Fue estrenada en el festival Festspielhaus de Bayreuth (Alemania) el 17 de agosto de 1876 y se pudo ver por primera vez en el Teatro Real el 7 de marzo de 1909. Su título original, Götterdämmerung, es la traducción al alemán de la expresión nórdica ragnarök, el destino de los dioses.
‘El anillo del nibelungo’ es una tetralogía creada por Richard Wagner compuesta por las óperas ‘El oro del Rin’, ‘La valquiria’ , ‘Sigfrido’ y ‘El ocaso de los dioses’. Tres de ellas se desarrollan en el mundo de los Dioses y la última en de los humanos. A lo largo de cuatro temporadas han desarrollado la idea que traslada la alegoría wagneriana a la actualidad en un mundo contaminado, destruido entre todos, pero mostrando la oportunidad de resurgir tras un fuego sanador.
Tráiler ‘El ocaso de los dioses’.
Götterdämmerung –El ocaso de los dioses– se antoja una enmienda a la totalidad de los ideales expresados en Siegfried o, incluso, del camino laboriosamente trazado a lo largo de los episodios precedentes: el optimismo feuerbachiano que resplandeció en la escena final de Siegfried se torna en Götterdämmerung, rápida e inexorablemente, en un festín de traiciones, complots y venganzas que arrastrará a todos los personajes, sin excepción, a la perdición. Dicho de otro modo, Götterdämmerung escenifica por fin el apocalíptico duelo entre las reinas Brunilda y Krimilda relatado en El cantar de los nibelungos, epopeya que supuso para Wagner –allá por el año 1848– el punto de partida de la composición de su monumental saga.
Götterdämmerung es también la partitura más oscura y rabiosamente vanguardista del ciclo –!el segundo acto!–, además de una fenomenal recapitulación de los momentos musicales más significativos de las tres óperas anteriores. Coronada con una poderosa catarsis, Götterdämmerung culmina también la odisea musical iniciada en la temporada 2018-2019 con Das Rheingold de Heras-Casado/ Carsen con una lectura que pone el acento, una vez más, en el subtexto ecologista de esta inmensa fábula moral.
La estructura de la obra se asemeja a la de las tragedias griegas y en ella, el desarrollo musical camina en paralelo al devenir del drama, convirtiendo a la orquesta en una suerte de personaje o coro que anticipa, explica o narra la acción, avanzando entre los numerosos ‘leitmotivs’ hasta llegar a la expresión trasformadora de la muerte de Sigfrido en la ‘Marcha fúnebre’ y a la redención del mundo tras la inmolación de Brunilda.
El Teatro Real llenará su escenario con 11 solistas, 115 músicos –ubicados en el foso y en 8 palcos a ambos lados del escenario con el fin de mantener la distancia de seguridad sanitaria–, 62 miembros del coro y 17 actores figurantes.
La ópera contará, en sus papeles principales, con las voces de Andreas Schager (Siegfried), Lauri Vasar (Gunther), Martin Winkler (Alberich), Stephen Milling (Hagen), Ricarda Merbeth (Brünnhilde), Amanda Majeski (Gutrune/norna), Michaela Schuster (Waltraute), Elizabeth Bailey (Woglinde), Maria Miró (Wellgunde), Claudia Huckle (Flosshilde/norna) y Kai Rüütel (norna).
1 comentario en “‘El ocaso de los dioses’, la ópera de 1876 que resucita en el Teatro Real de Madrid.”
gracias-por-la-aprrtura-sera-interesante-star-enterado-de-sus-actividades-cordiales-saludos.