
Se trata de un reto escénico que se solventa con un reparto de primerísimo nivel y un respeto milimétrico a la esencia original de un clásico impertérrito. Así se refunda con muchísimo talento un clásico en un microclásico sin perder la frescura, el valor y la profundidad de los personajes. El núcleo de la historia que relata La casa de Bernarda Alba, perfila todas sus aristas llevando al espectador de la mano en un viaje trepidante de emoción y profundo autoconocimiento. Una genial iniciativa artística nacida durante pandemia, cuando el aforo de los teatros se limitaba al 70 % y se debían respetar todas las garantías de seguridad sanitaria.
La casa de Bernarda Alba ubica su historia ficticia en un pueblo español donde ha muerto Antonio María Benavides. Su viuda, Bernarda Alba, mujer autoritaria de 60 años casada con el difunto en segundas nupcias, se recluye en su casa junto a sus cinco hijas, Angustias, Magdalena, Amelia, Martirio y Adela, para pasar un luto de ocho años.

La primera, Angustias, que ha recibido herencia del primer marido de Bernarda, espera casarse con Pepe el Romano ante el disgusto de su hermana Adela, quien también pretende al muchacho. Es un drama rural con protagonismo femenino que transcurre en un ambiente de desconfianza, de celos, de tiranía, de rigidez moral, del miedo al qué dirán… un ambiente y unas actitudes que condicionan la libertad, el presente y futuro de sus personajes. Aunque pudiera resultar opresiva en apariencia, la obra se transmite con tono ligero, incluso, paradójico y en contraste con el encierro enlutado… luminoso.
La historia de represión y pugna familiar es bastante sencilla, con decoración sobria y uso equilibrado de simbología. Aunque La casa de Bernarda Alba sea una obra donde solo aparecen mujeres, su personaje principal es una señora machista. Asume la obligación de ocupar el lugar del varón y ejerce como tal por lo que el patriarcado se ha institucionalizado hasta tal punto que sigue vigente, aunque no haya un cabeza de familia masculino. Estamos, por lo tanto, ante una historia de poder y dominación patriarcal donde el lugar simbólico del patriarca es ocupado por una mujer, lo que le da una complejidad ideológica mayor al asunto.
Federico García Lorca fue un poeta, dramaturgo y músico. En todas las disciplinas mostró su sensibilidad y capacidad para conectar con el público. Y, en efecto, hoy su teatro sigue manteniéndose vivo. Lorca otorga rasgos psicológicos diferenciados a los personajes, aunque siempre dentro de una simplicidad.
Paloma Mejía Martí directora de la compañía que lleva su nombre es una cascada de revitalización de grandes e inmortales clásicos. Este proyecto ha sido estructurado gracias a una profunda reflexión literaria y un respeto exquisito por la esencia de la obra. Es un reto refundar un clásico literario con tantas aristas en un microclásico sin perder toda la profundidad virtuosa del original. Paloma Mejía Martí y el equipo de profesionales que la rodea consigue dar el salto para proponernos una apuesta lúcida, virtuosa y siempre fiel a los principios del teatro clásico.

1 comentario en “El Teatro Victoria presenta La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca”
Interesante articulo que te lleva a recordar esta obra escrita por Federico García Lora y te invita a no perderte la puesta en escena en el teatro Victoria de Madrid…….