Por María Casajust.
La soledad, el sentimiento de pertenencia, el desarraigo y la incomprensión de un entorno anclado a la identidad totalitaria tribal forjan un relato de pequeñas historias anónimas donde humor, crítica, parodia y reflexión protagonizan el tono de una historia de mujeres, que no de mujerismo.
Nacida en Granada y criada en África Norte, Violeta Salama es una mujer de cine que desarrolló su carrera profesional a través de su formación en comunicación visual en la Universidad Complutense de Madrid. Posteriormente, se formó con un máster de documental creativo además de en producción audiovisual en la Vancouver Film School. Madre de dos hijos, Violeta lleva trabajando en este mundo desde hace ya quince años, este último dirigiendo su primera película en solitario. Independiente y perseverante, ha sacado a la luz su primera creación.
Alegría | Violeta Salama | Tráiler |
“Alegría”, una película que evoca diferentes culturas y religiones a través de una boda judía-sefardí, donde se plasma la cultura hebrea procedente de la península ibérica expandida al mundo y la que ella vivió cuando era niña. Una película dispuesta a romper y traspasar fronteras mediante una historia que evoca el aprendizaje y el valor de cambiar.
entrevista a violeta salama:
- Alegría es una película en la que fluyen las particularidades de las mezclas culturas que se viven en Melilla, lugar donde creciste. ¿Cómo ha trabajado las diferentes religiones? ¿Le ha supuesto un reto poder representarlas en la gran pantalla?
Para mi lo más importante era tratar la religión siempre desde el respeto. Con la religión judía y cristiana, me sentía más cómoda al mostrar algunas contradicciones. En cambio con la musulmana, necesité documentarme mucho más para poder trabajarla bien. Con esta película, buscaba centrarme en la cultura religiosa, los ambientes y tradiciones que envuelven las celebraciones y rituales, en esos términos son todas muy parecidas. Por ello he trabajado con estas tres religiones, para acentuar esas similitudes entre las tres culturas.
- ¿Qué sintió al rodar y plasmar todas esas emociones tan intensas y diferentes entre ellas a través de la fé y la religión? ¿Cómo encontró el equilibrio?
Es verdad que ese equilibrio me preocupaba mucho al principio, pero en las últimas versiones de guion empecé a sentir que ya estaba conseguido el tono que buscaba y llegué relajada al rodaje con respecto a ese tema. Luego, a la hora de dirigir, fue muy emocionante sentir que todos estos conceptos cobraban vida, que esas pedazos de actrices con las que estaba trabajando y que, además, nunca habían pisado Melilla, habían captado a la perfección y transmitían todos sus matices. Fue realmente una experiencia preciosa.
- Al volver a Melilla, ¿La vio distinta? ¿Qué le inspira esta ciudad tan marcada y señalada actualmente por los problemas de fronteras e inmigración?
Melilla siempre será mi pequeño limbo, un paraíso de infancia al que siempre me gusta volver. Siempre he estado vinculada con la ciudad y espero seguir estándolo. Yo crecí en una Melilla sin valla, todos los fines de semana cruzaba a la playa de Marruecos… Desde que esa frontera que se construyó hasta ser lo que es a día de hoy, cambia la ciudad, cambia infinitamente. Melilla es una ciudad que tiene mucho que decir, tiene una situación muy compleja pero también una belleza histórica fascinante.
- ¿Por qué ‘Alegría? ¿Qué mensaje lanza al espectador con esta película?
El mensaje principal resalta que conflictos va a haber siempre, pero hay que intentar relativizarlos y disfrutar de lo que nos une. En el caso de esta película, el amor, la familia.
- ¿Cree que las fronteras pueden servir de nexo de unión para acercar a diferentes personas y culturas?
Las fronteras son siempre puntos de interés porque plantean un cambio, un paso de un estado a otro. En Alegría quisimos jugar con las fronteras físicas y las internas. El personaje de Alegría le da un peso inmenso a las fronteras porque le aterran, enfrentarse a sus límites le provoca pavor, por eso vive dentro de sus propias barreras en su casa, en la caseta de la playa…Pero ojalá las fronteras fueran puntos de encuentro, eso quiero reflejar.
- El rodaje estuvo predeterminado por la situación de crisis sanitaria a raíz del Covid-19. Al ser su primera película, ¿cómo vivió el procedimiento de trabajar bajo esta coyuntura?
Imagino que como todos mis compañeros. Esta situación era algo nuevo para todos, los productores sobre todo. Ellos sufrieron más porque tenían que tomar riesgos sin garantías y no se sabía nada de protocolos todavía. Fue una auténtica aventura, y mi equipo y yo conseguimos llevar la peli a cabo de forma exitosa.
- Durante muchos años, ha participado y formado parte del mundo del cine como ayudante de dirección y script de series de televisión como Arde Madrid, Malaka o la finalista al Goya a Mejor Película 2018, El autor. ¿Cómo se ha sentido trabajando detrás de la cámara en solitario?
Pues lo mejor de haber participado en todos estos proyectos, es que a mi peli me llevé al mejor equipo posible, todos amigos, todos apoyando la película y apoyándome a mi. Me sentí muy cómoda y arropada todo el proceso. Lo mejor fue poder poner por fin en práctica todo lo aprendido en esos proyectos anteriores.
- Las protagonistas principales de su película son mujeres. ¿Cómo cree que va a evolucionar el panorama cinéfilo en este aspecto? ¿Siguen faltando mujeres directoras, guionistas y actrices?
La mayor realidad es que la mitad, sino más, del público cinéfilo son mujeres. Ellas son las que están demostrando que hacen falta una mayor oferta cinematográfica en las que se puedan sentir identificadas a través de actrices, directoras, guionistas, productoras y muchas profesiones más.
- ¿Qué espera de la industria? ¿Qué le depara el futuro como directora de cine?
Espero que se abra y expanda más, que haya hueco para todo tipo de propuestas y que sea una industria valiente, que arriesgue y apueste más.
Pues de momento, estoy trabajando en recuperar todas las energías que me he dejado en Alegría, ha sido un proceso tan largo e intenso, que estoy en proceso de soltar todo para poder volver a empezar con energía renovada.
- ¿Puede adelantarnos algo de sus próximos proyectos?
Recientemente compré los derechos de una novela que me encantó; “Nosotras ya no estaremos”, de Lola Mascarell. Estamos en fase de desarrollo, no puedo decir más.
Fotografías, por Julio Vergne.