bellotadas.
Agustín Cascales ahora es REAL.
Cascales es de Alicante y muy de Levante. Como las primeras estrellas que aparecen al atardecer. De Orihuela, como el famoso poeta. Elegido uno de los 50 homosexuales más influyentes de España por el diario El Mundo, es ante todo ese tipo de personas por las que te pregunta tu madre. ¿Por qué preguntaba la mía por él? Porque cenamos juntos, una noche de mi cumpleaños en una calle de Málaga, unas cosas tan ricas que solo en Málaga se pueden comer, después de deleitarnos con un concierto de Erykah Badu en el Teatro Cervantes, donde mi madre casi pierde los papeles subiéndose a una butaca para aplaudir. Los cuatro (nos acompañaba Javier Casquero) casi perdemos el alma arrebatada por la de Dallas, que gozaba de un momento de máximo esplendor. Tras más de media hora aplaudiendo y dando palmas junto a casi todos los asistentes, frente a la fachada del teatro, la Badu abrió una ventana y, con una delicadeza cinematográfica, una por una fue eligiendo las rosas de un gran ramo para bendecirnos con ellas dejándolas caer en el vacío de la plaza sobre nuestras cabezas. Después de aquel acto de común unión mi madre siempre me preguntaba por el chico del Shangay con el consiguiente “dile que venga a comer a casa”. Agustín está bregado en entrevistar a estrellas: Beyoncé, Mariah Carey, Janet Jackson, Jennifer López o Grace Jones se han sentado a hablar con él, pero aquella noche fue única.
Ha pinchado en casi todos los clubs de España en los que merece la pena pinchar. Hace cinco años creó Blig, un club enfocado a la música urbana con residencias en Boite (Madrid) y Razzmatzz (BCN) con la intención de que el público pudiera disfrutar de la inclusividad y de la música R’n’b, el hip hop y otros estilos urbanos.
Después de poner música de otros durante 20 años como DJ, da su gran paso y crea REAL, un proyecto que ha puesto en marcha con Ángel Díaz/MYUKO, con quien le une su pasión por la cultura de club y lo que se vislumbra como un gran proyecto que llega para ser referencia en la nueva música urbana. Ya está en la calle Solo importo yo, su primer tema, donde cuentan como vocalista invitada con Muhate Crew, que también ha compuesto la letra en un sutil espanglish.
Con esta canción, REAL ha querido rendir tributo a las primeras producciones de Timbaland y Miss Elliot. Cuatro lanzamientos más nos esperan con la voz de diferentes solistas durante 2022. Como ves, mamá, Agustín está bien, muy bien.
“El paraíso carnal de Ana Rossetti” .
Leer a Ana Rossetti siempre es un placer: te arrastra a un mundo, ese que a veces imaginamos, otras soñamos y siempre deseamos. Nos conduce por carreteras de metáfora y recovecos de palabra al encuentro dulce y desgarrado de la vida, al universo común donde habita lo mejor de cada uno. Leer a Rossetti no es un privilegio: es, cuando debutas en su paraíso, una necesidad.
Gaditana de La Isla, como Camarón. Profunda, como él, a la vez que liviana: “Limpia va el agua del río. Como la estrella de la mañana. Limpio va el cariño mío. El manantial de tu fuente clara”. Limpio es el universo al que nos conduce Ana.
Nos conocimos cuando ella acababa de ganar su primer premio, el Gules de poesía, por Los devaneos de Erato y estaba en vías de ser un referente de la literatura erótica en nuestro país. Una tarde, esperando el metro en la estación de Goya, vimos cómo colocaban un anuncio de un muchacho en camiseta. Al día siguiente subió con un poema titulado Chico Wrangler: “Todo porque unas piernas, unas perfectas piernas, dentro del más ceñido pantalón, frente a mí se separan. Se separan”. Entonces ya éramos vecinos en Malasaña, cuando todavía se llamaba Maravillas.
Maravillosas son las mujeres de las que habla en uno de sus últimos libros a través de las que cuenta la historia del barrio. No quiero tergiversar la historia de Rosa Chacel, Rosalía de Castro, Carmen de Burgos, Pardo Bazán, ni de “El Refugio” de niñas situado en la Corredera, ni de la Universidad Central de la calle San Bernardo por la que algunas de ellas pasaron. Hay cosas que deben ser vividas por uno mismo sin intermediarios. En su refugio, un bar de la Plaza del Dos de Mayo, nos encontramos. Hablamos de su última publicación, El libro de las ciudades (Siruela), donde indaga en el origen mitológico de algunas conocidas metrópolis. “La ciudad de Metragirta, que después se convirtió en Magerit. Ahora se llama Madrid”. Parafraseando a Lola, diría: si me queréis, compradlo. Hacía tiempo que no leía algo tan sublime. Y como al fin y al cabo hemos sido muchos años vecinos, terminamos hablando de Maravillosas, libro en el que reivindica a mujeres del barrio que ha hecho suyo. Ana Rossetti hace suyo todo a lo que se aproxima: su capacidad de enamorar es infinita.
Por Javier Bellot.