Dangerous Youth, de Hsin Chi. Taiwán, 1959. 95’
La inocente Chin-mi se enamora de Kuei-yuan, un conflictivo buscavidas que pronto preferirá a otra mujer. Retrato de una juventud desilusionada y obsesionada con el dinero fácil, la película indaga en la oscura realidad de la sociedad taiwanesa en plena expansión económica. Los jóvenes protagonistas están lejos del modelo oficial regido por la obediencia y el esfuerzo. Buscan enriquecerse y, sobre todo, encontrar la libertad, montando en moto con las melenas al viento y entregándose a las pistas de baile. Dangerous Youth se convirtió en un icono de gran influencia para “La Nueva Ola Taiwanesa”, en especial para Hou Hsiao-hsien.
Hsin Chi nació en Taipei en 1924. Su nutrida filmografía abarca géneros como el wuxia, el melodrama, la comedia o el thriller. Ha pasado a la historia como el verdadero rebelde del cine clásico taiwanés, desafiando los códigos existentes en la época y abriendo el camino a los audaces integrantes de la nueva ola de los años 80.
God Man Dog, de Chen Singing. Taiwán, 2007. 119’
Ching, una modelo de manos, sufre una depresión postparto con la que su marido, el arquitecto Hsuing, es incapaz de lidiar, llevando a su matrimonio al borde del colapso.
Con una ambiciosa estructura narrativa, un cuidado diseño visual y sonoro, y unas brillantes interpretaciones, God Man Dog se erigió como una de las visiones más lúcidas sobre la sociedad taiwanesa de principios del siglo XXI.
Chen Singing nació en 1974. Sus largometrajes narrativos ilustran brillantemente los absurdos de la sociedad moderna utilizando el realismo mágico, describiendo a personajes que evidencian profundas problemáticas estructurales. God Man Dog fue seleccionada y galardonada en el Forum de Berlín, y pasó por más de treinta festivales de cine.
Murmur of the Hearts, de Sylvia Chang. Taiwán, 2015. 119’
Mei se enamora de un boxeador de poca monta, al tiempo que se reencuentra con su hermano después de que fueran separados cuando eran pequeños. Una película sobre familias separadas, sobre cómo las acciones de nuestros padres pueden afectar a la percepción de nosotros mismos. Sylvia Chang indica que la familia es un vínculo que siempre estará presente, pero eso no significa que no se rompa fácilmente. Visualmente fascinante, Murmur of the Hearts es una experiencia cautivadora.
Sylvia Chang nació en 1953 en Chiayi, Taiwán. Conocida por sus magníficas interpretaciones en películas como Legend of the Mountain (King Hu, 1979), That Day on the Beach (Edward Yang, 1983), Comer, beber, amar (Ang Lee, 1994), o The Go Master (Tian Zhuangzhuang, 2006), es en realidad una de las directoras más notables del cine taiwanés de las últimas décadas.
One Day, de Hou Chi-Jan. Taiwán, 2010. 93’
Singing, procedente de una familia de comerciantes pobres, se gana la vida como mujer de la limpieza en un ferry que da servicio a una base militar. Tiene un sueño recurrente en el que se encuentra con un apuesto desconocido que habla en un idioma que ella no entiende. Un día viajando en el ferry conoce a un soldado idéntico al hombre de sus sueños. El realizador Hou Chi-Jan maneja con maestría el tempo narrativo y los elementos de género en esta historia de amor de ecos eternos.
Hou Chi-Jan nació en 1973 en Taipei. Estudió en el Departamento de Radio y TV de la Universidad Nacional Chengchi. Tras dirigir varios cortometrajes galardonados, firmó el documental Taiwan Black Movies, estudio sobre el cine de culto realizado en Taiwán durante la represiva década de los 70. One Day fue su primer largometraje de ficción.