La historia de Leinerhaus es la historia de un relato emocional. Las idas y venidas; las transformaciones y los distintos conceptos que este lugar fue adquiriendo con el tiempo, son en cierta forma una metáfora de la crónica de la Europa de la posguerra, de los movimientos migratorios, de los sueños y de la aventura de personas que combatieron un momento clave de la historia del mundo con creatividad, originalidad, emoción y mucha pasión.
Nacía en la década de los 50 en la localidad de Oberstdorf, en un balneario enclavado en los Alpes del Allgäu. A lo largo de las siguiente décadas la familia Meierlohr se trasladaría a distintas zonas de Alemania y llegaría a regentar el hotel restaurante de la fábrica de cerveza. El camino inciático de este lugar aportó a sus propuestas los sabores de la tradición culinaria del país centroeuropeo.
Sin duda uno de sus muchos atractivos son sus tartas y postres caseros. Una extensa carta de cervezas artesanales son otro de los atractivos de este restaurante alemán, que luce una decoración cálida, luminosa y que invoca con sus acabados de madera y piedra la hospitalidad que se desprende del mestizaje entre Alemania y España.
Fruto de ese mestizaje es su actual propietario, y nieto de sus fundadores, Mario; un joven emprendedor que ofrece un trato personalizado a quienes visitan Leinerhaus, y que se convierten en amigos de “la casa”. Leinerhaus es el lugar al que uno puede ir sólo o en íntima compañía; con amigos o en familia; a una desenfadada reunión de trabajo o para organizar una celebración en grupo.
La cocina tradicional de Leinerhaus
Son muchas las propuestas gstronómicas de Leinerhaus. Basta con echar una ojeada a su sitio web para constatarlo (https://leinerhaus.com/)
Entrantes frescos hechos a base de carnes, arenque y hortalizas frescas, huevo y deliciosas cremas de quesos. De entre todas os recomendamos su pastel de carne, los rollos ternera en salsa con pasta casera de lombarda, el codillo asado con pastel de pan o la pieza del carnicero al vino con especias y pera. Pero es, obviamente obligarorio, degustar su variedad de salchichas, presentadas y cocinadas de distintas formas. La más popular, sin duda, su hotdog, probablemente el mejor de Madrid.
Calle Ballesta 18, T. 919359923 (Malasaña)