‘Zorra dorada’ de la actriz, directora y pintora Elisa Forcano es una pieza escénica a modo de ritual para exorcizar el abuso, detonada por un caso real y estará en escena en el marco del la XI edición del festival Surge Madrid en otoño. La obra escrita, dirigida e interpretada por Elisa Forcano es un ejercicio para repensar la vida y dignificar la muerte. ‘Zorra dorada’ nace como influencia de Noa Pothoven, una joven de 17 años que murió por inanición voluntaria acompañada de su familia en su casa de Países Bajos, después de ser víctima de abusos sexuales en su infancia y sufrir una violación en su adolescencia. A partir de estos hechos, ‘Zorra dorada’ compone un poema y un ritual para exorcizar el abuso, usando la rabia como motor de cambio.
En esta propuesta escrita, dirigida e interpretada por la creadora Elisa Forcano, se dan la mano texto, movimiento y performance. Todo ello, impulsado por el diseño de sonido y música originales, la plástica teatral, el diseño de luces y el uso de proyecciones, se une para imaginar la historia de Noa que, de algún modo, se ha convertido en la representación del abuso en todas las mujeres. “La muerte de Noa sacudió mi vida; me impulsó a vivirla. A partir de aquella noticia, tomé decisiones que jamás pensé que sería capaz de tomar. Su acto me convirtió en potencia. Quién sabe qué potencias despertará este acto escénico. Ojalá”, comenta Forcano.
‘Zorra dorada’ habla del suicidio como altavoz del abuso, de la inmolación como protesta y de la no aceptación de normalizar el abuso. Forma parte del festival Surge Madrid en otoño de la Comunidad de Madrid, la muestra de creación escénica que celebra este año su 11ª edición, y se representará el próximo 25 de septiembre a las 20:30 h en la Sala Cuarta Pared. Si cada mujer abusada se inmolase, ¿quién traería a vuestros hijos al mundo? Zorra dorada es un ritual para exorcizar el abuso de mi cuerpo que será el cuerpo de todas nosotras. Este grito nace como influencia de Noa Pothoven. Víctima de abusos sexuales y violación, murió por inanición voluntaria en el salón de su casa de Arnhem (Países Bajos) rodeada de su familia. Fue el domingo 2 de junio de 2019. Tenía 17 años. Su historia para ficcionar la propia. Una pieza como ejercicio para repensar la vida y dignificar la muerte. Así pues, este será un poema sobre el abuso y la rabia como motor de cambio en nuestras vidas.