfico inédito de su viaje a Cataluña en 1955. También se incluyen materiales que muestran la relación entre artistas catalanes y la obra de la cineasta.
Agnès Varda (Bruselas, 1928 – Paris, 2019) fue una de las pocas mujeres directoras de su generación capaz de consolidar una carrera de largo recorrido. Precursora del movimiento cinematográfico de la Nouvelle Vague, Varda rompió normas y clichés y siempre quiso renovarse. Filmó más de cuarenta películas, entre largometrajes y cortometrajes y entre la ficción y el documental, y trabajó tanto en el cine analógico como en el digital.
La muestra celebra la trayectoria y el talento de una artista que experimentó con múltiples soportes y lenguajes artísticos. Antes de ser cineasta, Varda fue fotógrafa y retratista y, de mayor, creó instalaciones artísticas para museos. En la exposición se reúnen por primera vez en Cataluña cuatro de las instalaciones de Varda y una selección de cortometrajes imprescindibles de su filmografía.
La exposición también nos descubre la fascinante vida de Agnés Varda, marcada por su carrera de fondo para hacer cine con pocos recursos y reconocimiento y por los viajes, hijos, amistades y relaciones diversas que mantuvo. Varda fue protagonista de la efervescencia social y política de su tiempo: el feminismo, el movimiento hippie o la lucha de los Black Panthers. Y se relacionó tanto con artistas y actores famosos como con personas anónimas y marginales, que quiso representar y dignificar en sus películas.
«Agnés Varda. Fotografiar, filmar, reciclar» refleja el espíritu abierto y viajero de Varda a través de objetos personales, carteles, obras de arte o de los retratos y reportajes de fotos que realizó, algunos de ellos desconocidos o inéditos, como la serie fotográfica de su viaje a Cataluña en 1955. También nos revela como algunos artistas catalanes fueron referentes para la creadora (Dalí, Tápies, Barceló) y como creadores y creadoras del país han sido influenciados por su obra, incluyendo una pieza de la cineasta Mercedes Álvarez especialmente creada para la exposición.
Además de las actividades que acompañarán la exposición, y para reivindicar la curiosidad y el carácter juguetón de Agnés Varda, se abre el «Laboratorio Varda», un espacio para adentrarse en el imaginario de la autora o descubrir su fascinación por los gatos, espejos y playas, que estará abierto de manera gratuita mientras dure la muestra, en la segunda planta del CCCB.
Coincidiendo con la exposición, La Filmoteca de Catalunya programa un ciclo en el oue se podrán ver las películas esenciales de Varda, como La Pointe Courte (1954), Cléo de 5 á 7 (1962, Cleo de cinco a siete), Sans toit ni loi (1985, Sin techo ni ley), Les Glaneurs et la Glaneuse (2000, Los espigadores y la espigadora) o Visages Villages (2017, Caras y lugares. Antes de adentrarse en las diversas facetas de la vida y obra de la artista, la exposición; «Agnés Varda. Fotografiar, filmar, reciclar» nos introduce en su mundo a través de su instalación Bord de mer (2009) y de una pieza audiovisual creada especialmente para la ocasión por la cineasta Mercedes Álvarez.