
Después de unos años trabajando fuera de España como periodista y publicista, Antonio decide regresar a Madrid en 2009 para dejarlo todo y montar su primer restaurante en la zona baja de la Corredera de San Pablo: El Circo de las Tapas, parada obligatoria para probar su tortilla y la tarta de manzana.

Con el paso del tiempo, esta calle se convirtió en un imprescindible de la ciudad. Tanto fue así, que cinco años más tarde dió el salto con la apertura de un nuevo local: Malpica Bar, presentado como la típica casa de comidas, la taberna madrileña de toda la vida actualizada a los tiempos de hoy. Recomendación especial de los torreznos, los tacos de cochinita pibil y la entraña.


Esta nueva aventura la inicia con su amiga y socia Marta, estudiante de Bellas Artes y fotógrafa. Compartiendo momentos desde la adolescencia, Marta se une a este proyecto tras varios años trabajando en algunos de los mejores locales de Ibiza, cerrando la temporada de verano y compaginándolo con el invierno de Madrid. Comenzó de encargada en el Circo de las Tapas y acabó siendo su compañera en un viaje sin retorno, que apuesta por dotar de universo y atmósfera los espacios gastronómicos de los barrios más abigarrados de una ciudad que, al igual que Antonio y Marta, se sobrevive a sí misma y se transforma.

Este dúo de amigos y compañeros funciona de la forma más natural y espontánea: en lo que uno flaquea, el otro destaca y viceversa. Ella se encarga de dirigir el negocio, siendo la cara más visible y amable; Antonio lo gestiona ocupando un segundo plano de cara al público. Amantes de la vida urbana y del contacto con la gente, el Grupo Bamboleo transita por la hostelería como una forma de vida. Para ellos es mucho más que trabajo. Buscan emocionar a su público a través de sus espacios, generando sensación de hogar donde compartir charlas y confidencias.

El equipo Bamboleo es cosmopolita, variopinto e inexorablemente cool. Encontramos entre sus camareros y camareras a estudiantes de arquitectura, historia del arte y derecho: actores, pintores o ilustradores de origen filipino, europeos o de la muy bohemia Argentina. Jóvenes intergeneracionales y soñadores que destilan buen rollo, ganas de aprender, de conocer y de compartir sus experiencias.

Tras muchos días de curro, birras, torreznos y algunos desencuentros amorosos, aterrizamos en el alternativo barrio de Legazpi, junto al Matadero, donde podemos encontrar el último gran invento de este maravilloso equipo: Bar Toboggán, que apunto está de cumplir 3 años. No puedes pasar por este local sin probar el pepito palentino.

En un contexto de post-pandemia, el Grupo Bamboleo afronta esta nueva etapa con ganas e ilusión tras unos meses de parón que han aprovechado para reflexionar, parar y actualizarse como socios y empresa. Unos meses de meditación frente al mar sanador, para volver con más fuerza que nunca.

Por María Casajust.