En esta ocasión, Silvia Zayas, artista que trabaja en la frontera de las artes escénicas, el cine y la coreografía expandida, presenta ê, grafía que describe un sonido nasal que no existe en español y sí en la lengua materna de la artista: el portugués. Surge al taparse la nariz para ecualizar la presión bajo el agua, aunque algo más grave. Y es también el último sonido que queda tras la desintegración del lenguaje en un relato del escritor brasileño Guimarães Rosa.
El universo bajo el mar.
El buceo y las grabaciones en vídeo y audio bajo el agua son clave en la investigación de Zayas, que inventa dispositivos para la filmación usando cámaras sin visor y de baja calidad que, atados a los cuerpos bajo el agua, graban sin usar el modo habitual mano-ojo. Esta práctica proporciona un acercamiento no reglado por la lógica del pensamiento humano, incorporando así el azar y la no planificación en el proceso de aproximación al objeto de estudio.
Según señala la artista, “las imágenes de ê se han filmado en el ecosistema marino de zonas urbanas del Mediterráneo catalán. Algunas son testigo de la inminente mutación de la zona del espigón de la playa de San Sebastián de Barcelona, cuyas obras de ampliación se inician ahora. Otras se grabaron en el bosque de postes de hormigón del Pont del Petroli en parte derrumbado por el huracán Gloria. Otras entre aguas donde prevalecen los anzuelos de pescadores, en espigones industriales. Y algunas, a mucha más profundidad, bajo la luz indetectable de un faro”. Con estas inmersiones, en busca de poblaciones residentes de rayas eléctricas (especie TorpedoTorpedo), Zayas buscaba respuesta al interrogante de por qué al contrario de otras especies de rayas en extinción en el Mediterráneo, solo éstas parecen resistir varios tipos de contaminación, incluida la acústica. En su recorrido, la artista registra los trazos que dejan las rayas en su deambular marino, evidencias abandonadas tras dejar sus escondites en la arena, y constata la habilidad de estos peces para desaparecer de casi todas las imágenes.
Imagen y sonido para la recreación de una atmósfera.
“ê invita a entrar en un estado casi de sueño”, comenta la artista. “Las secuencias, en su incapacidad de mantenerse puras solo en los fenómenos, son interrumpidas por memorias infantiles o inventadas, conversaciones espigadas del día en que apareció flotando un cadáver, la batimetría de la costa previa a las obras. También las apariciones casi humorísticas que nos lanzan a lo prosaico de lo cotidiano, como una arqueología boba (una botella-piano, unos deseos de San Juan lanzados al mar, una dentadura de alguien que pegó una carcajada), y lo anómalo… Todas esas presencias en relación narran, a la vez, el vacío de un encuentro siempre casual con las rayas”.
Para el desarrollo de su investigación, Silvia Zayas ha trabajado acompañada por el especialista en bioacústica Michel André, integrante del Laboratori d’Aplicacions Bioacústiques de la Universidad Politécnica de Catalunya, y por el especialista en elasmobranquios Claudio Barría, integrante del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC y codirector del proyecto Catsharks con sede en Barcelona. Además, la artista ha contado con otras colaboraciones puntuales, como la de Miguel Aparicio, A Smart Workshop y Underwater Barcelona, en una red de trabajo en constante transformación, ampliación y diálogo.