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El Dr. Oriol Crusellas Maña es un reputado cirujano general y del aparato digestivo en Barcelona que cuenta con más de una década de experiencia profesional. Se trata de un prestigioso cirujano experto en el tratamiento de las enfermedades malignas del peritoneo (carcinomatosis peritoneal) y retroperitoneo, incluida la aplicación de técnicas mínimamente invasivas. Ha sido galardonado con el III Premio Dr. Fleming a la Excelencia Sanitaria en carcinomatosis peritoneal en 2023, otorgado por la Sociedad Europea para el Fomento Cultural y Social. También es experto en cirugía pared abdominal compleja, incluyendo diástasis postparto y su tratamiento por vía endoscópica (técnica REPA), hernias, eventraciones y reconstrucciones complejas de la pared abdominal.
Tras una cirugía de cualquier tipo, hay que tener en cuenta ciertas consideraciones en verano para cuidar las heridas y evitar que se infecten o queden marcas en la piel para siempre. La clave es el cuidado de las cicatrices ante la exposición solar, pero también hay que tener en cuenta factores como la humedad o la arena si vamos a la playa.
El proceso de cicatrización de una herida, aunque se vea perfectamente cerrada, es largo y puede durar más de un año, por lo que durante este tiempo hay que tomar precauciones. La cicatrización de los tejidos tiene tres fases, cada una de ellas con sus cuidados específicos. Durante la primera fase, llamada inflamatoria y que se produce durante la primera semana, hay que llevar la herida tapada y secarla muy bien después de la higiene, incluso aplicar antisépticos de piel como la povidona iodada según te indique tu cirujano.
En la segunda fase, la de proliferación y que dura hasta el primer mes, las células proliferan para crear tejido nuevo y es normal que la herida coja un tono rosáceo o más oscuro; es el momento de iniciar el tratamiento con geles (de aloe vera), aceites (rosa mosqueta) o parches. En la última fase, la de maduración y que se prolonga hasta un año, hay que cuidarla del sol para que alcance una buena coloración acorde con el tono general de la piel.
Lo más importante para que el resultado final de una cicatriz sea el deseado es evitar la exposición a la luz solar porque el tejido cicatricial es muy sensible al sol. Hay que aislar de forma completa la cicatriz de los rayos UV durante al menos 6 meses. La mejor forma de hacerlo es taparla con la ropa o usar parches especiales opacos, algunos de los cuales no solo protegen de la radiación solar, sino que además favorecen una correcta cicatrización, minimizando la aparición de cicatrices hipertróficas o queloides. Una vez pasados los primeros 6 meses y hasta los dos años es recomendable usar protección solar factor 50, si no pueden quedar cicatrices pigmentadas (más oscuras) de forma permanente y que son difíciles de tratar.
Si las heridas son recientes, no puedes bañarte en la piscina o en el mar, y pasado un mes te recomiendo que tomes baños cortos para que no esté mucho tiempo en remojo y después secarla enseguida con suavidad con un paño limpio, nunca con la toalla con arena. Por la misma razón, también hay que protegerla del sudor, sobre todo en zonas como axilas, ingles y pliegues; el sudor no es perjudicial ni aumenta el riesgo de infección de la herida, lo que buscamos es evitar la humedad.
Por último, quiero desmentir el mito de que no es bueno operarse en verano. Es un momento tan bueno como cualquier otro, solo tienes que seguir los consejos que te he dado.
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Dr Oriol Crusellas
Cirujano General y del Aparato Digestivo.
Especialista en cirugía compleja de la pared abdominal y oncológica avanzada.
Instagram: @doctorcrusellas