El vídeo es hoy sin duda el medio de los medios: sofisticado o doméstico, desde los de la CNN y la MTV hasta los amateurs de Youtube, Instagram o Tik-Tok, los vídeos se producen y se diseminan por billones en las redes sociales. Dominan las noticias, la publicidad, la propaganda política, ideológica y religiosa y también el arte. Y sus imágenes en movimiento se introducen, cada vez más, en la plácida calma del museo.
En los tres vídeos de Pensando en bucle, Boris Groys se revela —en su primera exposición entre nosotros— no solo como el agudo filósofo, crítico de arte y teórico de los medios que ya es, sino como un auténtico médium del medio de los medios, que pone inteligentemente en escena los ambivalentes rituales de la palabra y la imagen que constituyen nuestra cultura.
Esta exposición es una instalación audiovisual para la que el filósofo, curador y artista se ha apropiado de fragmentos de películas y documentales, combinando cada uno de los tres collages fílmicos resultantes con un ensayo de viva voz. Los videocollages, producidos entre 2002 y 2007, fueron publicados por el ZKM (Zentrum für Kultur und Medientechnologie) de Karls-ruhe en 2008.
Las imágenes de Deleites iconoclastas, Cuerpos inmortales y La religión como médium no comunican ni simplemente ilustran contenidos teóricos; más bien se las usa como cómplices para pensar en vídeo, haciendo jugar a las ideas con las imágenes en movimiento en un bucle continuo. Pensando en bucle es un ejercicio a medias entre el arte conceptual y la «filosofía audiovisual» (Peter Weibel) que cura imágenes y voces propias y ajenas y concierne como pocos a la ubicua burbuja mediática en la que transcurren nuestras vidas.
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