Organizada por Next Exhibition y comisariada por Alejandra López, la exposición supone un viaje a través de la historia de la vida de la artista y se completa mostrando los ambientes y atmósferas que caracterizaron su existencia, como la Casa Azul. La muestra es un canto a la alegría, a la vida y a la resistencia frente a las dificultades.
Frida Kahlo (Coyoacán, Ciudad de México, México, 1907 – 1954) fue capaz de transformar su inmovilidad en oportunidad y el sufrimiento en energía. La artista es un verdadero icono del mundo contemporáneo. Su trabajo gira temáticamente en torno a su biografía y a su propio sufrimiento y a lo largo de su carrera elaboró aproximadamente 150 obras, la mayoría autorretratos, donde plasmó sus dificultades para sobrevivir.
Alejandra López, comisaria de Frida Kahlo – La Experiencia, ha coordinado durante diez años las colecciones, exposiciones temporales y actividades de restauración del legado de Frida en la Casa Azul, el Museo de Frida Kahlo localizado en la Ciudad de México. En palabras suyas, la muestra es una selección visual de momentos importantes en la vida de la artista que permiten apreciar las diferentes etapas de su recorrido. Los asistentes podrán conocer información sobre sus cuidados personales y la intimidad de los encuentros amistosos captados por famosos fotógrafos, así como momentos icónicos de la historia de México y del mundo. “La exposición es una selección visual de momentos importantes de la vida de Frida Kahlo. Es muy inspirador apreciar las diferentes etapas de su vida, revelando información sobre sus cuidados personales, la intimidad de los encuentros amistosos, captados magistralmente por famosos fotógrafos, así como momentos icónicos de la historia de México y del mundo”, afirma Alejandra López, comisaria de la exposición. “La exposición es un canto a la alegría, a la vida y a la resistencia frente a las dificultades”.
FRIDA KAHLO, LA MUJER QUE CAMBIÓ LA HISTORIA.
Frida Kahlo, mujer de característica figura y peculiar mirada, cuyo nombre evoca imágenes del surrealismo mexicano –aunque ella siempre lo negara–, nació el 6 de julio de 1907 en el seno de una familia de artistas en la que nadie podía imaginar que Frida acabaría convirtiéndose en una de las pintoras famosas de la historia y un referente social y cultural de México y fuera de sus fronteras.
Hasta los 18 años, Frida, no mostró interés alguno por el mundo del arte. De hecho, estaba más interesada en practicar algún deporte que le devolviera la salud tras la gravepoliomielitis que sufrió de pequeña. Esta enfermedad la obligó a permanecer nueve meses en cama y le dejó una secuela permanente: la pierna derecha mucho más delgada que la izquierda.
Para empeorar las cosas, el 17 de septiembre de 1925 Frida sufrió un gravísimo accidente: el autobús en el que viajaba fue arrollado por un tranvía, quedando aplastado contra un muro y completamente destruido. Las consecuencias fueron terribles para ella: su columna vertebral quedó fracturada en tres partes, sufrió además roturas en dos costillas, en la clavícula y tres en el hueso pélvico. Su pierna derecha se fracturó en once partes, su pie derecho se dislocó, su hombro izquierdo se descoyuntó y un pasamanos la atravesó por la cadera izquierda hasta salir por la vagina. Esta desgracia la marcaría de por vida y sería algo que posteriormente reflejaría en sus cuadros. Frida estuvo sin poder caminar durante tres meses y sufrió treinta y dos operaciones. Pero ello no le impidió pintar: un caballete especial le facilitaba el poder pintar estando en la cama y un espejo colocado en la parte superior le permitía verse a sí misma. Los primeros cuadros que pintó fueron autorretratos, ya que, según decía, “me retrato a mí misma porque paso mucho tiempo sola y porque soy el motivo que mejor conozco”.
Influida por las ideas del nacionalismo revolucionario de su país, Frida vestía con largas faldas mexicanas, moños trenzados con cintas de colores, y collares y pendientes de estilo precolombino. Así la encontramos en Autorretrato como Tehuana, de 1943, donde se representa como mexicana “auténtica” y acentúa sus rasgos mestizos (tenía sangre española, india y alemana), o en el Autorretrato con monos, del mismo año, en el que su figura aparece recortada sobre plantas selváticas y rodeada de animales.