En el bar del hotel Roma, en la ciudad de Turín, una periodista habla con la redacción de su periódico mientras espera que aparezcan dos personas para hacer una entrevista de gran importancia. Entre las sombras aparece el primero de ellos. Se trata de Primo Levi, escritor de reconocimiento mundial, químico de profesión y superviviente del campo de exterminio de Auschwitz. Levi viene a ser “testigo” de la entrevista que Anna, la periodista, va a mantener con Maurice Rossel, de nacionalidad suiza, antiguo miembro de la Cruz Roja Internacional durante la Segunda Guerra Mundial.
Rossel visitó los campos de concentración nazis y llegó a hablar con los oficiales al mando y con algunos prisioneros antes de emitir un informe que resulta cuando menos polémico. La experiencia de ambos hombres, que estuvieron en el mismo campo, fue diametralmente opuesta. Uno tuvo el privilegio de visitarlo como observador y moverse con cierta libertad. Levi, por el contrario, vivió el horror de una de las experiencias más extremas y destructoras del ser humano que hayan existido jamás. La escena va cambiando a medida que transcurre la entrevista. Las preguntas de Anna empiezan a tener un tono más acusatorio.
Ella está perfectamente informada de todo lo escrito por Rossel sobre aquellas visitas y tiene también información de lo que en realidad ocurría allí. Con sus preguntas, Anna irá “acorralando” a Rossel a base de preguntas y matices que va señalando y que dejan al antiguo miembro de la Cruz Roja en una situación muy delicada, pues parece no haberse “enterado” de lo que estaba viendo en los campos. Finalmente, Levi volverá a escena para mostrarnos un epílogo lleno de lucidez en el que siente las bases de la decencia moral. Con todo, Levi no se considera un moralista, sino solo un narrador.
Felipe Vega, el director.
“Me interesaba el núcleo central de los hechos como a un historiador, que no soy –sostiene Vega–. Al escribir nunca me he olvidado de que estaba trabajando a partir de un suceso real, con personas reales y en un momento histórico del siglo pasado que, a mi modo de ver, sigue ahí, entre nuestro recuerdo y nuestro olvido, igual que una mancha incómoda difícil de quitar”.
Director, guionista y documentalista estudió Ciencias Políticas, Derecho y Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid, Felipe Vega imparte clases de Dirección en la Escuela de la Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid (ECAM) y opina que las mejores películas de la Historia del Cine son Centauros del desierto (1965), de John Ford; y El apartamento (1960), de Billy Wilder, excluyendo Ciudadano Kane (1941) de Orson Welles. Ha trabajado como crítico cinematográfico en diversas revistas especializadas y fue redactor jefe en el ya desaparecido magacín Casablanca.
Con El mejor de los tiempos (1989), obtuvo el Premio al Mejor Director Novel en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. En el año 1992 dirige el cortometraje El viaje al Ampurdán y el filme Un paraguas para tres, una comedia de enredo producida por Gerardo Herrero y protagonizada por Juanjo Puigcorbé. Tres años después dirige El techo del mundo (1995), con un guión del escritor Julio Llamazares. El periodista y escritor de novelas Manuel Hidalgo redactó el guión de su siguiente película: Grandes ocasiones (1998). Dos años después dirige el cortometraje documental Cerca del Danubio (2000), que centra su historia en un monumento levantado en Almería que rinde tributo a 142 almerienses que murieron en el campo de exterminación nazi de Mauthausen (Austria) durante la II Guerra Mundial. En 2002 Felipe Vega y el escritor Julio Llamazares impartieron un curso de guión de cine organizado por la Universidad de Almería. Su sexto largometraje, Nubes de verano (2004), cuenta la historia de un matrimonio estable que, mientras veranea en la Costa Brava, ve tambalear su felicidad al verse ambos seducidos por otras dos personas. La película, producida por Gerardo Herrero, obtuvo el Premio Turia a la Mejor Película Española. El guión fue escrito por Manuel Hidalgo, quien también ha redactado el guión de su último largometraje, Mujeres en el parque (2006).