Elizabeth Taylor: Las cintas perdidas es un viaje fascinante que invita al público a profundizar en la vida compleja y deslumbrante de la gran estrella de la Edad de Oro de Hollywood narrado por la propia voz de Elizabeth Taylor. En 1964 el periodista Richard Meryman realizó una serie de entrevistas grabadas de más de 40 horas donde se Taylor se muestra con una honestidad sin fisuras y una elocuencia exquisita lejos de cualquier autocomplacencia. Dicha entrevista ya fue la inspiración para el libro de Meryman Elizabeth Taylor por Elizabeth Taylor, de 1965, un recuento de su vida hasta ese momento. Después quedó registrada en una serie de archivos que en realidad nunca se perdieron, pero sí que quedaron olvidados.
Elizabeth Taylor se aprecia en pantalla franca, mordaz, deslumbrante, empática con sus desventuras, a veces frustrada. Taylor inicia su recuento vital cuando habla de su debut cinematográfico en Lassie, la cadena invisible de 1943, de su lucha por liberarse de las limitaciones de los papeles de ingenua, de sus papeles de referencia en Gigante, La gata sobre el tejado de zinc y Una mujer marcada, por el que ganó el primero de sus dos Oscar®, y de los excesos del rodaje de la problemática película épica de 1963 Cleopatra. Taylor también habla sin tapujos de sus matrimonios e hijos, de su estrecha amistad con Rock Hudson, Montgomery Clift y Roddy McDowall, y de su quinto matrimonio con Richard Burton, con quien protagonizaría ¿Quién teme a Virginia Woolf?, con la que ganó su segundo Oscar®. Al desvelar los entresijos de uno de los iconos más perdurables del cine, las conversaciones revelan a una mujer en desacuerdo con su imagen en la pantalla, que anhelaba respeto y protagonismo, siempre bajo la lupa de una prensa y un público escrutadores. Y es que, a excepción de lo relativo a sus hijos, de los que se niega a hablar, Taylor se muestra aquí muy analítica con los inicios de su propia carrera de estrella juvenil fabricada por los estudios (MGM), su crecimiento forzoso en paralelo a la ficción (su primer beso fue en una película), su pronto desengaño con la dinámica de imposición de papeles por contrato, su relación con la fama o, cómo no, su asendereada y apasionada vida sentimental que la llevó a casarse hasta siete veces, dos de ellas con Richard Burton. Siempre sometida al escándalo y al escarnio público de una prensa voraz que experimentó con su vida como primer gran escalón de su paulatina degradación sensacionalista.
Nanette Burstein hace un montaje brillante del material sonoro, que incluye también declaraciones de amigos cercanos como Roddy McDowall, con un extraordinario archivo documental (noticiarios, reportajes promocionales, películas caseras…), pero también hace dialogar a sus personajes de ficción con sus declaraciones, revelándose así, como veíamos no hace mucho en otro documental sobre su amigo Rock Hudson, esa interesante dicotomía entre lo real y lo imaginario que puede llegar a construir un relato complejo y creíble a la hora de abordar el retrato de una mega estrella de la era clásica.
Elizabeth Taylor: las cintas perdidas, que ha dirigido Nanette Burstein y que se estrenó el pasado 4 de agosto en HBO Max, llega bajo el brillo indudable del prestigio de haber pasado por la selección oficial del Festival de Tribeca y ser estrenada en el Festival de Cannes 2024. Es muy emocionante ahora escuchar a Taylor, que murió en 2011 a los 79 años, relatando en sus propias palabras su vida hasta al menos mediados de los años 60. Gracias a las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial se han limpiado las pistas hasta llegar a una nitidez que suena como si la voz hubiera sido grabada hoy con equipos profesionales.
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